Manuel Belgrano: no es un padre, sino un hijo de la patria

Como bien exponemos en este artículo, nuestro prócer Manuel Belgrano fue muy influyente en nuestro país y es por eso que aquí les traemos algo de su historia y su legado.
El 20 de junio: una fecha muy importante para la historia de la República Argentina. Durante esta, se celebra el Día de la Bandera en conmemoración al fallecimiento de su creador, Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano. Un hombre que fue mucho más que simplemente el creador de nuestra bandera. 
Antes de dedicarnos al gran Manuel Belgrano, vamos a hablar un poco acerca de la bandera más longeva que se pudo encontrar de nuestro país. 
En el museo histórico nacional se conserva la bandera argentina más antigua conocida como “Bandera de Macha”. Macha es una localidad situada en Bolivia, donde en una parroquia, en el año 1883, se encontraron dos banderas escondidas detrás de los cuadros religiosos. Una de ellas era celeste, blanca y celeste, como las que utilizamos ahora en Argentina. En cambio, la otra tenía los colores invertidos, es decir, era blanca, celeste y blanca. Podemos llegar a la conclusión de que ambas se usaban.
Como la Iglesia había apoyado al ejército revolucionario en la campaña del Alto Perú, se puede suponer que luego de la derrota de la Guerra de Independencia, esas banderas se habían escondido allí para que no cayeran en manos de los realistas, contra quienes luchaban.
Hay quienes dudan de que estas banderas sean las mismas que se utilizaron en esas batallas ya que no hay ninguna forma de comprobarlo efectivamente, pero la mayoría de los investigadores creen que sí.
En el año 1896, una de las dos banderas, la celeste-blanca-celeste fue entregada por el gobierno boliviano a nuestro país y se instaló en el museo histórico nacional, donde se conservó durante mucho tiempo y fue restaurada muy cuidadosamente. La otra quedó allí, en Bolivia, y se conserva en el Museo Casa de la Libertad de Sucre.
Creemos que reconocer a Manuel Belgrano solamente como “el creador de nuestra bandera” es un hecho gravísimo y que se realiza a menudo. Generalmente, en la escuela nos enseñan lo básico, y no se puede profundizar mucho sobre su vida, valores, grandes acciones, entre muchísimas cosas más.
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano fue un abogado, economista, periodista, político, diplomático y militar rioplatense de destacada actuación en la actual Argentina, el Paraguay y el Alto Perú durante las dos primeras décadas del siglo XIX.
Nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770, en la casa paterna, actual avenida Belgrano n.º 430, a metros del Convento de Santo Domingo. Su madre era María Josefa González Casero y su padre Domenico Belgrano Peri. Tuvo quince hermanos, dos de ellos sacerdotes, entre los cuales se destacaron como patriotas Francisco, Joaquín y Miguel Belgrano.
Estudió primeramente en el Real Colegio de San Carlos. Entre 1786 y 1793 estudió Derecho en las universidades españolas de Salamanca y Valladolid, donde se graduó como Bachiller en Leyes, con medalla de oro, a los 18 años de edad en la Chancillería de Valladolid, dedicando especial atención a la economía política. Por tal motivo, fue el primer presidente de la Academia de Práctica Forense y Economía Política en Salamanca.
Belgrano se rodeó de la élite intelectual de España, y por aquel entonces se discutía la reciente Revolución Francesa, los cuestionamientos al derecho divino de los reyes, los principios de igualdad, fraternidad y libertad, y la aplicación universal de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
Asimismo, se dedicó al estudio de las lenguas vivas, la economía política y el derecho público.
A dos siglos de su muerte, Manuel Belgrano fue pionero en varios temas. Como, por ejemplo, la libertad de género, y adelantado en términos de comercio, educación y agricultura. 
Sentimiento patriótico de Belgrano que marca la facilidad de vencer los obstáculos, pero el pueblo argentino no tiene mucho interés en su patria.
Además de todo esto, hay varias acciones que se pueden destacar sobre esta importante figura de la historia argentina. Por ejemplo, realizó donaciones de dinero para la construcción de escuelas.
A comienzos de 1812, fue designado al frente del Ejército del Norte, en reemplazo de Pueyrredón. Hacia fines de junio, en retirada, el ejército revolucionario evacuó Salta y Jujuy, cuando tuvo lugar el denominado “éxodo jujeño”. Instalado en Tucumán, Belgrano disponía de no más de mil seiscientos hombres, mientras el ejército realista bajaba ganando posiciones.  Luego de un efímero triunfo en Las Piedras, a comienzos de septiembre, se produjo el espectacular triunfo en Tucumán, en el Campo de las Carreras. Alentado por los reclamos de la población tucumana, Belgrano decidió desobedecer las órdenes impartidas desde Buenos Aires y mantuvo posición, esperando la batalla. Luego de la importante victoria, en la que también se destacó Manuel Dorrego, Belgrano se dedicó a instruir y armar a sus tropas, esta vez con la renuencia del recién constituido II Triunvirato, y avanzó hacia Salta, donde también derrotó a los realistas, ya en febrero de 1813, retomando el control de la región. Entonces, la Asamblea Constituyente premió a jefes y soldados y obsequió a Belgrano un sable con guarnición de oro y cuarenta mil pesos señalados en valor de fincas fiscales. Pero, basándose en sus principios de que los talentos y la virtud no tienen precio, decidió donar esos cuarenta mil pesos a la construcción de cuatro escuelas.
Una de las tantas cosas que se pueden destacar de él, es su astucia incomparable. El 23 de agosto de 1812 el ejército patriota a las órdenes del general Manuel Belgrano comienza el heroico éxodo del pueblo jujeño en dirección a Tucumán. Ante la inminencia del avance de un poderoso ejército español desde el norte al mando de Pío Tristán, el 29 de julio de 1812, Belgrano emite un bando disponiendo la retirada general. La orden de Belgrano era contundente. Había que dejarles a los godos la tierra arrasada: ni casas, ni alimentos, ni animales de transporte, ni objetos de hierro, ni efectos mercantiles.
Para entender un poco más acerca de Belgrano como persona, tenemos que hacer alusión a su austeridad. Antes de fallecer, él se encontraba en un contexto de gran pobreza. Sin embargo, le entregó al médico que lo atendía su reloj como una forma de pago. Su familia no tuvo fondos para una lápida y entonces se usó el mármol de una cómoda de su hermano Miguel. Así, se puede ver que en ese momento no tuvo el reconocimiento que se merece por todo lo que hizo por nuestro país. Él murió totalmente en el olvido. Solamente un periódico de poca circulación dio la novedad de su fallecimiento. 
Retrato de los últimos días de General Manuel Belgrano. 
Belgrano dedicó toda su vida a la integración de nuestro país. Uno de sus mayores legados es la idea de patria, de un país unido, sudamericano. Por eso queremos que como argentinos no se olvide todo lo que se luchó para conseguirlo. Y esto tiene que estar muy presente en nuestras vidas, tiene que ser más cotidiano. Por ejemplo, no podemos estar constantemente separados por nuestro pensamiento político, económico, religioso o cual fuese. Todos tenemos que estar de acuerdo en una sola cosa: poder prosperar como país, todos juntos. Sabemos que suena algo utópico, pero en realidad no lo es. Hay que aceptar que no todos piensan de la misma forma y llegar a un acuerdo tendiendo al bien común, que muchas veces se nos olvida. 
Autores: Nina Cardone, Maximo Listorti y Melody Garay. 

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