Racismo: justificación para cometer delitos y abusos del poder

En estas últimas semanas se empezaron a escuchar y a visualizar varios casos de abusos del poder policial y del racismo en diferentes partes del mundo. El más conocido y el que más revuelos desató fue el caso de George Floyd.

Él era un hombre afroamericano estadounidense que murió por asfixia por falta de oxígeno, provocada por el oficial Derek Chauvin, quien tras esposarlo y ponerlo boca abajo con la ayuda de los agentes Thomas Lane y J. Alexander Kueng, presionó al arrestado contra el pavimento con su rodilla apoyada sobre su cuello durante 8 minutos y 46 segundos, según dicen los acusadores. Mientras era detenido, repitió varias veces la frase "I can't breathe" ("No puedo respirar"). El oficial Tou Thao, quien también se encontraba en la escena, se limitaba a observar y controlar a los presentes. Este suceso fue grabado con los teléfonos móviles de las personas que se encontraban allí y difundido en diversas redes sociales. Los cuatro oficiales involucrados fueron despedidos al día siguiente.

 Pintura en una pared que hace referencia a la cara del asesinado George Floyd y sus últimas palabras “I can't breathe”.

Según algunos medios, Floyd fue arrestado por intentar hacer una compra con un supuesto billete falso de 20 dólares en una tienda de comestibles.

A solicitud del Departamento de Policía de Minneapolis, el FBI está conduciendo una investigación federal de derechos civiles respecto a este incidente. Paralelamente, la Oficina de Aprehensión Criminal de Minnesota se aboca a la investigación de posibles violaciones de los estatutos estatales.

Producto del fallecimiento de Floyd, se llevaron a cabo una serie de manifestaciones, las cuales partieron en Mineápolis y se extendieron a todo el país. En un principio, las manifestaciones y protestas provocadas a raíz del deceso de Floyd fueron pacíficas. Luego, parte de los manifestantes vandalizaron un recinto policial y un AutoZone, y además incendiaron, saquearon y dañaron restaurantes y tiendas en los alrededores, como sucursales de Wendy's, Target y Dollar Tree. La policía respondió a estos hechos disparando gas lacrimógeno y balas de goma contra los manifestantes.

 

Imagen de uno de los tantos saqueos que recibieron las tiendas en los Estados Unidos. Ciudades como Los Ángeles, Chicago, Nueva York, Mineápolis y Atlanta fueron las más perjudicadas por estos disturbios. 

Este caso causó tal revuelo que, en otros países, también se manifestaron en contra:

-En el caso París, Francia, decenas de miles salieron a protestar frente a la Torre Eiffel y la embajada de Estados Unidos.

-En Bélgica, hubo protestas masivas a pesar de la pandemia generada por el Covid-19 en Bruselas, Lieja y Amberes.

-Una de las mayores manifestaciones sobre este tema tuvo lugar en Munich, Alemania. Llegaron a juntarse más de 30.000 personas.

-En el caso de Bulgaria, aún prohibidas las reuniones de más de 10 personas, han salido muchas personas a la calle al grito de “No puedo respirar”, últimas palabras de George Floyd.

-En Italia, la manifestación sobre el racismo fue con tapabocas y barbijos, y se consideró una de las más grandes desde que comenzaron las medidas del coronavirus.

Otros países donde se vieron este tipo de movilizaciones fueron Portugal, México y Australia, entre otros.

 

Manifestantes de Lieja (Bélgica) en la protesta contra el racismo a pesar de la prohibición por la pandemia, razón por la cual se los ve con barbijos y tapabocas.

A raíz de todo esto, en Argentina, se comenzaron a conocer varios casos de este tipo, abuso del poder policial, actos discriminatorios e incluso delitos sexuales, como violaciones. 

Uno de ellos fue la atrocidad cometida por miembros de la policía tucumana: personal de la fuerza de la comisaría de Monteagudo montó un operativo para desarticular una supuesta carrera de caballos ilegal. Llegaron en autos particulares, incluso el comisario de la dependencia, Rubén Montenegro, usó su propio auto para acercarse hasta el lugar.

La sospecha es que no iban a detener la carrera, sino a buscar su porción de lo recaudado en la competencia clandestina y que por eso no hay constancia del operativo y no tenían los uniformes.

