¿2021 o 21 A.C?

En este artículo abordamos la situación de las mujeres en Afganistán y cómo éstas son afectadas en sus derechos con lo sucedido últimamente cuando el país quedó bajo el mando de los talibanes.

                                                                                                     ¿2021 o 21 A.C?

                                                 Por Lucía Rosenfeld, Florencia Díaz, Melina Ruggero y Taddeo Procopio

 

    Desde principios del siglo XX, las afganas se han estado movilizando para lograr más libertad e igualdad de género. Cuando el Talibán llegó por primera vez al poder en 1996, los derechos de las mujeres a la educación y empleo quedaron brutalmente suspendidos. Las afganas solo podían salir acompañadas por un familiar masculino y debían vestir una burka que las cubría totalmente. 

    Quienes desobedecieran las estrictas reglas eran severamente castigadas. Ahora, cuando el país comienza otra era bajo el régimen del Talibán, muchos temen que este sea el regreso a una de las épocas más oscuras para las mujeres afganas. Ellas lograron la igualdad en la constitución de 1964; sin embargo, estos derechos les fueron arrebatados con la guerra civil y la llegada al poder de los grupos fundamentalistas talibán entre 1996 y 2001. Tras el derrocamiento del régimen talibán a finales de ese año, los derechos de las mujeres avanzaron gradualmente. La Constitución de 2004 recuperó derechos arrebatados en las últimas décadas planteando un avance, al menos desde la perspectiva legal; ya que el peso de la tradición, especialmente en las zonas rurales continúa resultando desfavorable para el avance y el reconocimiento de los derechos de las mujeres en la República Islámica de Afganistán. 

    Entre mayo y agosto de 2021, con el avance de los talibanes en el control del país, las organizaciones de derechos humanos y Naciones Unidas confirman un nuevo retroceso en los derechos. Desde el 15 de agosto, se han registrado ataques a defensores y defensoras de los derechos humanos casi a diario. Los talibanes están llevando a cabo búsquedas de estas personas puerta en puerta, lo que obliga a muchos a esconderse. Quienes han logrado salir del país están ahora atrapados en campamentos militares o en países vecinos, sin saber cuál será su destino final ni cómo podrán reconstruir sus vidas destrozadas de la noche a la mañana. 

    En Afganistán prevalecen las costumbres y tradiciones influenciadas por reglas patriarcales centenarias, el tema de la violencia contra las mujeres se vuelve más pronunciado. Los altos niveles de analfabetismo entre la población perpetúan aún más el problema. Varias mujeres en Afganistán creen que es aceptable que sus esposos abusen de ellas. Revertir esta aceptación general del abuso fue una de las principales razones detrás de la creación de la eliminación de la violencia contra las mujeres. 

    Además, recientemente los talibanes aseguraron que respetarán los derechos de la mujer "dentro de la ley islámica". 

    Estas son las “reglas” que deben respetar las mujeres: 

 

 1. Prohibición total del trabajo femenino fuera de sus hogares. Sólo unas pocas doctoras y enfermeras tienen permitido trabajar en algunos hospitales en Kabul. 

 

 2. Prohibición total de cualquier tipo de actividad de las mujeres fuera de la casa, salvo que estén acompañadas de su 'mahram' (el pariente masculino más cercano, ya sea el padre, hermano o marido). 

 

 3. Prohibido cerrar tratos con comerciantes masculinos. 

 

 4. Prohibido ser tratadas por médicos hombres. 

 

 5. Prohibido estudiar en escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa (los talibanes han convertido las escuelas para chicas en seminarios religiosos). 

 

 6. Las mujeres deben llevar una burka que las cubre de la cabeza a los pies. 

 

 7. Azotes, palizas y abusos verbales contra las mujeres que no vistan acorde con las reglas talibán, o contra las mujeres que no vayan acompañadas de su 'mahram'. 

 

 8. Azotes en público contra aquellas mujeres que no oculten sus tobillos. 

 

 9. Lapidación pública contra las mujeres acusadas de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio. 

 

 10. Prohibido usar maquillaje. 

 

 11. Prohibido hablar o estrechar las manos a varones que no sean su 'mahram'. 

 

 12. Prohibido reír en voz alta. 

 

 13. Prohibido llevar zapatos de taco, que pueden producir sonido al caminar (un varón no puede oír los pasos de una mujer). 

 

 14. Prohibido andar en taxi sin su 'mahram'.

 

 15. Prohibido tener presencia en la radio, la televisión o en reuniones públicas de cualquier tipo. 

 

 16. Prohibido practicar deportes o entrar a cualquier centro o club deportivo. 

 

 17. Prohibido andar en bicicleta o motos, ni siquiera con sus 'mahram'. 

 

 18. Prohibido llevar indumentarias de colores vistosos. En términos de los talibán, se trata de "colores sexualmente atractivos". 

 

 19. Prohibido reunirse con motivo de festividades o con propósitos recreativos. 

 

 20. Prohibido lavar ropa en ríos o plazas públicas. 

 

 21. Modificación de toda la nomenclatura de calles y plazas que incluyan la palabra "mujer." 

 

 22. Prohibición a las mujeres de asomarse a los balcones de sus pisos o casas. 

 

 23. Opacidad obligatoria de todas las ventanas, para que las mujeres no puedan ser vistas desde afuera de sus hogares. 

 

 24. Los sastres están prohibidos de tomar medidas a las mujeres y coser ropa femenina. 

 

 25. Prohibido el acceso de las mujeres a los baños públicos. 

 

 26. Prohibición a las mujeres y a los hombres de viajar en el mismo colectivo, los cuales se dividen ahora en "sólo hombres" o "sólo mujeres". 

 

 27. Prohibido llevar pantalones acampanados, aunque se lleven bajo el burka. 

 

 28. Prohibido fotografiar a mujeres. 

 

 29. Prohibición de la existencia de imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas.

 

    “Las mujeres deben trabajar el doble que un hombre para llegar a la mitad de su camino”. En este artículo queremos demostrar como muchas veces la violación a los derechos de las mujeres se naturaliza, como cuando se considera normal la mayor dificultad de recibir un empleo. Esta violación no viene solo de la mano con el terrorismo de Estado si no que las mujeres siguen teniendo hoy muchísimos de estos derechos vulnerados, el problema es que no se entienden en estos términos. Mientras las mujeres nos centramos en que no nos maten o nos violen, es lógico que nos enfoquemos mayormente en esto pero igualmente seguimos siendo víctimas de muchísima discriminación. Es hasta difícil creer que después de tanta lucha por la igualdad y justicia, después de tantos años de maltrato por parte del sistema, sigan existiendo lugares donde suceden estas atrocidades. Que las mujeres no puedan trabajar cerca de hombres, que deban cubrirse por completo, que no puedan salir a la calle sin un hombre al lado; estas medidas retrógradas tomadas en Afganistán están sucediendo hoy, siglo XXI. La mujer se estableció como el sexo débil sin razón alguna, se las cree menos por no tener “la fuerza del hombre”, pero somos lo suficientemente fuertes para luchar todos los días por nuestras vidas y derechos que son vulnerados, desde los más obvios hasta los naturalizados. 

Mujer afgana usando el Burka.


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