Misioneros en el Centro de día

En esta nota hablaremos sobre el grupo Misionero, formado por los chicos que pertenecen al colegio y sus ex alumnos. 

Nos centraremos en la ayuda que brinda el colegio al Centro de día. La institución acude todos los años para brindar su ayuda a los niños que pertenecen al centro, preparando una fecha especial con juegos y diferentes actividades de desarrollo e integración para ellos, buscando, de alguna u otra manera, contenerlos y acompañarlos. Y no sólo a ellos, sino también a quienes conviven día a día con los mismos.

Tuvimos la oportunidad de ver cómo los alumnos de los distintos años que forman parte del grupo misionero preparaban las actividades para ese día junto a la persona que organiza el mismo, Guido Bozzola. Los chicos de nuestra institución se organizaron en grupos con los niños, para trabajar y jugar ese día.

Los chicos, además de preparar juegos para este día, llevaron al centro un disfraz de un personaje muy conocido por todos, un “Minion” de la conocida película “Mi villano favorito”. Los niños se divirtieron mucho y fue un agradable momento. No sólo pudieron divertirse los chicos del centro de día, sino que también generó risas en los misioneros, ya que, en definitiva, de esto se trata el ayudar al otro desde el más humilde lugar.

Los distintos juegos hechos por los misioneros fueron preparados durante las semanas a las que acudían al grupo. Consistían en juegos hechos con cajas de zapatos, botones, plumas, medias viejas para hacer títeres de gatos y cualquier cosa que pudiera servir. Además, los chicos llevaron parlantes para poner música mientras jugaban y, por otra parte, prepararon una coreografía para entretener a los niños junto a Guido y Luciano Barbalace, uno de los profesores que se integró al grupo este año.

El grupo misionero, además de las diferentes actividades que realiza durante todo el año, como el viaje a Añatuya y las distintas donaciones que se recolectan, se ocupa del merendero y de la Noche de la Misericordia, juntándose botellas todos los días para que, en los viernes, se preparasen las diferentes viandas para repartir a las personas en situación de calle. Es una actividad de la que muchos quieren participar, pero, mayormente, participan los más grandes junto a Guido y los diferentes adultos que ayudan para que sea una jornada única.

Hablamos con distintos integrantes del grupo y todos estuvieron de acuerdo acerca de que todo esto los había ayudado mucho, cambiando su forma de ver las cosas. Casi todos nos han contado sobre las nuevas amistades que realizaron y, a la pregunta que realizamos de ¿Por qué acudiste al grupo misionero?, la respuesta fue muy variada, pero todos compartieron algo en común: el acudir al grupo y ayudar al prójimo te lleva a sentirte mejor persona, como sucedió en el Centro de día, en Añatuya y en la Noche de la Misericordia.

Por otra parte, y no menos importante, nos sorprendió la respuesta de uno de los chicos acerca de ayudar a los que menos tienen en Añatuya, dijo: “Tenemos que entender que los que más tienen son ellos, el amor que tienen para dar no se compara con ningún objeto material o ayuda que podamos darles, una sonrisa de estos chicos a causa nuestra realmente te llena y es algo único”. Ante esta respuesta nos dimos cuenta de que realmente el grupo misionero es algo único. No sólo para los chicos que participan de él, sino también para los que reciben la ayuda. Esto se debe a que es una transmisión de amor de ambas partes desde cuando se realizan los juegos, las viandas y se juntan las botellas, hasta cuando los misioneros vuelven a sus casas felices de lo realizado. Cabe destacar que los chicos no hacen esto para recibir la aprobación de nadie, sino por la felicidad que se llevan por poder ayudar a alguien más.

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