Entrevista a Adriana Samaniego

- ¿Qué fue lo que la inspiró a ser personal docente? ¿Su objetivo siempre fue ser vicedirectora o tiene planeado algún otro proyecto?

- Hace muchos años que trabajo en educación, siempre me apasionó el desafío de acompañar a los jóvenes en la etapa que transitan durante su paso por la escuela secundaria. Aún antes de trabajar en escuelas, ya sabía que eso me gustaba…

La vicedirección surgió como una propuesta, como antes lo había sido la secretaría, fueron distintas instancias que me han hecho crecer en lo personal y profesional. Muy enriquecedoras.

- ¿Estudió alguna otra carrera? En caso de haberlo hecho, ¿cuál y por qué motivo?

- Yo soy Ingeniera Agrónoma, esa es mi carrera de base. Uno de los motivos que me impulsó a estudiar Agronomía fue la posibilidad de una distribución más equitativa de los alimentos en el mundo. Recuerdo algunas imágenes de niños subalimentados que me impactaron fuertemente. Un sueño si se quiere, pero que me sigue inquietando. Tanto si se habla de alimento físico, comida, como intelectual, conocimientos.

- ¿Cómo es ejercer su rol desde su casa?

- Fue todo un aprendizaje… al principio más desordenado, queriendo hacer todo al mismo tiempo, a la vez que aprendía a relacionarme a través de la pantalla y a manejar las herramientas necesarias. Ahora un poco mejor, pero esperando con ansias volver a la presencialidad, no hay nada que reemplace el encuentro presencial cotidiano.

- ¿Cómo considera que se están desarrollando los chicos y los profesores en cuanto a las clases virtuales?

- Creo que todos estamos haciendo lo mejor que podemos. Para los profesores es todo un desafío sostener la atención, ser creativos a través de la pantalla, pero te aseguro que he visto clases brillantes en estos días, de esas que te dan ganas de aplaudir, percibiendo cómo el docente pone todo de sí, y con pasión les transmite a sus alumnos conocimientos y los convoca a ir más allá, despertando inquietud por profundizar en los temas que propone.

Y a los estudiantes, trabajar con compromiso, preocupación por responder a lo solicitado, interviniendo en las clases en este nuevo formato, con respeto. Intentando ayudar a los profesores a resolver los temas de uso de zoom que se pueden presentar en las clases. Considero que esta situación no buscada, que nos sorprendió a todos, nos está dando la posibilidad de crecer en otros aspectos, tanto a los docentes como a los estudiantes. De acompañarnos.

- ¿Cómo describiría su trabajo y la relación desde el personal hasta los estudiantes?

- En mi trabajo, que es acompañar desde lo pedagógico, intento siempre tener un trato cordial, escuchar, tratando de comprender al otro y en la medida de lo posible ponerme en su lugar, impulsar a los que trabajan conmigo para que puedan lograr lo mejor de sí mismos. Me gusta el trabajo en equipo, porque creo que allí cada uno tiene algo para aportar, puede desarrollar al máximo sus habilidades, adquirir otras, que tal vez ni se imaginaba y se logra un mejor producto final.

- ¿Cuánto hace que trabaja en la escuela?

- Hace 20 años que trabajo en Loreto, que según mis hijos es mi primera casa.

- ¿Qué cosas aprendió de esta cuarentena?

- A ser un poco más paciente, a esperar con esperanza, no con impaciencia, puede sonar lindo, pero a mí me resulta muy difícil. A renovar los proyectos. A que algunas cosas materiales que pensaba necesarias no lo son tanto. A festejar cumpleaños por zoom, a merendar con la familia de ese modo…

- ¿Cómo describiría esta escuela?

- Mi respuesta no va a ser objetiva, estoy muy orgullosa de Loreto. Para mí, es un placer trabajar acá, por el nivel docente, por la respuesta de los alumnos y el sentido de pertenencia, por el acompañamiento de las familias. Es la escuela que trata de ser mejor cada año, que apuesta por crecer y mejorar en todas las herramientas, oportunidades, experiencias que puede ofrecerle a los estudiantes que se acercan a ella.

- ¿Considera que se puede aprender virtualmente? ¿Con qué cree que no puede la virtualidad? 

- Sí, se puede aprender virtualmente, de hecho, hay carreras completas que se dictan de ese modo, pero la escuela secundaria no está pensada para la virtualidad. Los vínculos que se desarrollan en esta etapa necesitan del encuentro cara a cara. Es complejo relacionarse con los cuadraditos con nombre, foto o imagen que nos da una reunión virtual, aunque no imposible y supone otros parámetros de encuentro.

Es notable lo que ha ocurrido en este tiempo, la escuela se ha reorganizado de tal modo que se sigue aprendiendo de modo virtual, empezamos con pasos pequeños y ahora podemos tomar más impulso y sostener las trayectorias escolares de los alumnos de acuerdo al año que están cursando. A partir del trabajo autónomo de los alumnos, el acompañamiento de los padres y la disponibilidad de los profesores, los estudiantes están aprendiendo desde la virtualidad.

Dejando un poco de lado la temática que veníamos teniendo, decidimos hacerle una pregunta relacionada a Manuel Belgrano. Por un lado, le preguntamos: ¿Qué valores de Belgrano cree que se identifican con la educación y cuál es el ideario del colegio? A lo que ella nos contestó:

- Creo que algunos de los valores que reconocemos en Belgrano, están presentes en el ideario del colegio. Tales como el de la formación integral, para ser profesionales competentes, ciudadanos activos y comprometidos con la realidad del país, dispuestos a sacrificios personales, con una alta valoración de la familia. 

Por último, como siempre nos gusta, nos pareció interesante saber cuáles son los pasatiempos de Adriana y ver un poco el mundo dentro de la casa de cada uno durante esta pandemia. Adriana nos dijo:  

- Me gusta cocinar cosas dulces, por eso la primera foto, que es de los primeros días de la cuarentena; la siguiente, hago origami. Me encanta y en estos días, hice un montón de cosas para cuando vuelva a ver a mis nietos. 

Abajo, trabajando desde casa en estos días y la última, el día de mi cumpleaños, en la puerta de mi casa, recibiendo los regalos que me hicieron mis compañeros de trabajo, un hermosísimo momento.