Organizando la Misión Añatuya

En este 2022, luego de atravesar dos extensos años de pandemia, afortunadamente, se realizará la misión a Añatuya.  ¿Añatuya? ¿Qué es eso? ¿Un lugar? ¿Una ciudad? ¿Un campo? ¿Una comida? ¿Dónde queda?

  Añatuya es una ciudad ubicada al sur de la provincia de Santiago del Estero,  su nombre proviene de la voz quichua, que significa "zorrino”. De ahí que este sea el símbolo de la ciudad.  El distrito donde está ubicada, General Taboada, tiene un índice crítico de pobreza crónica: casi el 34% de su población vive en situación de extrema marginalidad. Se iluminan con baterías,  no tienen agua corriente, gas, ni cloacas.

  La misión, entonces, consiste en viajar a dicho lugar, con el fin de  brindar respuestas urgentes a necesidades básicas insatisfechas y generar soluciones reales a sus problemas para quebrar el ciclo intergeneracional de pobreza.  Llevamos, por un lado, todas las donaciones recaudadas: comida, ropa, juguetes, útiles escolares, elementos de higiene personal, entre otras cosas. Y las “catequesis”.  Pero, ¿qué son las catequesis?, son  juegos para que los niños de diferentes escuelas puedan reflexionar acerca de la palabra de Dios. Les leemos una cita del evangelio. Para ello, los organizamos en tres grupos según sus edades y proponemos, mediante actividades lúdicas, acercarlos a la palabra de Dios.

 También se construyen plazas en distintos lugares de Añatuya para que los chicos tengan un lugar de esparcimiento y contacto con la naturaleza, desarrollando actividades al aire libre. Todos los integrantes del grupo misionero nos trasladamos en micro, el viaje tiene una duración aproximadamente de 12 horas. Permanecemos allí seis noches y siete días. Recorremos diferentes escuelas en distintas localidades (Libarona, 25 de Mayo, Campo Gallo, Cuatro Esquinas, Santa Rita). Nos alojamos en una parroquia, allí se encuentra el padre Juani y los nenes que nos esperan siempre con mucha ansiedad y felicidad. Viajar  implica  ayudar,  acompañar a los niños  en sus tareas escolares, jugar, compartir.  Pero, para que todo esto pueda ser posible, es necesario conformar un grupo. Uno sólido, que funcione más allá de las diferencias y de los intereses personales, teniendo como único objetivo llevar adelante la Misión.

 Cabe señalar que más allá del éxito que se produce a nivel colectivo, a nivel personal las experiencias vividas son significativamente enriquecedoras. Tener una vivienda digna, un plato caliente de comida, agua para poder bañarse, son hechos que adquieren un valor aún más importante luego de realizar esta hermosa misión.

 Para poder recaudar todo lo necesario para realizar el  viaje, el grupo misionero organiza diferentes actividades solidarias. Por ejemplo, el próximo domingo 15 de mayo se  llevará a cabo el Bingo Solidario. Consiste en un evento que se realiza en el colegio hace ya varios años, con resultados muy positivos vendiendo comidas, bebidas, dulces,  cartones para poder participar del juego y rifas. Es una jornada muy cálida, familiar y recreativa. Este año se implementará una kermesse con el objetivo de que los niños más pequeños que asistan y no puedan participar del bingo, logren divertirse y pasar una agradable jornada. Para poder realizar dicha actividad, se consiguieron donaciones de diferentes comercios barriales, así como también la colaboración de familiares de alumnos, exalumnos, profesores y de la comunidad educativa.

 Otra actividad que se realiza  para recaudar fondos es la Feria Americana, la misma se realiza generalmente en la plaza ubicada en la catedral de la localidad de Quilmes. En ella vendemos ropa usada en buen estado para niños, niñas y  adultos. También se ofrecen calzados, comidas y bebidas. Esta  iniciativa puede concretarse gracias a las donaciones y al arduo trabajo que realizan todos los miembros del grupo misionero, concientizando sobre la importancia de donar para una causa tan noble como es Añatuya.

 También, los días viernes contamos con la aprobación por parte de la dirección de la escuela para poder vender durante los recreos golosinas, tortas, pochoclos, chipa. Este “Candy misionero” está destinado a los estudiantes, docentes y directivos.

 Afortunadamente, contamos con la solidaridad de todos los miembros de nuestra comunidad educativa. Sabemos que en estos tiempos tan difíciles en los cuales la situación económica de la mayoría de las familias no es la más holgada, el espíritu solidario y colaborativo están presentes como desde el primer día.

 Ser parte de este grupo no es una tarea simple, requiere de mucho tiempo y dedicación pero tiene una hermosa recompensa: “la sonrisa de una persona y su agradecimiento quedan guardados para siempre  en nuestros corazones”.