Cierre del conocido restaurante “El Tano”

En este artículo hablaremos acerca del cierre del conocido restaurant “El Tano”.

 

Cierre del conocido restaurante “El Tano”

La clausura que conmovió a todo un barrio

Por Tomás Midea y Nicolás Molinaro.

 

La historia de El Tano nació en los noventa. Fabio y su padre tenían un bar en Dock Sud. Chiquito, de barrio. "Los Amigos" se llamaba. Un día de 1996 se le ocurrió poner dos parrillitas en la misma vereda del bar, prendió el fuego y asó un par de chorizos y otras carnes. Fabio dice que había sido verdulero y que había trabajado en discotecas, siempre en Avellaneda, y eso fue fundamental porque sus primeros clientes fueron sus conocidos y vecinos. Cinco años después, dejó la calle, para alquilar el local de Güemes e inaugurarlo como "Parrilla El Tano". 

Con el tiempo o, mejor dicho, con el boca en boca, el estilo propio y la buena atención, el lugar empezó a ser nombrado. Creció y dejaron de visitarlo solo vecinos de Avellaneda. Apareció, un día cualquiera, Diego Armando Maradona. Otro día, llegó Juan Román Riquelme. Los futbolistas le dieron popularidad, ya que recibían planteles de ascenso completos. Más adelante, se hicieron habituales jugadores que aterrizaban al país para jugar por la Copa Libertadores.

Fotografía de su primer local.


El 11 de junio de 2020, la parrilla “El Tano” cerró sus puertas luego de años de trabajo. Según dicen los dueños de la parrilla, este cierre repentino se debería a que la municipalidad de Avellaneda no los dejaba reabrir sus puertas debido a una deuda que tenían. Juan Caschetto, el fundador de la parrilla, se apersonó al municipio para solicitar un plan de pago que le permitiera cancelar la deuda existente. Lamentablemente, nunca pudo concretar el pago ya que fue internado de urgencia en terapia intensiva por haber sido diagnosticado con Covid-19, y falleciendo en enero de este año. Luego se le solicitó, por escrito a la municipalidad que se deje sin efecto la clausura, ya que no existe el motivo por el cual se produjo la misma, explicándose en esa nota todo lo ocurrido. En sus redes sociales declararon:

 “De dicho municipio solo hemos recibido negativas para poder reabrir la parrilla sin explicación alguna y seguimos clausurados. No sabemos si es un problema personal con nosotros o de otra índole, pero no es justo”. 

La noticia, se dio a conocer a través de las redes sociales, donde explicaron que el problema comenzó por la falta de pago de la tasa municipal. La parrilla recibió tres intimaciones del municipio de Avellaneda para cancelar la deuda generada, la última de ellas en diciembre de 2020. Juan Caschetto había iniciado las conversaciones para obtener un plan de pago, ya que el local “atravesaba graves consecuencias económicas provocadas por la pandemia”. Sin embargo, en el ínterin, su fundador falleció.

“Esta desgraciada circunstancia y su irreparable pérdida, provocó la imposibilidad de tomar conocimiento por parte de la firma del estado del trámite de la intimación municipal ya que, a partir de la internación del Sr. Juan Caschetto, se perdió todo tipo de contacto con él y, con fecha 28 de diciembre de 2020, la Municipalidad de Avellaneda decretó la clausura del local”, señalaron en un posteo de Instagram.

Cierra sus puertas "El Tano" de la calle Güemes.

Imagen de la sucursal de Avellaneda.


“No entiendo nada. Estamos pasando un mal momento todos porque es una pandemia, y al menos se trata de ser un poco comprensivos. Somos gente de trabajo y de laburar toda la vida. Mi papá falleció el 23 de enero, y nos llegó la multa cuando teníamos el local cerrado porque estaba internado. Ahora perdí a mi viejo, perdí el negocio y perdí todo”, relató Fabián Caschetto, dueño de El Tano Güemes.

“Hoy me tocó a mí. Yo no compré la parrilla, la hice todo a pulmón con mis empleados. Fui todos los días a la Municipalidad para entender la situación y nada, no valoran nada, no les importa y pago los impuestos siempre, estoy triste por eso y muy enojado. No puede ser que no tengamos ni un poco de respeto por la gente que trabaja, los políticos son los dueños de tu negocio. No te dan ganas de nada, ni siquiera de continuar. ¿Qué futuro van a tener mis hijos? ¿Qué les puedo dejar si no te dejan trabajar? Ya no entiendo nada”, concluyó Cascheto.

La última publicación que realizaron desde sus redes sociales fue la siguiente:

“La Parrilla no está instalada en terrenos municipales, ni del Ferrocarril, es un local privado que alquilamos desde hace más de 20 años, la Municipalidad jamás nos informó que se construyera en este predio una estación de tren ya que, según lo que teníamos entendido, ese terreno no afecta al proyecto, por lo que no existe tampoco ningún proyecto de expropiación sobre el mismo”.

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