Entrevista al Padre Jhonny

En esta sección del diario tuvimos el enorme placer de entrevistar al Padre Jhonny, así como conseguir las primicias de la historia de su vida. En esta nota, te invitamos a conocerlo un poco más.

Por: Aylén Siso

E:  Entrevistador

P:  Padre Jhonny

 

E: ¿Dónde nació y cuándo vino a la Argentina?

P:  Nací en Filipinas el 21 de agosto de 1989, vine acá a la Argentina el 04 de mayo de 2018.

 

E: ¿Le fue difícil adaptarse a la Argentina? ¿Qué fue lo que más le costó y lo que más le gustó?

P:  La adaptación es un proceso diario, un lindo desafío siendo extranjero. Me costaba el idioma, no tanto aprender sino en cuanto a hablar. Aún así, mi integración como sacerdote fue una experiencia linda, de las que más me gustó, como poder acompañar personas que necesitan escuchar la Palabra de Dios y llevarlos hacia Él desde cerca.

 

E: Cuéntenos, ¿Cómo nació su vocación?

P:  Entré en el seminario en Filipinas en el 2006, tenía 16 años. La historia de mi relación personal con el Señor empezó con una propuesta de parte del grupo misionero del colegio: actividades pastorales, ir a misionar, estar con amigos, etc. No tenía una idea clara de lo que significaba ser sacerdote, pero tenía mucha sed de Dios. Contaba con el deseo de que poco a poco el Señor me vaya restaurando, y sobre todo de ayudar a los demás. Esta “sed” se convirtió en una amistad fuerte y verdadera, hasta que decidí entrar en el seminario para entregar mi vida a Él.

 

E: ¿Qué le trajo de nuevo Loreto?

P:  Ser un sacerdote religioso (no diocesano). Mi vida es una vida entregada en Misión. El Delegado del Superior General me envió a la Comunidad de Loreto, para acompañar la Pastoral del colegio y como vicario de la parroquia.

 

E: ¿Tenía pensado estudiar o dedicarse a algo diferente?

P:  Me hubiese gustado estudiar la carrera cinematografía: artes audiovisuales, realización cinematográfica, dirección de cine y televisión, o también fotografía.

 

E: ¿Hay alguna persona que haya marcado de manera importante su vida?

P:  Sí, mi abuela materna. Ella, siendo de otra confesión religiosa (Testigo de Jehová), me ha introducido en lo que es vida de oración y fe en la Iglesia Católica. Fue un instrumento de mi acercamiento a la Iglesia.

 

E: ¿Qué pensaron sus familiares y amigos al enterarse de su vocación?

P:  Fui el tercer miembro de la familia que entró en el seminario. Primero fue mi abuelo, luego mi tío y, después de muchos años, yo. Pensaron que iba a pasar lo mismo que con ellos, que después de un tiempo dejaría el seminario. Pero con mi oración personal y con la ayuda de mi familia, el Señor me seguía iluminando en el proceso. Pude perseverar en los estudios y formación en el seminario, hasta que entregué definitivamente mi vida a la Iglesia y al Señor como sacerdote.

 

E: Háblenos un poco de su país de origen

P:  Filipinas es un país del sur de Asia en el Pacífico Occidental, que abarca más de siete mil islas. Su capital, Manila, es famosa por su paseo costero, y Binondo, el barrio chino de siglos de antigüedad. Intramuros, una ciudad amurallada en la época colonial, es el núcleo de Manila Antigua.

 

E: ¿Qué fue lo que más le costó dejar atrás a la hora de irse de Filipinas?

P: ¡Me costaba dejar la familia! Sin embargo, aprendí a transformar esa dificultad en oración. Decía, “Señor me llamaste y aquí estoy, te entrego mi familia, llena de tu presencia mi ausencia en medio de ella”.  Desde ese momento, poco a poco esta entrega me liberaba de la tristeza de no poder verlos, sabiendo que el Señor se encargaría de ellos.

 

E: ¿Cómo se compone su familia?

P:  Tengo a mis padres que viven en Filipinas, este año cumplieron 31 años de matrimonio. Además, tengo una hermana, que formó su familia y tiene dos hijos.

E: ¿Qué tarea desempeña en el colegio?

P:  Estoy en la Dirección Pastoral de Jardín y Primaria, y desempeño una tarea de conducción en el área de D. E. F. del colegio (Departamento de Educación en la Fe, abarca las áreas pastorales que permite una evangelización permanente dentro del colegio).

 

E: ¿Tiene algún hobby en particular?

P:  Sí, la fotografía, la filmación y la edición de videos.

 

E: ¿Pensó en algún proyecto para el colegio?

P:  Sí, promover actividades extracurriculares que incluyan a toda la escuela, buscando la inserción de las familias para vivenciar la fe y articular la labor educativa en espíritu de familia.

 

E: Ahora, Padre, le vamos a hacer unas preguntas que elegimos para las cuatro personas entrevistadas: Si pudiera revivir un momento de su vida, ¿Cuál sería?

P:  La etapa de noviciado, fue un año entero de recogimiento personal y de intensa oración. Retirándose del ruido y distracción del mundo, para dedicar un tiempo de profundización y conocimiento de lo que es la vida consagrada.

 

E: Describa su personalidad en tres palabras:

P: Me considero alegre y una persona de fe, que tiene mucha fe en Jesús. Siento que soy un hermano para todos.

 

E: Ahora le voy a presentar un caso hipotético:  Si el colegio se está incendiando, y tiene la oportunidad de salvar un profesor o alguien del personal, ¿A quién elegiría y por qué?

P:  Si hay un caso de incendio, que más bien esto es una cuestión moral, yo pienso que no hay que elegir una persona para salvar. No importa si es mi mamá, un profesor o personal, le tengo que salvar la vida al que está a mi lado

 

E: ¿Cómo se ve dentro de cinco o diez años?

 

P:  Dentro de cinco años me veo con menos pelo (ríe). También me veo feliz, como sacerdote en un colegio. Trabajando con jóvenes y ayudando a los profesores en la conducción, pero siempre en las áreas pastorales y de evangelización.

 

 

Padre Jhonny, integrante del Departamento de Educación en la Fe del Centro Educativo Loreto

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