Peajes, ¿deberían ser máquinas?

Se denomina peaje al pago que se efectúa como derecho para poder circular por un camino. En la antigüedad, se llamaba “portazgo” a la suma que debía pagarse para cruzar cierto límite (puerta) entre dos zonas territoriales o por cruzar un puente.
 En términos más generales se asocia el concepto de peaje a la tasa o tarifa que se cobra a un medio de transporte terrestre, fluvial o marítimo como derecho de tránsito para utilizar la infraestructura de la respectiva vía de comunicación; por ejemplo a los automóviles para poder circular por una autopista, o a los barcos para poder atravesar por un canal de navegación o una hidrovía. En la mayoría de los casos la vía o ruta marítima sujeta a peaje permite a los usuarios ahorrar tiempo de viaje y reducir sus costos de operación, con respecto al tránsito por vías o rutas alternas libres de peaje.

 

 

El sistema de privatización de las rutas argentinas, construidas en su momento por Vialidad Nacional y entregadas a la administración privada mediante el cobro de peaje, se inicia mediante el decreto 823/89 del Presidente Carlos Menem, quien puso en marcha un proceso de privatización ideado por el ministro de Obras Públicas, José Roberto Dromi, y el Secretario de Obras Públicas, Rodolfo Carlos Barra. Este ya es un sistema desactualizado, hoy en día grandes países de Europa como Portugal están optando por reemplazar el peaje convencional por el peaje electrónico, en argentina este se encuentra presente en gran parte de Buenos aires, Córdoba y Santa fe a través de lo que se denomina como el “telepase” donde un chip es puesto en tu auto para que así, cada vez que uno pase a través del “telepase” no pierda tiempo y para que se acredite el monto de dinero correspondiente automáticamente a la cuenta del dueño del coche. Cabe aclarar que no hay peajes enteramente conformados por este “telepase” sino un par de cabinas. En el presente artículo se brindará una opinión de los integrantes del grupo sobre si se debería o no reemplazar el actual sistema de peajes convencionales por un sistema de peajes electrónicos.

Agüero, Josefina:

En mi opinión, creo que el avance en el sistema de peajes es necesario, ya que resulta muy efectivo y eficiente, debido a que cada vez la producción de automóviles incrementa poderosamente. Este mecanismo ahorraría tiempo, ya que la persona que trabaja en una cabina no tendría que dar ninguna especie de “vuelto”, y ninguna persona trataría de “salirse con la suya” y pasar la barrera sin pagar.

Por otra parte, también tiene un aspecto negativo: la implementación de este nuevo sistema terminaría con el trabajo de varias personas en el país, y como consecuencia aumentaría el desempleo. Hoy en día los ciudadanos enfrentan un gran problema económico y no me parecería un proyecto justo para ellos, dado que no existe facilidad para encontrar otro empleo.

 

Arriola, Bárbara:

Me parece una innovación sumamente eficiente, ya que todos los días los peajes no son respetados en hora pico por la cantidad de autos acumulados a la espera de ser atendidos, lo que ocasiona una gran pérdida de dinero en ese caso, como también en parte de los sueldos de los empleados que no cumplen su trabajo al no cobrarle a la gente en esas situaciones.

Creo que, aunque tenga que despedirse a mucha gente, se debería hacer un seguimiento para otorgarle otro trabajo con el mismo sueldo y circunstancias o la indemnización correspondiente. Además del seguimiento posterior para que consiga un trabajo. 
La implementación de este proyecto será de sumo beneficio para el país, si se lleva a cabo correspondientemente.

 

Bordet, Juan Manuel:

En mi opinión el reemplazo de peajes tradicionales por peajes electrónicos es una idea muy buena y eficiente, ya que se dejaría de perder tiempo dentro de las cabinas de los peajes, los trabajadores no tendrían que entregar un vuelto ni contar billetes. Solo deben atravesar el peaje electrónico y retomar el camino.

Así como hay aspectos positivos también hay aspectos negativos, como el desempleo del personal de los peajes actuales, la desaparición de este tipo de empleo, y también la oportunidad de hackear o vulnerar el sistema de estos peajes electrónicos.

Honestamente opino que no valdría la pena arriesgarse a pagar una gran multa o incluso ir a prisión solo por el berrinche de no pagar 45 pesos en un peaje. Sería algo completamente ilógico, pero igualmente la posibilidad de hackear el sistema de estos peajes estaría presente ya que es un sistema basado en la comunicación entre los chips de los autos y un sistema de antenas adheridas a los peajes electrónicos, claramente son dos aspectos sumamente negativos.

 

Cottet, Abril:

En esta temática, voy a defender también mi creencia de que no siempre funciona en Argentina un proyecto extranjero.

En este caso, apoyo que se haya implementado una “prueba” a este proyecto, porque no se han eliminado los peajes manuales, pero se cambiaron algunos por este famoso “telepase”, que sin lugar a dudas es un método que resulta eficiente y rápido, ya que está comprobado que un vehículo tiene que esperar mucho menos tiempo para pasar por el peaje.

Una problemática que generaría este sistema, sería la cantidad de gente que se quedaría sin empleo a la hora de eliminar los peajes manuales. En primera instancia, sería conveniente tener un reemplazo al trabajo de esos ciudadanos, para no seguir aumentando el desempleo.

Descartando esta problemática, el proyecto es sumamente prometedor. Yo lo comparo con el boleto manual y la sube, que es súper práctico y a nivel social creo que se ha adaptado muy bien.

 

Seanópolo, Agustín:

 

Desde mi punto de vista, los peajes deberían ser, principalmente, explotados por el Estado y no concesionados, ya que la ganancia pasa a ser muy baja. El Estado obtiene un canon muy bajo de la ganancia en lugar de obtenerla por completo. 
Además, opino que está bien que sean controlados por personas y no por máquinas ya que, a pesar de que sería mucho más rápido, práctico y eficiente, se quitarían muchos empleos. Aunque los trabajadores de los peajes trabajen en una pequeña caja en el medio de la ruta o autopista, estoy seguro de que ese trabajo es necesario, pero podrían ser reemplazados por una máquina a la que le paguemos, nos dé vuelto si es necesario, nos dé un ticket y nos levante la barrera.