Entrevista a Yamila González Jadrosic

¿Quién alguna vez no se estreso estudiando para sus exámenes? Sin embargo, su excelencia y amor por sus alumnos hizo que todos en la institución la adoren. Ella es Yamila González Jadrosic.

 

Entrevista a Yamila González Jadrosic

Por Delfina Bouzas y Luisina Campaña.

 

¿Quién alguna vez no se desveló noches enteras estudiando para sus exámenes? Exigente, pero de las profesoras más queridas. Ella es Yamila González Jadrosic, profesora de la institución. En esta oportunidad, nos acercamos a ella para saber más de su personalidad.

 

E: Entrevistadoras.

Y: Yamila.

 

E⎯En esta ocasión, queríamos alejarnos un poco de la Yamila como profesora, y acercarnos a la Yamila como persona. Así que para empezar, ¿Podrías mencionarnos dos virtudes y dos defectos tuyos?

 

Y⎯Bueno empiezo por lo malo, así después lo bueno resalta más…

Lo malo… a ver… me parece que por momentos soy muy estructurada, que si bien puede ser algo positivo en la cuestión del orden… Yo sé que muchos de mis alumnos me ponderan esto de: “Bueno, es muy organizada, tenemos la fecha con anticipación, la corrección es rápida…”. Quizás me cuesta aceptar, en ciertas situaciones, una postura más flexible. Es algo que trabajo mucho, y que sigo trabajando, pero le falta.

Otro aspecto negativo, es que soy muy competitiva. A mí me gusta ganar (ríe). Eso quizás se podría mejorar, o atenuar un poco. Pero, como siempre digo, todo en su justa medida. Está bueno plantearse desafíos, y querer alcanzar y lograr esas metas también, y no desanimarse, pero a veces la realidad nos dice que no siempre se puede. Por ejemplo, aplicado al año pasado, con el tema de la pandemia que nos agarró por sorpresa a todos. Al principio yo me hacía la imagen de mis planes y mis proyectos como si fuera uno de esos jueguitos donde uno tira una fichita y se arma una forma… Yo estaba con mis planes y mis proyectos, todavía no era el momento de tirar la fichita, y vino la pandemia y la tiró por mí. Entonces, la figura que se formó, no era la que yo esperaba. Esto pasó con todo, ¿no? Cuestiones personales y cuestiones laborales. Yo decía: “¿Y qué hago ahora?” Así que bueno, eso de ser competitiva quizás me juega un poco en contra. 

Y virtudes… (se detiene un momento a pensar) Una de mis más grandes virtudes es que no soy rencorosa, para nada. Porque si bien soy muy apasionada y efusiva, no digo que nada me enoja, obviamente lo soy, y mucho. Y repito, cuando algo me enoja, me enoja. Pero no soy rencorosa, considero que soy una persona muy dispuesta a perdonar y a entender al otro. Y quizás va un poco de la mano con el tema de la empatía. Me sale con facilidad, pero igual uno elige entrenarlo conociendo más al otro. Es algo que también intento hacer con ustedes en la medida de mis posibilidades. Conocer sus intereses… más de una vez en clase me pregunto: “¿Esto les parecerá aburrido?”. Más allá de la parte académica, de si entendieron o no entendieron. Y año a año, trato de ir cambiando las actividades, para poder lograr mejorar esto.

 

E⎯¿Cómo es un fin de semana con Yamila?

 

Y⎯Aclaremos, un fin de semana con Yamila en pandemia, no quiero meter la pata (ríe)…. Yo soy una persona muy sociable, entonces me gusta interactuar con mis amigos, mi familia, mis conocidos. Tengo grupos de amistad muy distintos entre sí y de distintas historias. Porque tengo a mis amigas de toda la vida del colegio, y de la facultad. Y se me ocurre también, de la parroquia, y de la vida, algunos profesores… Entonces uno trata de mantener todos los vínculos. 

