Te lloré tanto,
las mejillas se me hicieron sopa,
te lloré tanto,
que fundé mares,
¡Qué inocente yo!
pensé que eso era un vínculo.
Una conexión de punta a punta,
que permitiera encontrar raíces,
puntos donde mi línea toque tu eje,
donde me mires y veas que me querías.
Pobre del planeta que maté,
mandando mensajes en botellas,
pensando que quizás me leerías.
Volví a abrir la canilla,
¡que me ahogue y mate por no ser suficiente!
por no poder llegarte,
ni con la mejor poesía.
¡Y todo casi muere!
porque yo no quería ver,
que yo era demasiado mar,
para un pobre estanque.
¡Con razón me agobiaba tanto estar con vos!
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