Toda ayuda cuenta

En esta oportunidad nos acercamos a ustedes para hablar sobre el proyecto “Tacitas Azules” en el cual contaremos de qué se trata y a quienes se ayuda con esto, además de poder difundir que donaciones se necesitan para la causa.

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“La solidaridad no es un acto de caridad, sino una ayuda mutua entre fuerzas que luchan por el mismo objetivo.” -Samora Machel

Pocas veces pensamos en la importancia de ayudar a los demás. Ayudar a las personas es un acto que mejora la calidad de vida en general, pero además de ser una buena acción, estas gestiones benefician de manera directa e inmediata a la persona que las realiza. Mucha gente supone que ayudar a los demás es una labor que hacemos para beneficio de las demás personas únicamente y que propiamente uno no gana nada, pero la realidad es que no es así, ya que ayudar te da una oportunidad invaluable para aprender a expandir la conciencia y ver más allá de vos mismo.


En nuestro colegio se llevan adelante distintos proyectos solidarios, en este caso hablaremos del merendero “Tacitas azules” que funciona en la parroquia Nuestra Señora de Loreto desde hace ya algunos años. En este proyecto colaboran personas de todas las edades, ya sean alumnos de la institución como personas de afuera de ésta.

Este proyecto tiene como función principal darle la merienda a quienes vienen, que suelen ser niños, que tienen entre 6 a 12 años de edad. También se realizan actividades o juegos a gusto de los chicos que quieran participar. Así, la mesa nos reúne como si en ella quisiéramos emular al hijo del creador que, con su humildad y enseñanzas, nos ha dejado ésta misión de ayudarnos los unos a los otros. Ese es el bien supremo, el saber que entre todos podemos más.


Tuvimos la oportunidad de hablar con una de las integrantes del grupo del merendero, la alumna Martina Rizzoli, que cursa su último año de la secundaria y nos contaba qué significaba el merendero para ella: “El merendero es una manera de ayudar a los que menos tienen de una manera material, pero también del lado anímico. Somos conscientes de que vamos a ayudar, y a su vez, de que vamos a recibir algo mucho más grande”. Con esta declaración podemos afirmar que, al ayudar a los demás, también nos ayudamos a nosotros mismos.

Siguiendo con la conversación surgió la pregunta de si ya tenían pensada alguna actividad para hacer cuando se retomen las clases, y nos comentó que les gustaría reanudar un apoyo que se les dió a los chicos hace ya un tiempo pidiendo libros escolares. Esto sería una gran propuesta a realizar.


Debido a la situación actual que se está viviendo en todo el mundo por el coronavirus (COVID-19), sabemos que es muy difícil recibir donaciones en estas condiciones, sin embargo el colegio (Brandsen 3785, Sarandí, Partido de Avellaneda) abrirá sus puertas determinados días y horarios para que, aquél que desee contribuir con la causa, pueda acercarse y dejar su donación. Esto se irá avisando a medida que pasen los días, a través de las redes sociales del colegio. Las donaciones que hacen falta son: té, chocolate, azúcar, leche en cartón o envase, mate cocido, galletitas y jugos. Igualmente cualquier cosa con la que puedan ayudar será gratamente recibida.

Si bien ésta es una propuesta que el colegio lleva adelante hace bastante tiempo, en este momento cobra otra dimensión porque el mundo está atravesando una situación completamente nueva, que conmueve nuestra humanidad muy profundamente.

Nosotros,  como miembros de esta comunidad nos sentimos muy orgullosos de aportar nuestro granito de arena para esta y otras causas. Pero más que nada nos llevamos un gran aprendizaje y ejemplo que nos va a servir para el resto de nuestras vidas. Educar en el amor es dar y proyectar en él mismo.


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