Juntos como hermanos, miembros de una iglesia

Recibimos a un nuevo diácono en nuestra congregación

El pasado 26 de mayo, el seminarista Jhonny Edillo Pajarillo recibió el diaconado de manos del Monseñor Ernesto Giobando, Obispo Auxiliar de Buenos Aires. La ceremonia tuvo lugar en la parroquia San Felipe Neri del barrio de Mataderos.

Jhonny Edillo Pajarillo nació en Filipinas, tiene 29 años, y entró a la Congregación HSMI en el año 2006. Llegó a la Argentina el 4 de mayo de 2018 y desarrolla sus labores en la parroquia San Felipe Neri, en el barrio de Mataderos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.                                             

Mons. Ernesto Giobando y Jhonny Edillo Pajarillo junto a todos los religiosos y concelebrantes de la ceremonia

Jhonny recibió el diaconado en una ceremonia muy similar a aquellas que se realizan con motivo de una ordenación al sacerdocio y, dentro de unos meses, recibirá el orden sacerdotal. 

En la ceremonia, se encontraban presentes los sacerdotes de las tres casas de la congregación en Argentina, junto con religiosos y monaguillos, la Sra. Embajadora de Filipinas, Linglingay F. Lacanlale, autoridades de las escuelas y los alumnos abanderados en representación de las tres comunidades educativas, además de fieles de las tres parroquias que se trasladaron hasta Mataderos para participar del evento.

 

La iglesia estaba colmada en capacidad y perfectamente acondicionada para la ocasión. Por otro lado, no podemos dejar de mencionar que todos los presentes participaron con mucha emoción y alegría de la misa de ordenación. 

Jhonny instituyendo la Eucaristía durante la ceremonia.

Una vez terminada la hermosa homilía del Obispo, Jhonny manifestó públicamente su deseo de recibir libremente el ministerio del diaconado y de cumplir con devoción sus promesas. Seguidamente, el futuro diácono se acercó al Monseñor Giobando y, de rodillas ante él, juntó sus manos prometiendo respeto y obediencia al Obispo y a los superiores de su comunidad.

 

Después del momento de la Letanías, en el que se pidió la bendición de Dios y la protección en su misión para Jhonny por intercesión de los santos, se llegó al momento central de la ceremonia. Allí, el Obispo impuso sus manos sobre la cabeza de Pajarillo y pronunció la Plegaria de ordenación.

Jhonny al momento de la ordenación

En otro pasaje emotivo de la celebración, se acercaron al altar los ornamentos diaconales: la estola y la dalmática, signos visibles del carácter de su ministerio. A continuación, otros religiosos lo ayudaron a revestirse.

El rito de la ordenación concluyó con la entrega del libro de los Evangelios al nuevo diácono.

Diácono es una palabra que proviene del griego y significa “servidor”. El diaconado es una realidad sacramental que proporciona la condición de clérigo y habilita para servir al pueblo de Dios en la diaconía de la liturgia, de la palabra y de la caridad. Su misión principal consiste en asistir al Obispo y a los sacerdotes ayudándoles en la predicación del Evangelio y en el servicio a los más pobres. Los diáconos, a diferencia de los presbíteros (los sacerdotes), no celebran la Eucaristía (aunque ayudan a dar la comunión), ni confiesan a los fieles; pero sí pueden administrar el sacramento del Bautismo y del Matrimonio, celebrar exequias y llevar la comunión a los enfermos.

Por lo tanto, este ministerio diaconal otorgado a Pajarillo en orden al presbiterado, es la antesala de la ordenación sacerdotal.

 

Antes de finalizar la ceremonia y ya habiendo finalizado todos los rituales necesarios para la ordenación, Jhonny dio un discurso en el cual se lo pudo ver profundamente emocionado. A continuación, y al finalizar la ceremonia, los presentes fueron invitados a participar de compartir la canasta en un salón contiguo a la parroquia para acompañar al flamante diácono. Fue una verdadera fiesta para todos aquellos que formamos, de una u otra manera, parte de la congregación; nos alegramos por él y le deseamos lo mejor en esta nueva etapa.

Jhonny saludando a los asistentes al finalizar la ceremonia

Acompañamos con nuestra oración fraterna a este joven y encomendamos a María Inmaculada este Ministerio que se le confió.

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