Bingo solidario

Como todos los años, se realizó el bingo solidario para la misión a Añatuya. Este año los misioneros se encargaron de toda la preparación previa.

 

La preparación consistió en recaudar fondos vendiendo cartones del bingo, repartiendo las tareas dentro del grupo para todas las actividades a realizar el día 16 de mayo (meseros, ayudantes en la kermesse, cajeros, ayudantes de caja, el sector de la mesa dulce, vendiendo cartones y rifas), con cartelitos de colores: los naranjas eran ayudantes de la kermesse, amarillo ayudantes de la comida y violeta se encargaban de vender cartones y rifas. También, la preparación de juntar toda la vajilla necesaria como vasos, bandejas de cartón y servilletas. Recibimos donaciones de la carnicería, situada en la esquina del colegio, de bondiolas y también hubo alumnos que colaboraron con la vajilla descartable. 

Misioneros en reunión antes de comenzar el bingo

 

Fue todo un desafío armar las mesas, que eran del comedor que usan actualmente los alumnos de primaria. Hubo que bajarlas y subirlas de las escaleras, enumerarlas y cada mesero tenía su mesa asignada, le tomaba el pedido ya sea de la comida salada o dulce y se lo llevaba a su respectiva mesa. Cada uno de ellos tuvo la responsabilidad de llevar su propia bandeja para atender a los invitados y participantes del bingo. En la mesa dulce, también se vendían los alimentos tipo kiosco, es decir, había una persona encargada de cobrar y otra encargada de servir las tortas y el café, que fue donado por el kiosco de la institución. 

 

Las mesas listas para que llegue la gente

 

 Como cualquier bingo, se necesitaban premios, así que pusimos manos a la obra y entre todos los emprendedores conocidos dentro y fuera de la institución, les pedimos la colaboración de que donen los que ellos tenían al alcance de sus manos. Por ejemplo, recibimos velas aromáticas, entradas para funciones de teatro, bufandas, jabones, cremas de Natura y Mary Kay, tazas pintadas a mano, plantas, tortas, productos de limpieza, entre otras cosas. Todas estas nos encargamos de agradecerles a los emprendedores por las historias del Instagram de la institución, previo a la celebración del bingo. 

Además, se ofrecía un desayuno o merienda, de tortas dulces, situada en el buffet del colegio, se vendía torta de ricota y manzana, pastafrola, bizcochuelos variados, brownie, budines, pepas, chipá y café. Este sector se llevó a cabo por las donaciones de alumnos de cada curso de la institución, los cuales donaron dos tortas por curso y en algunos casos tres. 

 

La compra de la comida y bebida fue organizada por Roberto Noel (profesor de Economía y contador), Luciano Barbalace (organizador del grupo misionero y profesor de Ciencias naturales), Celeste Avaca (organizadora del grupo misionero y profesora de Catequesis) y Silvina Esposito (directora de la Institución). Las opciones de comida fueron: hamburguesas, las cuales costaban $350 (trescientos cincuenta pesos), Choripán $400 (cuatrocientos pesos), Bondiola $500 (quinientos pesos) y Paty veggie de tres variedades distintas, (soja y calabaza, soja y espinaca, y soja) $ 350 (trescientos cincuenta pesos). Todo esto acompañado de papas snack, donadas por L.E.Q de la familia Cardona y un vaso de gaseosa. 

 

Como el objetivo era jugar al bingo y que la gente pudiera divertirse, se vendieron cartones anteriormente a la fecha como entrada a $400 (cuatrocientos pesos), estos eran cuatro jugadas. Y luego, ese mismo día, se ofrecían cartones comunes que sus costos eran $150 (ciento cincuenta pesos), y cartones especiales a un costo de $250 (doscientos cincuenta pesos). Dichos cartones comunes tenían premios: la línea de $1.000 y el bingo de $2.000 en la primera jugada. En la segunda jugada, la línea de $1.500 y el bingo de $3.000, en la tercera jugada la línea de $2.000 y el bingo de $4.000 y por último, en la cuarta jugada, la línea $2.500 y el bingo $5.000. En los cartones especiales el premio era el 50% de lo recaudado en la venta.

Gente participando del bingo

En la conducción del bingo, teníamos a la locutora y productora de Canal 9, Bárbara Casen. Desde ya, agradecemos toda su buena predisposición, para esto se montó un escenario en el patio del colegio, con un bolillero y el tablero de los números para que pueda ser más didáctico el juego. Ella nombraba los números, preguntaba si alguien había hecho línea o bingo y también hacía las rifas, las cuales tenían como premio los donados mencionados anteriormente. 

 

Luego de todo esto, y dado por finalizado el juego y la participación, los misioneros se encargaron de que la institución quede en condiciones de devolver los bancos a las respectivas aulas y subir nuevamente las mesas del comedor, barrer el patio, limpiar y acomodar para que el lunes podamos volver a clases normalmente. 

 

Conductora Bárbara Casen con el tablero de números

Escribir comentario

Comentarios: 0