Ayudando desde la distancia

“Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al padre que está en el cielo” Mt 5: 16

 

En este artículo, hablaremos sobre las actividades que se realizaban con normalidad antes de la pandemia desde Loreto Solidario. Nuestro objetivo en esta nota también es informar cómo se concretaron los distintos proyectos que llevó a cabo Loreto Solidario durante la cuarentena. 

Para eso entrevistamos a Luciano Barbalace, profesor de biología y miembro del grupo misionero. Nos contará un poco acerca de lo anteriormente mencionado. 

 

⎯¿De qué forma se puede ayudar a las personas en Añatuya?

 

“Creo que por la circunstancias en las que estamos, la forma más directa en la que se puede ayudar es desde lo económico, juntando dinero y ese dinero, depositarlo o transferirlo todo a una misma cuenta (cuenta que puede ser del colegio o directivo). Luego transferirlo a una cuenta de alguien en Añatuya para que puedan usar ese dinero. Es la forma más práctica. 

La otra pata importante de la misión es toda la parte de evangelización, creo que se puede hacer, cada tanto y bien organizado, algún Zoom con personas que puedan estar cerca de Añatuya, no con la gente con la que solemos ir cuando misionamos porque ahí no hay acceso, en la mayoría de los colegios, a internet y muchas veces no hay señal. Pero sí podríamos tener contacto con el sacerdote de Añatuya ya que se encuentra en la ciudad, no es como las escuelas que están más apartadas. El zoom se podría hacer para hablar con algunos de los nenes de ahí, para ver cómo están ellos, contar cómo estamos nosotros”.

 

⎯¿Qué pasó con el Campito Villa Corina?

 

“Con respecto al Campito de Villa Corina, hasta el año pasado seguíamos ayudando y recuerdo que para el día del niño o por ahí, se llevaron donaciones, mandaron fotos agradeciendo. Obviamente cuando es presencial podemos ir en el Día del Niño porque funcionamos como equipo (desde que Guido se fue del Loreto, tenemos que buscar una forma de organizarnos mejor, yo todavía tengo que hablar con él).

Hasta el año pasado se siguió ayudando, con donaciones es más sencillo porque está cerca y la movilización es fácil. Además, se juntaba dinero y con eso se compraba, o directamente la gente donaba”.

 

Donaciones al campito de Villa Corina

 

⎯¿Qué sucederá este año con la misión a Añatuya? 

 

“A principios de año, hablamos con Guido la idea era ver la posibilidad de poder ir a Añatuya, Santiago. Pero, visto que la situación del país, el mundo y  la pandemia no varía demasiado con respecto al año pasado, no puedo dejar de ser realista. La realidad es que es bastante complicado viajar. Más allá de que mi deseo, el de Guido, Silvina y de todos los misioneros sea el de poder ir, si bien es importante mandar las donaciones acá, el contacto y la evangelización con ellos no es igual a mirarnos a través de una cámara. Más allá de que además no podemos verlos a todos, porque como ya dije antes, no hay conexión en las escuelas. El viaje ayuda además a entender lo afortunados que somos nosotros de tener todo lo que tenemos. La misión sirve para que ustedes misionen en su vida. Por ahora, ese proyecto queda en trunco hasta que cambien las condiciones y hay que hablar con Guido para ver qué sí se puede hacer. Si se puede hacer lo mismo que el año pasado en relación al dinero, donaciones o si además de eso se puede sumar algo más. Pero todo era dependiendo de las ideas que no sólo tengamos Silvina, yo, Guido o los profes sino también ustedes”. 

 

⎯¿Qué sucedió con las ferias americanas? 

 

“Las ferias americanas se suspendieron por una cosa práctica, de hecho el año pasado no se hicieron tampoco. Las ferias americanas funcionan principalmente, de manera presencial y segundo, la gente pasa, toca, la cercanía física y eso con los protocolos de hoy es imposible”.

 

⎯¿Se sigue trabajando en el proyecto Añatuya?

 

“Se sigue trabajando en el proyecto Añatuya con la esperanza de que la pandemia se termine o al menos se afloje lo suficiente como para que podamos viajar, tal vez no con los mismos números de gente con los que estamos acostumbrados o tal vez si. En este sentido, es todo una incógnita para muchos,  dependemos de la situación de sanidad del país. Como pasa con la escuela, que quince días tenemos que estar en clases virtuales, lo mismo podría pasar con Añatuya, el problema está en que si uno prepara toda las donaciones y demás para ir y de repente nos dicen que no se puede, no es lo mismo que volver a las clases virtuales como nos pasó ahora, es todo una organización que se tendría que posponer y no sabemos cuándo, y no sabemos si retrasar o directamente cancelar. Hay un montón de cosas que quedan en el tintero y que uno estuvo meses tratando de preparar para que tengan que desecharse”. 

Para finalizar este artículo, debemos mencionar que tanto Guido, Silvina y Luciano están abiertos a las propuestas que vengan de cualquier persona, haya estado en el grupo misionero, esté o se quiera unir. Escuchamos cualquier propuesta, después veremos si es factible o no, pero aquel que quiera aportar ideas es bienvenido y siempre ayuda. Es importante que el grupo misionero no sea de los adultos, sino que sea de todos, inclusive de los padres, que es increíble el trabajo que hacen buscando ayudar. 

 

Se nota que el grupo no es solamente de docentes o de estudiantes sino de toda la comunidad.

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