El Grupo Misionero, donde se llevan a cabo todas las actividades solidarias que se realizan en la Institución, es un grupo de personas que con lo que tiene, con lo que es, con lo que puede dar, se embarca en una misión solidaria, con el fin de llevar a Jesús a los demás.
El mismo comenzó en el año 2013, aunque en 2012 se realizó un viaje con la gente del colegio "La Anunciación de Guillón", donde participaron ocho estudiantes de Loreto junto con dos profesores. Misionaron en Campo Gallo, en el norte de la provincia de Santiago del Estero, perteneciente a la diócesis de Añatuya. Por esto último, la misión es conocida como “Misión a Añatuya”, cuando en realidad no van a dicha ciudad.
En el principio, los alumnos que elegían asistir al grupo, se juntaban todos los jueves por la tarde, fuera del horario escolar, con los profesores a cargo. En ese espacio se iba formando a los misioneros en diferentes temas, como dinámicas de grupo, juegos, catequesis y oración. También se iban realizando actividades para juntar donaciones para llevar, y dinero para poder pagar el micro en el cual viajaban, ya que la idea siempre fue que los misioneros no tuvieran que abonar ni el viaje, ni la comida, sino que se consiguiera todo el dinero previamente.
La primera misión se realizó en septiembre (lo cual sirvió de experiencia para empezar a hacerlo en el mes de julio, ya que hace menos calor en la provincia). En esa misión conocieron al Padre Joaquín y junto a él, decidieron empezar a colocar plazas en los parajes en las próximas misiones. Desde la segunda misión, en 2014, se colocaron juegos de plaza en colegios y patios de las parroquias, también se realizaron actividades con los niños, catequesis y visitas de casas, además de repartir las donaciones de alimentos y elementos de higiene y limpieza a las diferentes familias.
El grupo misionero fue creciendo cada año y fueron asistiendo alumnos de todos los cursos, no solo de sexto y quinto año, como fue en los primeros años. Al día de hoy, las reuniones semanales son muy asistidas y se trabaja mucho, así cuando llega el momento de viajar se puede tener el dinero recaudado para la misión, para el micro y para el camión donde se trasladan las cosas; además de tener las actividades preparadas para poder realizarlas con los niños de Santiago del Estero.
La misión se pudo realizar hasta el año 2019, luego, debido a la pandemia del coronavirus, no se pudo viajar ni en el año 2020 ni en el 2021. Sin embargo, se pudo colaborar desde el colegio enviando donaciones de dinero. Durante el primer año de pandemia, los encuentros eran de forma virtual, para poder mantener el contacto y seguir en pie con el proyecto, luego en 2021 fue alternando entre virtualidad y presencialidad, con el mismo objetivo.
En 2022, en marzo, empezaron a juntarse presencialmente todos los miércoles, con la esperanza de poder volver a viajar después de dos años. En ese mismo año, se realizó un bingo solidario con el que se recaudó gran parte de dinero para poder pagar el micro y camión. Además, se cuenta con el apoyo y aporte económico de las familias de Loreto. A mediados del mes de junio se pudo volver a misionar en Campo Gallo.
La misión es una experiencia única, donde se puede ver una realidad que no vivimos cotidianamente, pero que existe. Uno vuelve más lleno de lo que se fue al emprender el viaje, se reciben sonrisas de los niños, abrazos, amor y agradecimiento.
De todas maneras, la misión no queda solamente en Santiago. Además de viajar, se realizan actividades en Avellaneda, tales como participar del Día de las Infancias en el "Campito de Villa Corina", ayudar con alimentos en la noche de misericordia, participar en celebraciones en la parroquia, visitar hogares de día, entre tantas otras. También hay una misión conjunta, que se realiza con otros dos colegios de la Congregación; San Felipe Neri y La Anunciación, con el objetivo adicional de fortalecer los vínculos entre los estudiantes de los tres colegios.
A lo largo del año vamos a ir subiendo al diario del colegio entrevistas de distintos alumnos, exalumnos y profesores que tuvieron la oportunidad de vivir la experiencia de la misión.
En esta primera foto, observamos uno de los juegos que se realizan cantando canciones entre todos.
Grupo que viajó a Añatuya en el año 2022, junto a niños y personas que viven allí.
Foto de los chicos del colegio Loreto bajando del camión las cosas que fueron donadas.
Misión conjunta con los otros colegios de la Congregación.
Por Noa Abril Cecchi Alberdi; Julian Arcomano; Tomás Daniel Gibert; Bautista Medio y Maitena Suárez.
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