Entrevista a Claudio Toledo Castellano: “Mis alumnos me han enseñado a mirar con el corazón”

En el Centro Educativo Loreto, donde las mentes jóvenes encuentran su camino hacia el conocimiento, se encuentra uno de los más destacados maestros de nivel primario: Claudio Toledo. Conocido por su dedicación incansable, su pasión por la enseñanza de Prácticas del Lenguaje y su aprecio por las Ciencias Sociales, Claudio ha dejado una huella indeleble en la vida de muchos de sus alumnos.

Es conocida su su devoción por el libro "El Principito", que ilustra la profundidad de su conexión con la educación y la sensibilidad que imprime en cada una de sus clases. Por eso, en esta entrevista exclusiva, exploraremos su trayectoria y filosofía, y rememoraremos a quien no solo fue nuestro profesor de sexto grado, sino también un guía excepcional en el camino hacia el ingreso al nivel secundario.

E: Entrevistadores.

C: Claudio Toledo Castellano.

E: ¿Cuál es tu título? ¿Cuántos años llevás trabajando en Loreto y qué significa el colegio para vos? ¿Cómo llegaste a trabajar en esta Institución?

C: Mi título es el de Profesor en Educación Primaria, y hace poco terminé un ciclo de Licenciatura en Gestión de Instituciones Educativas.

Trabajo en el colegio hace 10 años. Empecé haciendo algunas suplencias, allá por el año 2012, y en el 2013 me ofrecieron un cargo como titular, que acepté sin dudar.

Silvina Espósito fue mi profesora en el Instituto de Formación Docente, en la materia de Didácticas de las Prácticas del Lenguaje, y también estuvo conmigo en las residencias y ateneos. Junto a Josefina Pérez, preceptora del nivel secundario, maestra de primaria y compañera del Instituto, fuimos a algunas entrevistas juntos en el año 2012. Recuerdo que nos recibió nuestro director, David Heras. En diciembre de ese mismo año recibimos la llamada tan esperada: habíamos quedado como docentes del Centro, ella en segundo grado y yo en cuarto.

E: Cuando eras chico, ¿alguna vez te imaginaste trabajando en el ámbito de la enseñanza?

C: Me encanta esta pregunta porque me permite recordar hermosos momentos de mi vida. En mi familia somos cinco hermanos, de los cuales soy el mayor. De pequeño, yo siempre jugaba al maestro junto a mis hermanas Romina y Rocío. En realidad, teníamos un juego llamado “Eva-eva” que consistía en tomarnos evaluaciones y calificarnos entre nosotros. Otros niños salían a la calle a jugar a la pelota o andar en bici, pero nosotros nos quedábamos corrigiendo las “eva-eva”.

Son recuerdos muy lindos porque siempre supe que quería ser docente. Primero pensé en la posibilidad de ser profesor de inglés, luego maestro de educación especial, y finalmente me decidí por la carrera de maestro de primaria.

Hoy en día todos en la familia somos docentes; de hecho Jesús, uno de mis hermanos menores, tiene la suerte de poder empezar su camino en la educación realizando algunas suplencias en Loreto.

E: ¿Qué te impulsó a elegir ser maestro de educación primaria en lugar de enseñar en el nivel secundario?

C: Realmente siempre me gustó la Educación Primaria. Si pudiera regresar el tiempo atrás y volver a tener la posibilidad de elegir para qué nivel estudiar, sin dudas elegiría nuevamente el primario.

Enseño hace varios años Prácticas del Lenguaje en los grados superiores del nivel y, en alguna ocasión, pensé en estudiar el Profesorado de Lengua y Literatura, pero solo para estar más capacitado frente al aula, no para trabajar en el nivel secundario. Creo que el Nivel Primario es la base fundamental para aprender a conocer, a hacer, a vivir juntos, a “ser” como personas, y soy muy feliz formando parte de él.

