Entrevista a Florencia Ayelen Matías

Entrevistamos a Florencia Matías, tiene 29 años, es argentina y hace 3 años que vive en Mallorca, junto a su marido Lucas Martínez, que tiene 36 años. Le preguntamos sobre su decisión de emigrar, como se adaptó a su nueva vida y qué expectativas tiene para el futuro.

E: Entrevistador

A: Florencia Ayelen Matías

 

E: ¿Qué te hizo irte a vivir a otro país?

A:  Emigré en busca de un presente y futuro mejor. Sentía que la situación social y económica en Argentina estaba empeorando rápidamente, y no quería perder años valiosos. Además, vivir en España siempre fue mi sueño.

 

E: ¿Qué tan distinto es vivir allá?

A:  España y Argentina tienen muchas similitudes con respecto a sus costumbres. Es normal porque muchísimos argentinos tenemos antepasados españoles. Sin embargo, es verdad que allá, en líneas generales, se vive con más calma y más posibilidades.

 

E: ¿Cómo tratan a los argentinos cuando quieren conseguir un trabajo?

A:  No creo que la nacionalidad argentina cierre ni abra puertas. Igual, nos tienen bien catalogados porque trabajamos a un buen ritmo. Lo excluyente para conseguir trabajo allá es tener los papeles en regla, tanto para residir como para trabajar (esto es: ciudadanía europea o estar casado con un ciudadano europeo).

 

E: ¿Sentiste mucho la diferencia económica cuando fuiste a comprar, por ejemplo, ropa o comida?

A:  Sí, se siente mucho la diferencia. En España el precio de la comida y de la ropa, por ejemplo, es acorde a los ingresos “normales” de una persona o familia. Obviamente puede haber excepciones, pero la sensación general es que todos pueden acceder a estas cosas.

 

E: ¿Está en tus planes seguir viviendo en España o emigrar hacia otro país en algún momento? ¿O quizás volver a Argentina?

A:  Cuando me fui a España, lo hice estando segura que era “para siempre”. Nunca pensé que era algo pasajero. Hace casi 3 años que estoy allá y nunca pensé en volver. Aunque hubo momentos difíciles por la pandemia (de extrañar o necesitar estar cerca) pudimos llevarlo medianamente bien.

La verdad es que no volvería a Argentina. Sólo lo haría por un caso de fuerza mayor.

Y con respecto a vivir en otro país, creo que, de Europa, sólo me iría a Italia. España e Italia son los únicos países que siento “cercanos”. En otro país de Latinoamérica sí viviría, pero siento que sería más de lo mismo. Lamentablemente, Latinoamérica tiene muchos problemas que se repiten de un país a otro.

 

E: ¿Cuáles fueron las mayores dificultades a la hora de dejar el país?

A:  Obviamente y sin lugar a dudas: Dejar a todas las personas que amo. Perder la cotidianeidad con ellos. Ver crecer a mis sobrinos a la distancia, o perderme los domingos con mi abuela. Me duele haberme ido y sé que me va a doler siempre, pero a la vez soy feliz estando allá y por ahora me compensa.

Agradezco que exista la tecnología y que me acerque un poco a ellos. Al final, con un par de video llamadas a la semana, uno no se siente tan lejos.

Además, tuve la fortuna de visitar Buenos Aires varias veces después de haberme ido, así que no me puedo quejar.

 

E: ¿Emigraste sola o con alguien? Si fue con alguien ¿con quién y por qué?

A:  Emigré con mi marido. Nos casamos hace 3 años y nos fuimos unos meses después. Lo hice con él porque nos pusimos de acuerdo y teníamos el mismo proyecto de vida. Eso es muy importante para que después no haya conflictos o intereses diferentes.

Es muy lindo poder compartir esta experiencia y no nos arrepentimos ni un minuto.

 

E: ¿Qué cosas cambiarías de España?

A:  La verdad es que lo elegí y no le cambiaría muchas cosas porque creo que funciona bien. Si tengo que mencionar algo, diría: optimizar ciertos procesos administrativos y disminuir la burocracia.

 

E: ¿Qué le recomendarías a alguien que quiera emigrar?

A:  A alguien que quiera emigrar le diría muchas cosas. Sinceramente creo que es un proceso muy complejo, en el que se debe pasar por muchos obstáculos. Hay que estar bastante preparado psicológicamente y sobre todo, hay que desearlo mucho. En mi caso fue un sueño, siempre. Siempre quise estar acá. Y eso fue lo que me permitió aguantar estando lejos de mi familia y amigos en muchos momentos en que los necesité.

Así que mis consejos son: Elegí bien tu destino. Dedica mucho tiempo a investigar el lugar, a entender qué podes hacer y qué oportunidades laborales podes tener. Además, tenés que tener todos los documentos en regla y hay muchas citas que coordinar y muchos papeles que presentar. Infórmate bien sobre eso, porque si falta algún papel cuando estás allá, puede ser un problema.

También tenés que tener paciencia. Mucha paciencia. Porque al principio uno suele tener muchas expectativas, pero las cosas buenas a veces tardan en salir. Juntate con gente buena, que te ayude y que te entienda, y entre tanto “estrés”, aprovechá mucho los momentos libres y divertite. Si en el proceso cometes algún error, no pasa nada. Todos cometimos alguno y acá estamos igual. 

Es una aventura hermosa y vale la pena vivirla. Yo estoy convencida que, en el peor de los casos, es peor arrepentirse de haberlo hecho que quedarse con la duda de “que hubiera sido si…”. La vida es una sola, vamos a vivirla a full.

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