Encuentro Misionero de los Hijos de Santa María Inmaculada

Al llegar a la Institución, cada chico recibió una pulsera que podía ser de 3 colores diferentes, la cual representaba a algún grupo especifico.

Luego de haber desayunado, los distintos grupos tuvieron que pasar por tres etapas, las cuales consistían en que cada responsable de las tres instituciones le de una charla a los chicos inspirando el espíritu misionero.

Al finalizar las charlas, todos se reunieron en el patio para almorzar y disfrutar de la banda misionera, donde tocaban los estudiantes de los tres colegios

Ese día los misioneros de la Congregación de los Hijos de Santa María Inmaculada recibieron su remera distintiva, de color verde. Además de la cruz misionera que acompaña a los tres colegios cuando tienen su misión.

Fue una gran oportunidad de tener un encuentro diferente, el cual nos permitió conocer las misiones que se hacen en estos colegios, gracias al testimonio de ex misioneros:

 

Nina Carabetta, San Felipe Neri, 17 años:

La experiencia es hermosa. Uno quizás al principio no se lo toma en serio o siente como que no es tan importante llevar alimentos o juegos.

Cuando llegas ese pensamiento desaparece, te das cuenta que verdaderamente la gente necesita todo lo que llevamos, necesita de nuestra oración, necesita compartir con nosotros.

A mí me tocó estar con unos chicos jugando a la pelota y era re lindo ver como se reían, y se divertían con eso. Uno de ellos no tenía botines y justo habíamos llevado unos de su talle. Se los puso para jugar y tenía una sonrisa de oreja a oreja.

Después me toco misionar y vivir algunos momentos fuertes: la realidad que atraviesa cada familia a la que íbamos a visitar. Sin embargo, nos abría las puertas de par en par y siempre con una sonrisa.

 

Iara Giménez, Anunciación, 17 años:

Somos 3 cursos que viajamos a Santiago del Estero. Antes del viaje hacemos encuentros en donde cantamos, compartimos una merienda y hacemos diferentes actividades para generar confianza y formar un lindo grupo.

En el transcurso del año nos turnamos para recaudar plata vendiendo en los recreos o realizando alguna rifa. También pedimos donaciones como por ejemplo útiles, ropa en buen estado, alimentos o agua, todo se lo que uno pueda donar sin ningún tipo de obligación.

Cuando estamos a pocas semanas de viajar los 3 cursos nos dividimos en diferentes grupos para organizar las catequesis de todos los días para cuando lleguemos a Santiago del Estero, donde cada uno se va a encargar de que los chicos y los grandes se relacionen con Dios por medio de canciones, juegos y distintas palabras de la Biblia dependiendo su edad.

En mi opinión creo que la Misión es una de las mejores cosas que tiene nuestra Congregación, porque nos da el espacio para ser nosotros mismos y vivir experiencias únicas como misionar, no solo viajando, sino que también en Buenos Aires en donde vamos a visitar distintos lugares como escuelas o geriátricos.

Para mí, las misiones siempre son distintas, no las puedo comparar, me dejo sorprender y voy sin expectativas para que todo sea mejor, pero sin dudarlo la primera misión que tuve en 2015 fue la que mas me marcó. Ahí me di cuenta de que todo esto vale la pena y daría todo por seguir en el grupo. Lo más lindo es que no solo se formó una linda relación con mis amigos y las personas de Santiago, sino que también la formé con Dios y termino siendo misionada yo también.

Sinceramente creo que cualquiera de nosotros puede dar su granito de arena desde donde está y yo trato de hacerlo en mi día a día y en cada encuentro en el que participo.

 

Esta experiencia de poder contar desde su punto de vista lo que significa el ser misionero, fue algo único e innovador. Cada experiencia se vive diferente y cada misionero es algo especial. Desde ya, se agradece aquella convivencia entre los misioneros de nuestra Congregación.