Entrevista a Graciela Balducci

En esta ocasión, tuvimos la oportunidad de entrevistar, ni más ni menos, que a una de las mejores profesoras de matemática que tuvo Loreto en estos 60 años. Conozcamos un poco más sobre ella…

Por Valentina Hasenaur y Florencia Vazquez de 6to B

E: Entrevistador 

G: Graciela Balducci 

 

E: Antes que nada, le queríamos dar las gracias por aceptar nuestra entrevista y, para comenzar, nos gustaría que nos diera un mini resumen de su vida. 

G: Bueno… Me presento, mi nombre es Graciela Balducci. Fui profesora de matemática de Loreto durante 43 años. Me retiré el 30 de septiembre de 2011, por lo tanto, los recuerdos que tengo del colegio son muchos. Siempre fui profesora de los últimos años del nivel secundario.

 

E: ¿Qué cosas extraña de Loreto? 

G: Para ser sincera, lo que más extraño del colegio es a los alumnos. La pasaba bien con ellos porque me gustaba enseñar.

 

E: ¿Por qué motivo decidió seguir dando clases? 

G: El motivo por el cual decidí seguir dando clases, aunque ahora de manera particular, es porque considero que las matemáticas siempre fueron lo mío y algo que estuvo presente en toda mi vida. Además, me gusta que los chicos logren entenderla y poder hacer que ellos razonen lo que es la matemática, debido a que no se debe estudiar de memoria sino que deben saber de dónde sale.

 

E: ¿Tiene alguna anécdota que la haya marcado dentro del colegio? 

G: De anécdotas tengo un montón, una de las tantas fueron los viajes. Tuve la oportunidad de acompañar a los chicos de segundo, a los de cuarto, a los de quinto, y sexto. Por otro lado, otro momento que recuerdo a la perfección fueron las silbatinas que tuvo que aguantar mi esposo, cuando íbamos a las reuniones que se hacían para recaudar fondos y así poder ayudar a la construcción del colegio. Ya que los varones de quinto año, cuando entrábamos, le silbaban o le decían de todo.

 

E: ¿Sigue teniendo relación con algún compañero de trabajo?

G: Sí, con muchos compañeros, por ejemplo, sigo manteniendo relación con la profesora Rial, la Pichu, Laura Flamini, Silvana Brovida, Jorge Giampetruzzi, ex director del colegio, y con Silvina.

 

E: ¿Cómo se siente al ver que algunos de los alumnos que tuvo ahora se convirtieron en profesores de matemática? 

G: Una alegría inmensa, creo que si muchos han seguido la carrera es porque les inculque el amor a la matemática. Me lo han dicho ya varios. Por ejemplo Viviana Bisonni, ex alumna mía y ex profesora de matemáticas del colegio, y Gisela Seca, que se encuentra dando clases en el San Ignacio actualmente.

 

E: ¿Qué característica considera que fue la que logró que la consideren como una de las mejores profesoras de matemática? 

G: Supongo que me caracteriza mi forma de enseñar y de explicar, porque muchos me lo han destacado y, hoy en día, lo siguen haciendo.

 

E: ¿Qué viaje de los que hizo con el colegio le gustó más? 

G: Sin dudas, los viajes a Mendoza, porque para mi ese viaje es irrepetible. Ya que el disfrute que tienen los chicos, las actividades que hacen, la relación que puede lograr el profesor en ese momento con los alumnos, es completamente diferente. Yo en ese momento era una más del grupo, hacía las mismas actividades y, al momento de tirarnos al agua, era la primera en hacerlo, porque ese tipo de cosas siempre me han divertido y gustado. 

 

E: ¿Cuál fue la situación más polémica que vivió dentro en el colegio?

G: La situación más fea que viví dentro del colegio fue cuando tuve un alumno sordo mudo. Yo tenía una relación muy intensa con los padres para ver cómo podía lograr que me entendiera. Pero, sin embargo, cuando llegó al último año, al momento de enseñarle análisis matemático se me hacía imposible que lo comprendiera. Por lo cual, sus padres me denunciaron por ser “una profesora que solo iba a lucir modelos de ropa y no dar clases”. Entonces tuvimos juicios y me venían a observar de distintos lugares a ver como trabajaba en clase. La verdad la pasé muy mal, pero por suerte, salí airosa. Mismo, fui profesora de matemáticas de la primera alumna ciega que tuvo el colegio y, para poder enseñarle, me comunicaba con su otro profesor de matemáticas y aprendí el sistema braille. Pero fue una situación completamente diferente y más agradable. 

 

E: Si tuvieras la oportunidad, ¿volverías a dar clases en Loreto? 

G: Me encantaría, porque me gusta y disfruto estar con los adolescentes. 

 

E: En el caso de que deje de enseñar matemática, ¿qué le gustaría hacer en su tiempo libre? 

G: Por suerte haciéndolo puedo pasear y disfrutar de la familia. Pero si dejara de dar clases, como mi esposo también sigue en actividad, no sé qué más haría, pero sí sé que me costaría quedarme de brazos cruzados. 

 

E: Y para finalizar le queríamos consultar, ¿cuántos partes y amonestaciones puso a lo largo de su trayectoria en el colegio?

G: Que yo pusiera una sanción disciplinaria era muy raro, por esa razón cuando mandaba un parte pidiendo una sanción, nadie por parte de los directivos me preguntaba el motivo. No apliqué muchas amonestaciones porque mi método era hablar con los chicos y lograr que entren en razón. 

 

“Amo la matemática, amo enseñar y voy a seguir haciéndolo hasta que pueda”. Graciela Balducci, ex profesora de matemáticas del colegio Loreto

 

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