COVID-19: un enemigo invisible

El coronavirus, específicamente el COVID 19, trajo un gran cambio para todo el mundo. Desde el momento en que tuvimos el primer caso en Argentina, nos llueve información, teorías y especulaciones sobre lo que pueda llegar a pasar. Te invitamos a que leas este artículo, parar la pelota de toda esa información unos minutos y que reflexionemos juntos sobre lo que está ocurriendo y nuestra forma de actuar.
En el año 2019, en la ciudad de Wuhan, China, surgió una misteriosa infección llamada COVID-19. Se cree que los primeros casos de esta nueva enfermedad fueron un grupo de personas que estaban en contacto con animales salvajes vivos y enfermos que la podrían haber transmitido, como serpientes, murciélagos y castores. Dicha infección se extendió por todo el mundo, convirtiéndose en una pandemia mundial.
En nuestro país, el primer caso se dio a conocer el día 3 de marzo del año 2020. Se trataba de un hombre de 43 años, que había visitado Italia y que regresó al país el domingo 1 de marzo. Desde ese momento, empezó a crecer el número de personas que contrajeron la enfermedad.
Como es de público conocimiento, el gobierno decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Esto les exige a todos los argentinos, menos a las personas que tienen un cargo fundamental para el desarrollo del país, quedarse en sus casas y únicamente salir para comprar lo fundamental y poder cubrir sus necesidades básicas.
Como bien se sabe, no solo en la Argentina sino en el mundo, se cambió el paradigma de lo que veníamos viviendo en todos los aspectos. 
Si tuviéramos que ejemplificar, una clara situación serían las clases o reuniones virtuales. Las instituciones, como escuelas o universidades, están dando su contenido a través de plataformas virtuales como, por ejemplo, "Zoom", una aplicación en la cual podrás observar y hablar con tus alumnos por una simple pantalla. Lo mismo ocurre en el caso de las empresas. Si bien todos estamos tratando de adaptarnos lo mejor posible a lo que ocurre y es complicado, nos parece que este tipo de reuniones son una muy buena forma para que las personas sigan capacitándose y creciendo, tanto a nivel laboral y académico. 
Asimismo, al haberse determinado la cuarentena obligatoria, muchas personas debieron adentrarse en el mundo de la tecnología. Por ejemplo, muchos pagábamos los impuestos en un Rapipago y ahora todos nos tuvimos que adaptar a pagar vía internet.

Zoom es hoy en día una aplicación vital para las escuelas y las empresas.

Con respecto a la seguridad y cuidado de los habitantes de la Argentina, se están brindando protocolos de salud para evitar el contagio. El gobierno determinó cuidados esenciales para no contraer el virus, como el continuo lavado de manos y la limpieza de todos los productos que son obtenidos con lavandina, alcohol y agua. Hace no muchos días, específicamente el 20 de abril del año 2020, se consideró obligatorio el uso de tapabocas y quien no lo utilice obtendrá una multa que va a variar entre $1.500 y $72.000.
En lo que corresponde a lo económico, provocó que todos tengamos preocupaciones e incluso, en algunos momentos, miedo por cómo vamos a pagar nuestras deudas, cobrar nuestros sueldos, entre otras cosas. Hay dueños de empresas cuyos ingresos dependen directamente de su producción o del consumo del servicio que brindan, que no saben de qué manera van a pagar lo que le corresponde a cada uno de sus empleados. Además, personas cuyo sueldo depende del día a día como es el caso de un mozo, que gran parte de su ingreso es la propina de los clientes, al no poder salir a trabajar no cobra o lo hace, pero de una manera mucho más reducida. Estos solo son dos casos de los millones que hay en el país.
En nuestra opinión, la salud es lo más importante que tenemos y por ello, hay que cuidarla. No solamente la propia sino también la del prójimo. Al decir esto no nos referimos a que sea algo fácil de hacer, pero tampoco es imposible. La manera de lograrlo es siguiendo las órdenes de nuestras autoridades, como corresponde y no siendo egoístas sino, pensando en el otro.
No queremos que nos malentiendan, la salud es lo principal en nuestras vidas, pero también, la economía es importante. Creemos que una vez que se logre tomar el control de la situación a nivel sanitario, se debería intentar lo mismo con el sector económico.
Para salir de esta situación tenemos que cooperar entre todos, tratando de ser las mejores personas posibles. 
Todos los días presenciamos o escuchamos casos que no podemos entender realmente. Un claro ejemplo fue el hecho de que cuando decretaron la cuarentena, miles de personas se lo tomaron como unas vacaciones y se fueron para la costa atlántica.  Otro, es que algunos vecinos obligan a trabajadores del área de salud a que se vayan de sus propias viviendas por, simplemente, el temor a ser contagiados.
  Por otro lado, tampoco podemos entender el aumento exagerado y sin razón de los precios de productos esenciales como lo es el alcohol en gel. Y mucho menos el hecho de que delincuentes se aprovechen de este momento de vulnerabilidad para estafar a los abuelos a través de la conocida maniobra del “cuento del tío”.
  Por último, no comprendemos que haya algunas personas que rompen este aislamiento obligatorio por motivos innecesarios, como aquellos dos hombres que fueron a pescar al dique de Río Hondo o el conductor argentino, Marcelo Tinelli que se fue con su familia a Esquel, Chubut para pasar la cuarentena, y hace unos días volvió a su casa de Buenos Aires. 

Dos hombres irresponsables violan la cuarentena solo para ir a pescar.

A pesar de estas actitudes que tienen ciertas personas, hay miles de otras que ayudan y cooperan. Por eso, los invitamos a que sean parte de este último grupo. Para ello, no es necesario hacer un gran acto de valentía o algo por el estilo, se puede hacer con un gesto mínimo, sincero y sin ningún interés. Por ejemplo, si sabes de una persona que esté pasando esta cuarentena sola, llámala; o si sabes de algún adulto mayor que necesite ayuda con las compras, ayúdalo haciéndoselas. 
En conclusión, creemos que todo esto que está sucediendo nos va a ayudar como personas: vamos a tener que aprender a pensar en el otro y en que este es igual de importante que nosotros. 
No somos quienes para decirles qué hacer o cómo, pero les proponemos reflexionar sobre sus acciones y actitudes, que se pregunten de qué forma pueden mejorar y cómo pueden ayudar, aunque sea en algo muy chiquito. Nos parece que esta es una gran oportunidad para dejar de lado nuestras diferentes opiniones económicas, políticas y religiosas y, de una vez por todas, trabajar por los demás sin recibir nada a cambio y nos unamos para combatir este enemigo invisible que se hizo tan poderoso. 

Autores: Nina Cardone, Melody Garay y Máximo Listorti. 

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