“EL ARTE Y LA COMUNICACIÓN… ESA COMBINACIÓN…”

En esta tercera edición traemos la entrevista de Daiana Czenis, docente del Instituto tanto a nivel primario como secundario, quien destaca por su arte.

Daiana Czenis (izquierda) junto con su compañera de trabajo, Marta Caballeira.

-       ¿Podría contarnos qué es la cerámica?

El arte de la cerámica es una forma de expresión como cualquier otra manifestación artística. Es de las primeras que practica el hombre con un proceso complejo porque requiere un análisis de la tierra, de la temperatura… Se dio cuando en la evolución del conocimiento del hombre llegaron a sacar conclusiones que los llevara a crear este tipo de ornamento, que conforma una rama del arte muy antigua que se practica hasta hoy.

-       ¿Hace cuánto enseña cerámica? ¿Dónde estudió?

Enseño cerámica acá en la escuela hace cinco años más o menos. Yo no soy profesora de cerámica, soy profesora de Artes Visuales, especialista en Pintura y estudié en la escuela de Bellas Artes Carlos Morel de Quilmes.

-       ¿Qué es lo que usted hizo para empezar a enseñar?

Lo principal fue que confiaran en mí en un espacio como este, lo que requirió formación, porque si bien durante la carrera tuve la materia de cerámica, fue una formación básica; de todas maneras en la escuela Carlos Morel estaba muy bien armada… Entonces sentí que tenía todo el conocimiento básico para poder aplicarlo en la escuela teniendo el horno y los materiales que están en el taller. Después, como todo terreno de trabajo, requiere que uno vaya adquiriendo conocimientos y sobretodo experiencia

Herramientas utilizadas en Cerámica.

-       Nosotros consideramos que como todo tipo de arte, a uno le genera diferentes sensaciones cada vez que lo experimenta… ¿Cómo fue la sensación que tuviste la primera vez que apreciaste la cerámica, armar un molde, modelarlo?

Bueno mi primera sensación fue en este mismo taller cuando yo venía a jardín, porque soy ex alumna de la escuela y tenía como maestra de cerámica a Graciana. La primera impresión la habré olvidado, se habrá convertido en otras, porque esa sensación de niña de poder meter las manos en una superficie que recibe los dedos, que humedece, que se forma y obedece a la presión, es una experiencia preciosa. Yo no recuerdo esa primera práctica, pero de alguna manera me fue generando un placer que se fue convirtiendo y trasladando a otras formas. También recuerdo mucho mi experiencia con mi maestra, que la tuve hasta noveno, así que fueron muchos años de estar en contacto con ella y todo eso forma una gran cantidad de sensaciones.

-       ¿Realizó alguna pieza para alguien?

Nunca hice piezas de arcilla con ese fin, pero sí muchas de las que hice las fui regalando. Por ejemplo, el Cristo con las ovejas que está en el cinerario de la parroquia, ese lo hice cuando estaba cursando, ese sí lo hice pensando que esté acá.

-        ¿Alguna vez hizo una pieza inspirada en alguien? O era más bien algo creado en su imaginación o algo que veía y quería retratarlo…

Es que sí, todo el tiempo es eso… Tengo en pintura, que es mi especialidad, retratos de mi familia por ejemplo. Todo nuestro entorno de alguna forma nos va inspirando, no solo las personas o los objetos, sino las cosas que suceden, los hechos que nos van emocionando y nos van llevando a querer expresar eso que a nosotros nos generó.

-       Nosotros sabemos que usted enseña varias materias en la institución, ¿con cuál de todas estas materias se siente más identificada?

Me identifico más con Educación Artística que doy en segundo año, me gusta mucho ese perfil de la materia porque es más amplio que, por ejemplo, Educación Plástica o el arte de la Cerámica. Entonces me permite brindar espacios y estímulos en la planificación del aprendizaje que tengan que ver con otras áreas que también me interesan como la música o el video.

-       ¿Desde chica tuvo esa tendencia por todo lo que es lo artístico o fue algo que surgió a medida que fue creciendo?

Siempre me gustó dibujar desde que lo recuerdo, mi entretenimiento siempre era pintar o hacer algo: recortar, pegar… De todos modos esto fue tomando forma y se fue construyendo con el tiempo. Antes de hacer el profesorado, hice el CBC (Ciclo Común Básico) para Ciencias de la Comunicación y cuando lo terminé me agarró una gran crisis, y buscando carreras que tengan más rápido lo que yo quería, que era la práctica del dibujo, de la escultura, de la pintura, me anoté en el profesorado de Artes Visuales y ahí me di cuenta que siempre me gustó enseñar y comunicar… La comunicación siempre me interesó, pero el arte y la comunicación… esa combinación fue lo que hizo que finalmente la carrera sea un disfrute siempre. No que tenga que esperar ciertas materias o atravesar las que no me gustaran… Entiendo que cada experiencia es particular, pero yo disfruté mucho la carrera; nunca estuve apurada por terminarla.

-       ¿Cómo fue aprender a usar los hornos?

 

Primero me transmitieron la experiencia quienes los usaban. Después los libros me ayudaron mucho. Lo que sucede dentro del horno es un proceso químico y físico, por lo que esas cosas se deben conocer bien. Trato de buscarme un libro que tengo ahora en la mochila y traerlo siempre que vengo al taller porque ante cualquier duda lo puedo consultar. Y por último, las particularidades de los hornos que son distintos y la experiencia propia. Creo que entre esas cuatro uno va conociendo al horno, que es un actor fundamental en la tarea, en la cocción… Es lo que convierte la arcilla en cerámica.

Horno utilizado en la cocción de la arcilla.

     -       Para finalizar, ¿le divierte su trabajo?

Sí, siempre que puedo ver el disfrute en los demás a mí me divierte. Entonces voy tratando de que ese disfrute se dé… No me divierte todos los días, porque hay que custodiar la buena experiencia de los chicos, hay que tratar de que las condiciones que uno genera logren una buena experiencia individual en ellos; y eso a veces se da y a veces no, y desde ahí uno utiliza eso para poder replantear la clase.

 

 

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