En un esfuerzo por comprender mejor el papel fundamental de la educación física en la formación de los jóvenes, tuvimos el honor de entrevistar a la destacada profesora Mariana Bonfanti.
Como uno de los pilares académicos de nuestra Institución educativa, la profesora Bonfanti, o “Marian” para los conocidos, nos comparte sus conocimientos y experiencias en un campo que trasciende más allá de la mera actividad física, abriendo un mundo de oportunidades para el crecimiento personal y el bienestar de los estudiantes.
Sin dudas, sus gritos motivacionales, sus chistes y sus notables ganas de trabajar y enseñar la vuelven una profesora única y querida por todos. Durante la entrevista, exploraremos la importancia del deporte en la vida de Marian, su enfoque pedagógico y cómo ha evolucionado a lo largo de los años para adaptarse a las cambiantes necesidades y desafíos de sus alumnos.
E: Entrevistador.
M: Mariana Bonfanti.
E: ¿Hace cuánto tiempo trabajás en Loreto y cuál es tu título? ¿Alguna vez has desempeñado otro trabajo?
M: En la Institución trabajo desde hace 19 años, desde abril de 2004. Mi título es el de Maestra Nacional de Educación Física y Profesora Nacional de Educación Física. En cuanto al ámbito educativo, trabajé también de preceptora. Por otra parte, cuando tenía 18 años fui repartidora y hacía encuestas; luego de eso me aboqué a la rama de Educación Física, en escuelas y en colonias de natación.
E: ¿Dónde hiciste el profesorado? ¿Qué te motivó a seguir esa carrera?
M: El profesorado lo hice en el Instituto Superior de Formación Docente N° 101 de Avellaneda. En cuanto a la carrera en sí, la elegí totalmente por vocación. Desde chica, la docencia se volvió parte de mi vida ya que mi mamá era maestra de grado, preparaba a alumnos para dar el curso de ingreso a las escuelas, y daba apoyo escolar también; entonces en mí casa todo el tiempo había chicos aprendiendo. Desde ese momento, siempre me gustó la docencia, enseñar, formar... Además, mi hermano también es profesor de Educación Física.
Básicamente, podría decirles que mi decisión por esta carrera va más allá de si me gusta el deporte o no; mi vocación es la de enseñar y educar.
E: ¿Nos podrías contar alguna anécdota de cuando estudiabas?
M: ¡Ay sí, horrible! Una vez, en un partido de hockey que habíamos ido a jugar mis compañeras y yo contra el Club Quilmes, recibí un bochazo en el tendón de Aquiles que me desmayó. Recuerdo que la pasé demasiado mal, fue un golpe muy fuerte.
Por otra parte, también me ocurrieron cosas naturales del oficio: lesiones, esguinces. Pero el golpe en el tendón de Aquiles fue algo que me marcó y de lo que no me puedo olvidar.
E: ¿Qué cosas sentís que caracterizan tus clases?
M: Personalmente, a lo largo de mis 26 años de docencia, los exalumnos que me cruzo en la calle o en el shopping concuerdan en decir todos lo mismo: ”Marian, lo que nos acordamos patente de vos es el ‘¡VAMOS!’, la voz, los gritos”. Así que me parece que eso me caracteriza, el tono de voz, que no lo perdí nunca y ya es parte de mí.
E: ¿Cuál es tu deporte favorito? ¿Lo practicaste alguna vez profesionalmente?
M: Mi deporte favorito es la natación; lo practiqué durante muchos años de mi vida en alto rendimiento en el Club Independiente. Comencé a los 3 años, y continúo yendo al Club. Nadé a nivel competitivo desde los 10 años hasta los 18, lo cual requirió de mucho esfuerzo, disciplina y sufrimiento, pero agradezco a la vida y a mi mamá por haberme dado la oportunidad de entrar en el Club y permitirme hacer este ejercicio.
Tengo los mejores recuerdos, y esta experiencia no solo me formó como deportista, sino que el deporte me formó como persona.
E: Por último, sabemos que hoy en día a muchos jóvenes les interesa más quedarse en casa usando el celular o la computadora, que salir a hacer ejercicio. ¿Qué consejo relacionado al deporte les podrías dar a los jóvenes de esta generación?
M: Yo creo que hoy en día todos tenemos problemas; nuestras cabezas están llenas de preocupaciones y responsabilidades, y el simple hecho de ir a correr, salir a jugar al fútbol, caminar en el parque… En sí, la acción de “ir”, de salir del encierro de nuestra casa, favorece a la mente, y lo mejor que nos puede pasar a nosotros para sentirnos bien es tener despejada y tranquila nuestra cabeza. Por este motivo, les sugiero a los jóvenes que salgan, que se diviertan al aire libre, que aprovechen la naturaleza y ejerciten sus cuerpos; los va a aliviar y a desconectar de todo.
El deporte, dejando de lado lo estético que nos puede brindar, ayuda mucho a nuestra salud, la cual debemos aprender a cuidar, y qué mejor que realizando ejercicio.
E: Muy buen consejo. ¡Muchas gracias por la entrevista, Marian!
Bonfanti Mariana, profesora del Instituto Nuestra Señora de Loreto, dando clases en el patio.
Por Axel Díaz, Malena Fernández, Julieta Petrino y Agustina Rossi.
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