Lo cierto es que Juan y su hermano Luis estaban a dos kilómetros del lugar donde estos agentes señalaban la carrera. Los interceptaron, y atraparon a Juan Espinoza, por razones que aún no están claras. Luego lo golpearon y lo esposaron. En ese momento, Luis fue a ayudarlo y allí le dispararon por la espalda.

Juan tiene golpes en la cabeza, hematomas en la espalda y lesiones en el estómago provocadas por la brutal golpiza. Además, perdió de vista a su hermano, pero sí llegó a ver a uno de los policías agarrar un arma y apuntar en dirección a donde se encontraba Luis. Escuchó un disparo y se desmayó, cree que por un golpe en la cabeza. Al despertar, encontró un charco de sangre, pero ningún rastro del hermano. El cuerpo apareció el viernes siguiente, a unos 100 kilómetros de ese lugar, en un barranco de la provincia vecina, Catamarca, envuelto en una bolsa y con un tiro en el omóplato izquierdo.

Otro hecho aberrante relacionado a este tema es el caso del ataque a la comunidad Qom. El violento accionar policial empezó con un allanamiento ilegal contra una familia originaria, y terminó con cuatro jóvenes detenidos y torturados, con sus familiares golpeados por intentar defenderlos y una menor de 16 años en estado de shock por vejaciones que se investigan.

A las 04:00 am del domingo, más de 15 policías de uniforme y de civil derribaron a patadas la puerta de la casa ubicada en el barrio Bandera Argentina, y después de agredir a culatazos y patadas a hombres, mujeres y niños arrastraron a cuatro jóvenes a la comisaría.

Una vez allí, los encerraron en un cuarto oscuro, los golpearon, les rociaron con alcohol y los amenazaron con prenderlos fuego. Saltaron sobre sus cuerpos al grito de "indios infectados", haciendo alusión a la situación que atraviesan las comunidades originarias, golpeadas por el coronavirus. Incluso los amenazaron de muerte. Según lo que contó Cecilia Solá, integrante de la APDH y de la MMF, los chicos tienen las caras y los cuerpos reventados a golpes y las chicas hablan de abuso, manoseo y métodos de tortura. La Policía puso la excusa de que cascotearon la comisaría. Fuese así o no, el grado de tortura y violencia que han sufrido esos jóvenes y sus familias es inenarrable. 

Así fue como dejaron los policías a una familia QOM.

Otro caso, también ocurrido en Chaco, más específicamente Resistencia, es aquel en el cual un joven que había violado la cuarentena en el medio de la noche fue demorado por dos policías. Una vez que los oficiales le dieron el “OK”, uno de ellos levantó su rifle y disparó balas de goma contra el peatón. 

Con respecto a lo que desarrollamos a lo largo de todo este artículo, desde nuestro punto de vista es inaceptable que aún en el siglo XXI sigan sucediendo hechos de racismo y abusos de poder de las autoridades policiales, las cuales deberían protegernos de aquellos que le causan daño a la sociedad. Si bien todos estos casos que se nombraron anteriormente son indignantes, esto no justifica de ninguna forma que se lleven a cabo otros delitos como los saqueos y/o agresiones con los demás. Ningún delito justifica otro. 

En la Argentina, los medios están más enfocados en las marchas contra el racismo en otros países que con lo que pasa en nuestro territorio. No creemos que esté mal, pero deberían tener más en cuenta lo que nos afecta a nosotros. Con respecto a los políticos y las organizaciones defensoras de los DD. HH, tras lo sucedido con Espinoza y los QOM, deberían ponerle un poco más de importancia a este caso, porque a comparación de todo el revuelo que causó el caso de Santiago Maldonado, pareciera que lo usaron para fines políticos. 

A modo de conclusión les dejamos las definiciones de las palabras más significativas que se nombraron en el artículo:

Racismo: Exacerbación del sentido de un grupo étnico que suele motivar la discriminación o persecución de otro u otros con los que convive.

Policía: Cuerpo encargado de velar por el mantenimiento del orden público y la seguridad de los ciudadanos, a las órdenes de las autoridades políticas.

Abuso del poder: es aquel que realiza un sujeto que ha sido investido con facultades públicas y que, mientras desarrolla su gestión, cumple con acciones opuestas a las obligaciones impuestas por ley, generando un daño moral o material a terceros.