E: Aquellos que te hemos tenido como profesor sabemos que tenés una gran admiración por el libro El Principito. ¿Qué representa esta historia para vos y qué valores crees que puede transmitir a tus alumnos?

C: Y sí, El Principito merece un párrafo aparte. Personalmente creo que es un libro especial, que lo tiene todo para ser perfecto. Lo he leído con todos mis grupos, sin importar el grado en el que estén. Siempre que realizo la presentación del libro, además de hablar de su autor, el contexto, las ediciones y traducciones, lo que hago es hablar de su magia. El Principito es uno de esos pocos libros que podés leer cien veces, y cada vez que lo hacés te encontrás con algo nuevo. Creo que esto tiene que ver con las emociones del grupo, con lo que cada uno necesita creer cuando lee. Siempre digo que es el mejor libro para iniciar un recorrido como lector, porque es atrapante, te emociona, te hace reflexionar y reír.

Esta historia tiene mucho que ver con la niñez, que los alumnos mismos como lectores están atravesando. El Principito es un niño puro y simple, que a medida que va viajando y conociendo gente se va llenando de sabiduría. A través de su mirada, y de una forma muy bonita, va relatando la realidad, mostrando que los adultos no siempre comprenden a los niños. Gracias a esta maravillosa obra, y sin querer queriendo, los chicos aprenden valores como la amistad, la integridad, el amor y la confianza.

El Principito representa para mí, la posibilidad de exponer mi niño interior frente a los alumnos. Cuando lo leo en voz alta me indigno con estos adultos que no entienden nada, que no confían en nosotros, que no entienden nuestros dibujos… Porque todos tenemos a nuestro principito escondido y, créanme, si lo dejáramos salir un poquito todos los días, seríamos más felices.

E: ¿Creés que la generación actual ha perdido la costumbre de leer debido a la prevalencia de los teléfonos y las computadoras?

C: Mirá, yo no creo que los chicos lean menos; en realidad, yo creo que incluso lo hacen más. En las pantallas están todo el tiempo leyendo. Lo que nosotros como docentes tenemos que acercarles son oportunidades de lecturas literarias, contarles cómo puede impactar en ellos una buena narración. Es fundamental que tengan la posibilidad de tocar un libro y sentir la diferencia entre leer en papel y en la pantalla. La lectura se contagia desde la primera infancia, por eso es tan importante ofrecer buenos textos que les permitan fortalecer la concentración, alimentar su imaginación y mejorar el lenguaje.

Como docente trato de estar actualizado, permitiéndoles el uso del celular para determinadas actividades, como búsqueda de información. Creo que lo importante es que sepan utilizar las nuevas tecnologías como un recurso a su favor para aprender.

E: Por último, aunque tus alumnos aprenden mucho de tus clases, ¿sentís que ellos también te enseñan algo a vos?

C: Hace algunos años decidí empezar a proponer actividades de debate en el área de Prácticas del Lenguaje. No podría relatar, porque sería imposible lo mucho que aprendí al escucharlos. Los niños tienen voces que deben ser oídas y atendidas. Todos los días se aprende algo nuevo al prestarles atención.

Trabajando así, se crea un clima de respeto entre los alumnos y sus maestros, donde cada uno puede expresar sus ideas; y es que al fin y al cabo, todos tenemos cosas que aprender y enseñar.

Personalmente, mis alumnos me han enseñado a ser más paciente, a entender los vínculos desde otra mirada, a cuidar mi voz, a actuar en equipo, a disfrutar de mi trabajo y entender que mi título me permite ser un guía de sus aprendizajes, y no simplemente un profesor que enseña una materia. Pero por sobre todas las cosas, me han enseñado a mirar con el corazón.

E: Hermoso mensaje, ¡gracias por la entrevista, Claudio!

Profesor Claudio Toledo conduciendo un acto en el colegio Loreto.

Por Axel Díaz, Malena Fernández, Julieta Petrino y Agustina Rossi.