Ahora, con el tema de las restricciones se complica, pero uso WhatsApp a full. Después está la estadística que te da el celular, que es un número abismal. Pero uno dice: “Trato de no usar el celular”. Pero si no lo usás, no te podés comunicar, entonces no queda otra. También trato de dividir el fin de semana, para concretar si me quedó alguna cosa pendiente del colegio. Igual, esto lo quiero aclarar, me gusta disfrutar el fin de semana, y trato de organizarme. Los lunes y viernes son los peores días. El viernes trato de dejar todo “cocinado” para tenerlo ya listo. Y después, el lunes me llueven todas las actividades.

Fuera de las restricciones, me encanta salir, juntarme, ir al teatro, conciertos, al cine, e ir a pasear por Capital. Lo que me suele suceder, es que como mis grupos de amistades son bien diversos, algunos viven muy lejos, y me encanta ir a visitarlos, y obvio, que me visiten. Pero antes de todo esto, yo era una persona que salía mucho.

 

E⎯En entrevistas anteriores, has mencionado que te gustaba ir a conciertos. ¿A cuáles fuiste y cuál fue tu favorito?

 

Y⎯En la entrevista anterior, hablaba de conciertos de música clásica. Pero bueno, no he ido solo a conciertos de música clásica. También he ido a recitales, si se quiere. Igualmente, amo la música clásica. Realmente lo que me sucede con la música clásica es que, primero y principal, yo tengo una prima que es violinista, entonces puedo indagar con mucha más confianza lo que a ella le hace sentir la música. Me transmite eso, y yo lo puedo adoptar en mi vida. 

Me estoy acordando de una situación, que me pasó en uno de los últimos conciertos de cierre de temporada del año 2018, si no me equivoco. Hubo un concierto de la Sinfónica Nacional en la bolsa de comercio. Ahí tocaron una obra que yo desconocía, de un compositor ruso, que se llama Kórsakov. Lo que me pasó fue que me sirvió este concierto en particular para recapitular todo lo que yo había vivido ese año. Era el mes de noviembre, y a medida que iba pasando “Scheherazade”, la obra que habla de las mil y una noches con música muy oriental, yo iba recapitulando mi año, y la verdad me iba llenando el alma. Eso es lo que tiene la música clásica. 

Quizás uno en un concierto de rock o de música pop, está más pendiente del artista en sí, y de las letras. Puede ser, obviamente, recontra gratificante ir a uno de esos conciertos, a mí también me encanta.

Una de las bandas que fui a ver era Cranberries, y lo disfruté un montón también. Pero la música clásica tiene eso. Y la ópera también, es otra de mis pasiones, que para mí es el espectáculo más completo de todos. Hay música, actuación, y música clásica. Creo que por eso me gusta tanto la ópera, porque conjuga absolutamente todo. Nosotros acá en Argentina, tenemos óperas de una calidad impresionante. Así que cuando se rehabilite todo, invito al que quiera a probar esta experiencia que está muy buena.

 

E⎯En tus clases, varias veces mencionaste que disfrutas hacer buenos regalos, entonces queríamos saber. ¿Cuál fue el que más te gustó hacer o que más te gustó que te hagan?

 

Y⎯He recibido muy buenos regalos, pero no quiero hacer preferencias. A mí los regalos que me gustan son los que uno se da cuenta que son personalizados. Por eso yo siempre trato de hacer lo mismo. No regalar lo que uno quiere, sino lo que el otro quiere que le regalen. Y quizás no lo que necesite materialmente, sino algo que le pueda servir. Por ejemplo, soy de buscar libros que yo sepa que tengan (nunca regalen un libro que no hayan leído) un mensaje positivo, lindo y beneficioso para la vida de esa persona. Entonces, eso me gusta mucho. 

Y de hecho, cuando estoy leyendo un libro con una historia… No un libro de historia, sino alguna novela, algún clásico,  o mismo algún libro de oraciones, que le pueda abrir otra perspectiva a la persona. Eso me encanta regalar, y pensarlo. Y, obviamente, regalarlo con una buena dedicatoria. Eso es lo mejor, escribir la dedicatoria. Es muy lindo. Y recibir un buen libro con una linda dedicatoria también es un buen gesto. 

