En el día de hoy, vamos a entrevistar a Lucio Pedro, exalumno de Loreto. Tiene 61 años y reside cerca de la institución.
Por Agustín Pedro
E: Entrevistador
L: Lucio Pedro
E: ¿Durante qué años estuviste en el colegio?
L: Cursé el primario desde 1964 hasta 1970. Se llamaba Instituto Enrique Riopedre y cursé toda la primaria durante el viejo sistema educativo. Estuve en primer grado inferior y superior, que después cambió a séptimo grado.
E: ¿Cómo era el uniforme en ese entonces?
L: Se usaba el mismo pantalón gris, con camisa clara y una corbata con saco bordo. Cuando entrabas al aula, tenías que sacarte el saco y ponerte el guardapolvo. Era gris y pesado, no como los actuales.
Los grados más chicos sólo podían usar pantalón corto con medias tres cuartos, a partir de 4to pude usar pantalón largo.
El uniforme de gimnasia era pantalón y remera blanca con un buzo azul.
Claramente en esa época no hacía falta aclarar que no se podía ir con aritos, pelo de color, tatuajes ni nada por el estilo, era siempre con pelo cortito y peinado.
E: Por lo que me contaron, Loreto era un colegio sólo de hombres, ¿cuándo se hizo mixto?
L: Aproximadamente desde 1967 es mixto. Cuando empecé quinto grado ya habían cuatro o cinco mujeres en el curso, pero seguía siendo muy raro.
E: ¿Había kiosco en ese tiempo? ¿Era muy distinto de lo que se vende ahora?
L: Sí, había. También estaba en el mismo lugar que está ahora y vendían las mismas cosas, más que nada para desayunar y para almorzar vendían sándwiches o pizzetas.
E: ¿Tenían alguna materia que podríamos considerar rara?
L: Teníamos las mismas materias que en primario actualmente: Matemática, Sociales, Naturales, Inglés y Lengua, que en ese momento se llamaba Castellano. Además, no había talleres después de clase.
E: ¿Existía la quinta de Loreto?
L: Sí, existe desde el comienzo. Allá se hacían los festejos del día del estudiante y algunas convivencias, más o menos lo mismo que se hace ahora.
E: ¿Por qué no continuaste durante el secundario?
L: No seguí porque no existía. Estuvo en construcción hasta los 70 y, para que tengas una referencia, el colegio llegaba hasta el pasillo donde actualmente se une primario con secundaria.
E: ¿Se hacían las confirmaciones y comuniones en grados específicos como es ahora?
L: Sí, la comunión se solía hacer en primer grado superior y la confirmación en segundo. En ese momento vendrían a ser tercer y cuarto grado. Antes de realizarla tenían que hacer catequesis y asistir a misas.
E: ¿Tenés algún recuerdo raro de algo que tenga el colegio en ese tiempo?
L: Lo único raro que recuerdo es que cuando se inauguró el colegio había bancos de madera individuales con espacio para la lapicera y el tintero. Siempre se usaban las lapiceras con tintero o plumas de fuente, funcionaban como si fuera una jeringa y se absorbía la tinta. También tenían un cajoncito dentro del pupitre donde guardabas las cosas. Hablando del tintero, los mapas los teníamos que hacer a mano muchas veces y si se caía una gota de tinta, aparte de tener que limpiar el banco, tenías que empezar todo el trabajo de nuevo.
E: ¿Qué hacían durante los recreos?
L: Jugábamos mucho a las escondidas y a la mancha, sino también a juegos más tranquilos como el trompo, las bolitas, con las cartas, las figuritas y algunos álbumes.
E: ¿Cómo festejaban las fechas patrias?
L: Durante las fechas patrias tenías que ir al colegio y se hacían los actos siempre, no existía eso de pasar las fechas y festejarlas otros días. No importaba si era sábado o domingo, tenías que asistir al colegio igual y bien vestido, con escarapela y el uniforme bien puesto.
E: ¿Eran muy exigentes?
L: Nos solían mandar mucha tarea y yo era una persona muy estudiosa. De por sí ya estaba mucho tiempo para hacer las tareas y cumplir con todo lo que pedían, y yo me esforzaba el doble para que todo saliera perfecto y poder sacar una buena nota.
Pese a ser primaria, siempre fue un colegio muy exigente y complicado en varios aspectos.
Le queremos agradecer a Lucio por la entrevista con la que junto a él recordamos aspectos del lugar donde seguimos creciendo.
Clase de 1969, quinto grado de Lucio Pedro
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