Nota misionera, Rocío Jiménez

En esta ocasión, la entrevistada fue Rocío Jiménez, de 6to C, quien relató cómo vivió su primer viaje de misioneros a Añatuya y cómo ayudó con la causa.

Luego de la entrevista, Rocío se tomó una foto con el equipo entrevistador.
Luego de la entrevista, Rocío se tomó una foto con el equipo entrevistador.

¿Formás parte del grupo misionero de la escuela? En el caso de que participes, ¿desde cuándo lo haces?

Sí, formo parte del grupo misionero empecé a ir a partir de la primera reunión de este año. Años anteriores no podía asistir por temas de horarios.

 

¿Qué actividades se realizan en el grupo misionero?

Durante las primeras reuniones lo que se hacía era organizar las cosas para Añatuya, pero a partir de ahora sinceramente no sé qué vamos a hacer, seguramente seguir buscando formas de poder ayudar a los demás.

 

¿Por qué te intereso el grupo misionero?

Entré al grupo misionero porque un montón de personas me hablaron, por ejemplo Gualupe Valle, una compañera de mi división que ya había participado años anteriores. Además es mi último año y lo veía como una oportunidad para realizar el viaje a Añatuya y poder ayudar.

 

¿Cómo te sentiste cuando te dieron la noticia de que serias una de las personas que iba a viajar?

Los primeros días me sentía bien, normal, pero a medida que pasaba el tiempo me empecé a emocionar cada vez más y tenía cada vez más ganas de ir para poder ayudar y jugar con los chicos.

 

¿Cómo fue tu experiencia en el viaje?

Tuve una experiencia hermosa, conocí personas en otro ámbito fuera del colegio y la verdad es que me sorprendí con algunas. Hice un montón de nuevos amigos, además jugar con esos chicos te da una felicidad que no te la olvidas más.

 

¿Tenés alguna anécdota que nos quisieras contar?

Sí, tengo muchas. Una de ellas sucedió el día del partido de Argentina en el mundial. Fuimos a la casa de una familia, la cual era una construcción muy precaria, en esa casa había una nena, empezamos a jugar con ella mientras todos miraban el partido y nos contaba que no tenía juguetes y que su día a día era ir al colegio, volver y ayudar a la madre con los animales que tenían o en la casa. Entonces esa tarde que jugamos con ella nos dimos cuenta que por lo menos un día pudo jugar y estar con otras personas.

 

¿Esta experiencia sucedió como lo esperabas?

Sí, incluso mejor todavía de lo que yo esperaba. Fue tan emocionante compartir momentos así con los amigos que conozco desde siempre, fue algo hermoso. Además, el grupo se unió un montón y ahora me hablo con gente que quizás antes del viaje no hablaba.

 

¿Esta es la primera vez que viajás? ¿Sentís que aprendiste cosas nuevas?

Sí, esta es la primera vez que viajo, y obviamente aprendí un montón de cosas, una de ellas es aprender a ver las necesidades del otro y comprender su situación desde un punto de vista que antes no lo tenía.

 

¿Qué sentiste cuando te fuiste? ¿Te gustaría poder hacer el viaje otra vez?

Cuando me fui de ahí fue algo muy triste porque los nenes te preguntaban si ibas a volver el año que viene y yo por estar en el último año de secundaria ya no voy a poder volver y no sabía que responderles. Y si volvería de nuevo yo creo que no, porque más allá de que ya no tengo otra oportunidad, me gustaría que otras personas pudieran experimentar lo mismo que yo y tengan una oportunidad de ir como yo la tuve.

 

¿Tuviste alguna mala experiencia en el viaje?

Mala experiencia no tuve, pero creo que lo “peor” del viaje por así decirlo fue bañarse con agua congelada y muy rápido, ya que si yo tardaba la persona que se bañaba después de mi lo haría con menos agua y así sucesivamente.

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