Explicarle algo al compañero con el que te sentás, poner la mesa en casa, charlar con tus amigos en el recreo… En todos estos actos tan cotidianos, la solidaridad está presente.
La solidaridad es una virtud humana que debe ser conocida en cada rincón del mundo. Es algo que está en casi todo lo que hacemos, aunque tal vez no lo percibamos porque nos parece muy pequeño e insignificante. No es cierto lo que escuchamos a menudo, que un acto solidario es una acción grandiosa que conlleva mucho esfuerzo y dedicación. En la Iglesia esta virtud es indispensable; sin solidaridad no hay comunidad, y sin comunidad no hay Iglesia. A veces, la gente se olvida que la Iglesia no es solo predicar y dar misas todos los días, su verdadero propósito es unir a la gente. También, pasamos por alto la diferencia entre la Iglesia como institución, con su dogma y edificaciones, y la verdadera Iglesia, que es la que está dentro de cada uno. Por eso, aquellos que desean ayudar al prójimo se valen de diversos valores y virtudes como lo son la solidaridad y hermandad.
Este aspecto no resulta ajeno a la Parroquia de Loreto. Uno de sus varios proyectos es el que desempeña en el merendero “Tacitas Azules”, que vuelve a abrir sus puertas un año más de forma gratuita. Algo tan simple y cotidiano como la merienda (que podemos llegar a pensar como estándar) resulta inaccesible para mucha gente, por eso, la comunidad de Loreto se asegura de que llegue cada vez a más personas. Y es que, para la mayoría de ellas, el encuentro supone la única comida que realizan en el día. Actualmente, la cantidad de personas que acuden a las tardes se incrementó, por lo que es evidente que la pandemia nos afectó a todos, pero a algunos más que a otros.
Desde el martes 19 de abril, el merendero comenzó a recibir, como ya es costumbre, a decenas de familias, adultos y chicos de todas las edades, para brindarles una tarde amena y una rica merienda. Estas son familias que no tienen la posibilidad de acceder a estas experiencias por su cuenta, por esto mismo es importante permitirles un espacio como lo es el merendero para que conozcan lo que es el servicio, la convivencia con el otro y la caridad. Es un espacio para compartir y para buscar apoyo. Se crean recuerdos tal como sucede en la mesa de casa cuando nos reunimos para la cena.
Los trabajadores de allí son un ejemplo muy claro de bondad y misericordia. Tienen la amabilidad nata de compadecerse del prójimo, acercarse y ayudarlo. Encuentran lo valioso en lo sencillo y en las personas. No sólo colaboran con comida, también brindan apoyo escolar para los chicos, realizan actividades recreativas para entretenerlos y donan ropa. Su principal motivación no es ser remunerados o conseguir algo a cambio, el simple hecho de estar para el otro los llena. Definitivamente en este lugar el amor es moneda corriente.
Los encuentros son todos los martes y jueves (excepto feriados) de 17 a 18 horas en la parroquia. Cada familia deberá traer su propia botella para que sea cargada. Pueden mantenerse al tanto y seguirlos en Instagram, los encuentran como @tacitasazules. Están invitadas todas las personas que necesiten acudir a este tipo de jornadas.
Recordamos una vez más las donaciones que se juntarán por año, se pueden dejar en portería o en secretaría:
1° año: Leche larga vida
2°año: Azúcar
3° año: Chocolate
4° año: Mate cocido
5° año: Té y jugos
6° año: Galletitas
Aun así, pueden colaborar con lo que gusten e incluso traer alimentos de años que no sea el suyo. Pueden hacer correr la voz y pasar este listado a conocidos que no pertenezcan a la institución para que aporten su granito de arena. Tengan presente que esto es para mejorar el día a familias con carencias, para nosotros es gastar 100 pesos en un paquete de galletitas o alguna golosina, para ellos es llenarle la panza a sus hijos. Es hacer sentir querido a alguien que es olvidado por (casi toda) la sociedad.
¡Desde la comunidad estudiantil le deseamos un próspero año al merendero y a sus familias!
Cronograma 2022 del merendero subido a @tacitasazules
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