Es algo ya sabido el hecho de que, hoy en día, la música nos acompaña en todo momento. Desde las situaciones más tristes y penosas, hasta los momentos de mayor felicidad. Es un “amigo” o “compañero” del hombre. No podemos escapar de la música, ya que nos sigue desde pequeños. Siempre encontraremos a aquella persona que dice, muy convencida, “yo no escucho música”, dando a entender que esta misma no ocupa ningún lugar en su vida. Sin embargo, es muy probable que recuerde situaciones de su infancia donde su padre, con su antigua radio, escuchaba tango los domingos. O cuando acompañaba a su madre y cantaba las canciones de la iglesia. Por lo tanto, si la música forma parte de algo tan valioso como un recuerdo de su infancia, entonces, esta misma es más importante en su vida de lo que esta persona piensa.
Por Joaquín González
En sus inicios, la música era utilizada como un método de comunicación entre los humanos. Sin embargo, esta no se enseñaba como una “asignatura”. Fue algunos siglos después, cuando el hombre se dio cuenta que entender lo que uno hacía cotidianamente, era algo muy importante.
Desde el pensamiento más básico, uno puede decir: “Si yo puedo cantar una canción, o tocar un ritmo en un redoblante cuando voy a la cancha, ¿para qué quiero saber cómo funciona la música?”. La mayoría de los que pensamos esta nota venimos al Centro Educativo Loreto desde que recordamos. Nos criamos acá adentro, algo así como una segunda casa, y por eso rememoramos las clases de música en la primaria. En aquella época, quizá nosotros veíamos esas clases con la maestra Sandra como algo aburrido en ciertos momentos, ya que algunas veces tocábamos canciones en la flauta entre todos. Lo que realmente nos divertía mucho, pero otras clases se basaban en lenguaje musical o teoría, algo que nos resultaba muy pesado y lo veíamos como algo inútil. Sin embargo, era algo fundamental. Pongamos un ejemplo: leemos un texto en inglés, con una pronunciación excelente, ya que la entrenamos mucho y nos sale a la perfección, pero no tenemos idea de lo que significa. A pesar de que tengamos una pronunciación casi británica, nunca podríamos entablar una conversación con una persona cuya lengua materna sea el inglés, ya que no tenemos la menor idea de cómo expresarnos.
En nuestro colegio, se empezó a incluir la asignatura música desde hace no mucho tiempo. Más allá de “entender a la música” como antes expliqué, vamos a analizar ciertos motivos por los cuales es realmente un hecho enriquecedor que nuestra institución haya incorporado esta materia al plan de estudio. Estar expuesto a la música en un ambiente educativo ayuda a la comunicación, a aprender a socializar. Es muy útil en la parte cognitiva, incluso en la motricidad, para organizar el movimiento con los ritmos; y a reconocer emociones. Estos son solo algunos de los beneficios de la educación musical: aporta un ambiente muy positivo al aula, favorece la integración entre los compañeros de clase, potencia la atención, impulsa el razonamiento espacio-temporal y ayuda con la memoria. También, mejora el aprendizaje de la lectura, las matemáticas y otras materias; enriquece el vocabulario; enseña a valorar el silencio personal y ambiental; refuerza el desarrollo motor; aumenta la creatividad y la capacidad de la memoria.
Además, no hay que dejar de lado que la música ayuda a interrelacionar conocimientos, por lo tanto es capaz de hacernos vincular cosas aprendidas en otras materias. Por ejemplo, es sabido que la música está conformada por ritmos, y no es nada nuevo aclarar que el ritmo es puramente matemático, por lo tanto, la música está minada de esta ciencia exacta.
Es más, a partir del estudio de un instrumento se pueden trabajar muchos tópicos, como por ejemplo geografía. Si investigamos de dónde es originario, historia al momento de ver cuándo apareció, física en cuanto a la acústica y sonoridad, etc. Nosotros recordamos que, en quinto grado, la profesora de música nos dio la tarea de hacer un instrumento en clase. Muchos hicimos guitarras, otros sikus, con tubos de cartón de papel de cocina, y esto claramente es poner en práctica manualidades de los alumnos, lo que genera una clara relación con el arte manual.
Por último, es importante recordar que, en la escuela primaria, participamos de muchos actos donde tocábamos diversos instrumentos en conjunto, lo que claramente ayuda y estimula al trabajo en equipo y al compañerismo.
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