ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Siempre hemos escuchado que debemos alimentarnos bien para tener un buen estado de salud, pero ¿Por qué esto es así?

De los alimentos obtenemos los materiales necesarios para el crecimiento, la reparación y la energía. Las células de nuestro cuerpo requieren de los nutrientes y las sustancias reguladoras contenidas en los alimentos, pero en forma soluble en los líquidos de los tejidos. Los alimentos que comemos son sustancias complejas, con frecuencia insolubles. Por tanto, el cuerpo debe transformar los alimentos en nutrientes y sustancias reguladoras.

Una alimentación saludable es importante, ya que a través de ella conseguimos la energía necesaria para nuestro día a día. Ésta consiste en ingerir una variedad de alimentos que contengan: proteínas, carbohidratos, grasas, agua, vitaminas y minerales.

Además de cumplir con las funciones biológicas del organismo, una buena y variada alimentación previene o al menos reduce el riesgo de padecer ciertas alteraciones o enfermedades a corto y largo plazo. Basta con recordar el impacto que tienen en nuestra sociedad las llamadas "enfermedades de la civilización". Hipertensión, obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, trastornos de la conducta alimentaria e incluso ciertos tipos de cáncer se relacionan con una alimentación desequilibrada. No es, normalmente, una relación directa de causa-efecto, pero sí supone uno de los factores que contribuye a aumentar el riesgo de aparición y desarrollo de dichas enfermedades.

El mantenerse con una nutrición balanceada es importante para todos. Combinada con la actividad física y un peso saludable, la buena alimentación es una forma excelente de ayudar a tu cuerpo a mantenerse fuerte y saludable.
   
Las Guías Alimenticias para Estadounidenses de 2010 del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos recomiendan, entre otras cosas, que tengamos en cuenta lo siguiente: llenar la mitad del plato con verduras y frutas; llenar un cuarto del plato con granos, (la mitad de ellos integrales); llenar un cuarto del plato con proteínas magras, sin olvidarse de variar las fuentes de proteínas y de consumir pescado dos veces por semana; reducir el consumo de alimentos con mucha azúcar, sal y grasa agregadas. 
Esta buena alimentación es esencial para llevar a cabo una vida saludable. Las dietas variadas y el consumo de alimentos ricos en proteínas o hidratos de carbono son lo que le suministra al cuerpo la mayor parte de la energía a la hora de realizar algún tipo de actividad. Al desempeñar una actividad física de cualquier tipo se aconseja ingerir una determinada fuente de carbohidratos ya que esta le aportará al organismo una gran fuente de energía.
 
Las líneas actuales de investigación se centran ya no sólo en el consumo de energía y nutrientes (proteínas, grasas e hidratos de carbono, vitaminas, minerales y agua), sino también en otros componentes no nutritivos de los alimentos que (se ha comprobado en la experimentación y en estudios científicos de laboratorio) se comportan como elementos protectores frente a estas y otras enfermedades. Hablamos concretamente de la fibra y de los antioxidantes naturales, presentes fundamentalmente en los vegetales.

Existen grandes mitos en donde se dice que los elementos alimenticios que contienen un gran porcentaje de carbohidratos nos harán engordar o aumentar de forma creciente nuestro nivel de calorías durante el día. Por eso, vamos a hablar de un alimento totalmente sano y con un aporte significativo de energía al ser consumido antes de poner el cuerpo en movimiento:


Este alimento es la avena, es utilizado por gran cantidad de deportistas debido a su bajo número calórico y su aporte significativo de energía. También suele incorporarse en las dietas para pérdida de peso o para la mantención de este.

A continuación, mencionaremos los beneficios de la misma:
Ayuda a la pérdida de peso, controla los niveles de azúcar en sangre, mejora la digestión; es una gran fuente de energía y protección, previene enfermedades, ayuda al sistema nervioso y a los huesos, y regenera los tejidos. Por ende, debemos tener en cuenta este alimento en nuestra vida cotidiana para alcanzar todos estos beneficios y lograr un balance en nuestra alimentación.

Luego, enfocándonos en el aspecto de la alimentación en relación al deporte podemos recomendar el consumo de claras de huevo y algunas yemas, debido a que las yemas en gran cantidad pueden afectar a nuestro colesterol y provocar un gran aumento calórico en nuestra dieta subiendo de forma significativa nuestro nivel de grasa corporal.

Las claras de huevo nos ayudarán a lograr un mayor desarrollo en el deporte y a incrementar nuestro nivel de fuerza, aumentando también nuestra masa muscular.

A pesar de todos estos beneficios, siempre recomendamos que consulten con su médico o nutricionista de confianza estos aspectos de la dieta. 

Si te gusta hacer ejercicio, recuerda que una alimentación variada y equilibrada junto a una buena hidratación son clave para asegurar un buen rendimiento deportivo y reducir el riesgo de lesiones.

Una buena alimentación incrementará tus resultados a la hora de hacer ejercicio.

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