¿Derecho a una vivienda digna o a la propiedad privada?

Desde finales de 2019, en Argentina se vienen intensificando las usurpaciones de tierras. Pero, en este año y con todo lo ocurrido con respecto a la pandemia, este fenómeno creció aún más. 

El problema transcurre gravemente en la provincia de Buenos Aires. Según estimaciones del ministerio de Seguridad local, ya hubo más de 1.800 usurpaciones de terrenos en el año 2020. Algunos medios de comunicación estiman que son unas 4.300 hectáreas las tierras fiscales y privadas ocupadas de manera ilegal.

Durante este último mes fue tendencia el caso de Guernica, en el partido de Presidente Perón. Esta toma es la más grande hasta el momento, en la cual fueron usurpadas alrededor de 100 hectáreas. Se calcula que unas 3.000 personas, sobre todo jóvenes, algunos con familias, llegaron a ocupar ese terreno privado ante la falta de intervención de las autoridades.

En un principio, el fallo judicial ordenó un desalojo pacífico para el 23 de septiembre. Entonces el gobierno bonaerense trabaja para conseguir la relocalización de las familias involucradas y no queden en la calle. Por ello, el gobierno realizó un pedido de prórroga. El juez de Garantías de La Plata, Martín Rizzo, dispuso que la desocupación deberá realizarse el día 15 de octubre.

Si bien hay personas que cometieron este delito por mera necesidad de una vivienda digna, hay otras cuyo fin era vender el lote usurpado. La Justicia de La Plata intenta aclarar la existencia de una organización que se dedicaría a comercializar lotes en la toma de un predio de casi 100 hectáreas en Guernica. Los primeros hilos de esa madeja ya asomaron en la investigación penal: el fiscal que interviene en el proceso, Juan Cruz Condomí Alcorta, ordenó la detención de un remisero y de una joven de 22 años que vendían parcelas por redes sociales desde 30 mil pesos. Hace unas semanas en Glew, el fiscal dispuso el allanamiento y detención de un remisero que en su cuenta de Facebook publicó y vendió por 50 mil pesos uno de los terrenos de la ocupación.

Esta es una foto tomada desde un drone de los terrenos tomados en Guernica después de la lluvia. 

Lamentablemente, si bien la toma de Guernica es la más grande, no es la única. A principios de octubre, la comunidad Mapuche tomó tierras que le corresponden al Ejército Argentino. Se trata de una zona de 700 hectáreas ubicadas a la vera del arroyo Gutiérrez y a pocos metros del Puente Negro, en la ruta provincial 82, que históricamente eran custodiadas por la Escuela Militar de Montaña “Teniente General Juan Domingo Perón”. 

El domingo último, una patrulla de la fuerza advirtió durante la recorrida de control que integrantes de la comunidad Millalonco Ranquehue estaban talando árboles en un sector aproximado de 10.000 metros cuadrados. De inmediato, los efectivos dieron aviso al director de la escuela, el coronel Pablo Rolando, quien en primer lugar informó a las autoridades policiales y al día siguiente se presentó en el Juzgado Federal de Primera Instancia de Bariloche para radicar la denuncia por usurpación de las tierras públicas.

El secretario penal Alejandro Iwanow se dirigió hasta el lugar y dispuso que el Ejército se encargará de custodiarlo, por lo que un grupo de uniformados instalaron un campamento.

Los integrantes de la Millalonco Ranquehue y su abogado, Matías Schraer, aportaron una resolución firmada por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) que supuestamente les da el control de la zona. El documento exhibido por el letrado indica que el INAI determinó la cesión de un total de 700 hectáreas del predio. Por tal motivo, Iwanow ordenó levantar la guardia y que el Ejército se retire en forma preventiva. El Estado ahora tendrá que presentar documentación respaldatoria de la titularidad.

Siguiendo sobre los mapuches, unos 40 miembros del grupo entraron a una propiedad de forma violenta, desconocieron la titularidad de sus actuales dueños y dijeron que “volvieron a recuperar un territorio que les corresponde”. Según medios locales, llegaron al lugar con palos y piedras, rompieron los candados de la entrada y dañaron las tranqueras. Una vez adentro, pusieron cerrojos propios para evitar el ingreso de otras personas. También instalaron carpas estratégicamente en todos los caminos de acceso para que nadie pueda pasar. Ante esta situación, la familia denunció la usurpación de las tierras y la Policía de Río Negro fue hasta el lugar. Sin embargo, la comunidad evitó que los efectivos pudieran entrar al predio.

El Ejército Argentino está instalando carpas para evitar que usurpen las tierras que les corresponde.

A modo de conclusión sabemos que en este contexto de pandemia mundial es muy difícil todo, la gente busca la primera alternativa que se le cruza por la cabeza para sobrevivir. Sin embargo, entendemos, también, a los dueños de las tierras a quienes no se les respetó el derecho a la propiedad privada. Hay muchísimos puntos de vista: a favor de unos o de otros. También, hay que tener en cuenta en esta gran problemática a los gobiernos, ya que se trata de un fenómeno que viene existiendo desde hace muchísimos años, y ninguno tomó las medidas correspondientes.