Más de 200.000 usuarios de zona sur de Gran Buenos Aires se vieron afectados por un gran apagón el día 19 de junio, el corte afectó a las localidades de Avellaneda, Lomas de Zamora, Quilmes, Florencio Varela, Sarandí, Wilde y Villa dominico.
El corte ocurrió durante la noche y fue producto de la explosión de una usina de suministro eléctrico de la empresa Edesur en Dock Sud.
En un primer momento, pasadas las 23 horas del martes, el número de clientes afectados ascendía a 205.785. Según la empresa Edesur, los cortes se debieron a "una falla de una línea de alta tensión que nos generó problemas entre las 23 y las 0:40 horas aproximadamente".
Muchos vecinos de las diferentes áreas afectadas mostraron su descontento por las diferentes redes sociales (Twitter, Facebook), ya que estos distintos cortes de luz tienen lugar desde el verano, sumado al aumento de la cuota de luz de los últimos meses, los vecinos no duraron en criticar duramente a Edesur (ente que controla la luz en la zona sur del Gran Buenos Aires). La luz solo tardó unas horas en regresar a la gran mayoría de los usuarios afectados por este gran apagón.
Desde que Mauricio Macri llegó a presidencia, las tarifas aumentan con el argumento de que así las empresas podrán invertir en la mejora de los servicios, pero cada vez que la temperatura sube miles de usuarios padecen el calor y además se ven afectados por los cortes de luz.
En medio de la ola de calor, casi 60 mil usuarios de distintos barrios porteños y localidades del conurbano estaban esta noche sin suministro de electricidad. También los cortes de energía eléctrica en la zona operada por Edesur impactan en la distribución del servicio de agua. Los problemas en líneas de alta y media tensión impiden el funcionamiento de una estación de Aysa, pero éste es un problema menor en comparación con lo ocurrido el 25 de junio.
Valentino Ladislao, de cinco años, era uno de los cientos de pacientes que por distintas complicaciones de salud depende de la electricidad para vivir y, hace exactamente una semana, un corte de luz prolongado en su casa de zona sur, le costó la vida. Después un terrible accidente con un vidrio que se le incrustó en el corazón y le provocó una parálisis cerebral, Valentino dependía de un aparato eléctrico para respirar. Su cuerpo no resistió el agotamiento físico que provoca estar tanto tiempo sin la ayuda del respirador y falleció camino al Hospital Evita. "A eso de las 19:30 la situación se empezó a complejizar y su madre llamó a la empresa con el número de cliente de un vecino para averiguar. No volvió la luz, el grupo electrógeno no arrancó y ya iban 12 horas. Cuando lo estaban por llevar al Hospital Evita dejó de respirar y llegó sin vida".
Su madre, Mariana Medina, contó que llamó en reiteradas oportunidades a la empresa Edesur para averiguar los pormenores del corte y para dar aviso de que en su casa vivía un paciente electro dependiente, pero no recibió respuestas. "Fue un combo trágico", resume Mauro Stefanizzi, vicepresidente de la Asociación Argentina de Electrodependientes.
En el transcurso del día, Mariana intentó comunicarse con Edesur pero explicó que por una deuda que tiene de más de 60 mil pesos, y no puede pagar, no le brindaban información.
Desde Edesur informaron que el corte fue programado y no un corte específico por deuda a la familia y que Valentino no figuraba en el Registro de Electrodependientes por Cuestiones de Salud.
La tragedia ocurrió por una gran cadena de irresponsabilidades, pero la falta de sensibilidad e inacción de la empresa definió la tragedia. Aunque Edesur no tenía en su base de datos a esta persona identificada como electro dependiente, la madre del niño fallecido lo advirtió al llamar a la empresa.
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