 

E⎯¿Qué destino o lugar cultural te gustaría conocer, o ya conoces,  y por qué?

 

Y⎯Tengo que decir, sin dudas, Israel. Todo lo que es tierra santa, que tuve la oportunidad de visitar en el 2019. Fue un viaje muy enriquecedor para mí a nivel espiritual. También a nivel histórico y cultural, desde ya. Pero lo disfruté mucho, volvería a ir, sin dudas.

También en el tema de los viajes, es muy importante la compañía creo yo, porque después queda ese cariño. Es un viaje que realmente, ha cambiado mi vida de fe. Porque ahora, puedo situarme en un contexto más específico, no quiero decir que la fe dependa de ir a Israel o no, pero me ayuda a mí a contextualizar más. De repente uno lee la sagrada escritura, o hacen referencia a un pasaje en particular y dice: “¡Ah!  Jesús estuvo ahí. Y esto es cierto, hay evidencia”. Entonces eso me encanta, y es algo que intento transmitir. Por eso, cuando se da la oportunidad de que me pidan una foto, obviamente la comparto y transmito mi experiencia. Ni hablar ahora con todo el tema de la guerra.

También tengo que mencionar, ahora que me estoy acordando, Córdoba. Ahí viven mis ahijados tan queridos. No son mis únicos ahijados, que los otros no se enojen, pero bueno, son mis tesoros. Siempre una parte de mi corazón está ahí en San Esteban, es un pueblito en el valle de Punilla. Obviamente que es otro de mis lugares en el mundo. Amo ir, me encanta y me hace muy bien.”

 

E⎯¿Podrías mencionar una frase que te haya marcado o te  haya provocado ver ciertas cosas de una manera distinta?

 

Y⎯Bueno, se me ocurren varias y todas con una carga quizá religiosa… (Se detiene un momento a pensar). Me acuerdo de una promoción, en el año 2018 si mal no recuerdo, de unas ex-alumnas con las cuales yo me llevaba muy bien. Pudimos ir con ellas a una misión en Sierra de la Ventana, en Villa Ventana, donde el colegio tiene una casa, y la pasamos realmente muy bien en esa misión. Era una de carácter evangelizadora. Íbamos por las casas anunciando la buena noticia, hablando de la escritura, y escuchábamos a la gente también. Cada vez que pasaba algo bueno, yo cerraba diciendo: “¡Dios es lo más!”. Y me acuerdo de una poesía de Santa Teresa de Ávila, que repite en varias oportunidades: “Solo Dios basta”. Y creo que esa, es una de mis frases de cabecera, porque soy una persona a la cual le han sucedido a veces cosas muy duras en la vida, y creo que tener presente como persona de fe la frase, significa que mientras esté Dios, uno va a poder sobrellevar las cosas que le pasan. Siento que, teniendo presente a Dios en mi vida, yo voy a poder valorar más a todos los que me rodean. Es por ello que me gusta eso: 

“Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta: solo Dios basta.”

 

E⎯¿Podrías mencionarnos algún personaje literario o histórico de tu agrado o que te represente? No necesariamente en su totalidad pero tal vez en algunos aspectos.

 

Y⎯Vamos hacerle honor a la historia… Pienso, por ejemplo, en Sarmiento, pero no en todo. No igual a él, pero sí en este afán y pasión por la educación de calidad. Yo leo a Sarmiento y me encanta lo apasionado que era. Uno lee su historia, su testimonio, incluso “Facundo o Civilización y Barbarie”, una de sus grandes obras, y uno piensa que realmente lo hacía por la educación, y por su intención, siendo distinto a lo que logró o no logró. Y creo que me identifico mucho, porque yo me juego el todo por el todo, me sale hacerlo. Y a veces me entristece ver que no hay educación de calidad en todos lados. Uno se desespera, entonces dice: “Yo como docente, ¿a quién le puedo enseñar?”. Porque soy una, y tengo las herramientas para hacerlo. Así que bueno, quizás me veo identificada con este tipo de personajes históricos.

 

E⎯¿Qué invento o descubrimiento histórico es tu preferido o el que más te llamó la atención?

 

Y⎯Se van a matar de risa, porque tengo uno que lo vivo diciendo (ríe)…

Saben ustedes que soy demasiado miope. Por eso, yo siempre dije que el mejor invento de toda la humanidad, eran los lentes de contacto. Siempre lo dije, desde que tengo 15 años, porque realmente me cambió la vida. Yo antes usaba anteojos, toda mi vida los usé, pero el lente de contacto me permitió tener una visión más panorámica. Además, a uno en la adolescencia, no le gustaba andar con anteojos todo el tiempo, entonces aparecieron los lentes de contacto. ¡Fue una maravilla!

 

Decidimos realizar una encuesta a Alumnos y Ex alumnos de la institución para saber qué preguntas le harían a la profesora y qué cosas querían saber sobre ella. Así fue cómo seleccionamos las más elegidas:

 

E⎯¿Cuántas carreras estudiaste?

 

Y⎯(Ríe) Debe ser porque doy muchas materias…. Yo estudié Historia, y soy profesora. Todas las materias que doy, Historia, Trabajo y Ciudadanía, Construcción de la Ciudadanía, Política y Ciudadanía y Filosofía, son materias dentro del espectro de las Ciencias Sociales. Obviamente esto está habilitado por el Ministerio de Educación, si no, yo no las podría dar. Cada título tiene el equivalente a ciertas materias que están habilitados los profesores para darlas. Entonces bueno, mi título coincide con estas materias. De todas maneras, a cada materia intento darle su espacio, porque no es que en todas doy historia, no me gusta encasillarme en ese sentido. Por eso cuando empecé a dar Filosofía, estuve un montón de tiempo en el verano preparando los cuadernillos, los apuntes, y leyendo más. Si bien me encanta esta materia, desde ya que la tuve que preparar. Y ojo, con Historia también. Sigo leyendo y me sigo formando, de todas las materias hay que seguir con el ritmo.

 

E⎯¿Cuál de todas las materias que dictás es la que más te gusta?

 

Y⎯Podría decir que ahora me gusta mucho, y me parece todo un desafío, Filosofía de la Ciencia, como Filosofía Clásica. Ambas me desafían todo el tiempo y les pongo mucha energía. Y como son materias que nunca tuvieron antes, tengo el privilegio de ver cómo se maravillan o se sorprenden; o como a veces la padecen también. Pero creo que a lo largo del año, se puede ver un avance en ese sentido.

 

E⎯¿Cómo hace para hacerse querer tanto sin perder el respeto por su exigencia?

 

Y⎯Yo siempre hago hincapié en el rol del profesor: honestidad, y respeto. Un respeto el cual puede ser la puerta para un vínculo de cariño. Siempre intento manifestar a mi manera, quizá no tan directa, el cariño mediante chistes o una actitud amena. Los que me han tenido el año pasado, han visto todo mi costado payasesco, con los PowerPoints, memes y chistes. Y bueno, creo que estoy segura que la exigencia viene de la mano con el cariño y la profunda convicción de qué es lo mejor para ustedes. La exigencia va de la mano con aprender sobre responsabilidades y posibilidades, porque es todo lo que uno puede alcanzar si se esfuerza; y eso redunda en la libertad. Uno es más libre en tanto más puede acometer por sus propios medios, obvio siempre necesitando del otro, pero siendo autónomo.

Yo creo que el afecto o el recuerdo, en base a los mensajes que me llegan, viene de cuando terminan el colegio y salen un poco más al mundo, y dicen: “Bueno, todo lo que me exigió y todo lo que padecí estudiar estas materias, ahora me sirve”. Todo eso les sirve después, porque si bien sigue siendo un desafío, tienen las herramientas para superarlo.

Y otro aspecto que me parece importante es la oportunidad de aprendizaje. Eso me parece que tiene que estar presente en las clases. Y que el profesor no secunde los errores, no diga que “está todo bien”, sino que demuestre: “Acá te confundiste. Esta es la manera correcta de hacerlo”.

Junto a la profesora Yamila González, realizando la entrevista por Zoom


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