Joaquín Francioni, genio en el piano.

Al alumno de tercer año, Joaquín Francioni, le encanta el arte musical y tiene un cariño especial por el piano, instrumento al cual se dedica desde hace años.

La música es una de las expresiones más fabulosas del ser humano, ya que logra transmitir de manera inmediata diferentes sensaciones que otras formas de arte quizás no pueden. La música es un complejo sistema de sonidos, melodías y ritmos que el hombre ha ido descubriendo y elaborando para obtener una infinidad de posibilidades diferentes. Se cree que la música es de gran importancia para el ser humano ya que le permite expresar miedos, alegrías, y sentimientos muy profundos. A su vez, logra canalizar esas emociones y hace que la persona aliviane sus penas o haga crecer su alegría, dependiendo del caso. Además, es de vital importancia no sólo por su belleza y valor estético, sino también como soporte a partir del cual el ser humano se puede comunicar con otros y también consigo mismo.

En esta oportunidad hemos entrevistado al alumno de tercer año Joaquín Francioni, quien admira muchos aspectos de la música pero se dedica especialmente a tocar el piano, un instrumento que es considerado por varios músicos como uno de los más completos por excelencia.

-          Joaquín, ¿cuándo empezaste con la música y qué te llevó a hacerlo?

-          La verdad es que no tengo un momento ni una fecha específica en la que empecé con la música. Tampoco tengo una familia de músicos, pero hace unos años mi papá me regaló un teclado doméstico y esa fue una de las cosas que me llevó a elegir el piano tiempo después. Había tocado batería y guitarra pero desde ese día, nunca jamás me alejé del piano. Para mí es una de las cosas más importantes que tengo en la vida y muchos factores me llevaron a elegirlo. Estos no se pueden definir o encontrar su significado en un diccionario. Creo que va más por el lado de lo sentimental y lo que a mí me causa.

-          ¿Qué significa la música para vos?

-          A la música, tanto para mí como para otros músicos que escuché, no se le puede dar un significado específico. Creo que tiene que ver con cómo la interprete el cerebro de cada uno. Yo la considero como una extensión de mi lenguaje (otra forma de comunicarme con los demás) y de los sentimientos; poder transmitir a través de ella lo que siento. A mí, por ejemplo, se me hace más fácil, si algo me pasa, no contarle el problema a otra persona sino sentarme delante del piano y liberarme.

-          ¿Podrías decir que tocar un instrumento musical, o mismo la música en sí, provocó un cambio significativo en tu vida?

-          Sí, desde ya, dedicarte a la música significa cambiar tu estilo de vida. En sí, la música es pura perseverancia, entonces uno tiene que dedicarse a eso para que le vaya bien. Además, te genera cambios a nivel sentimental y podés compartirla con otras personas. Igualmente, a mí me generó un cambio en cómo me relaciono con los demás porque, particularmente, me hizo aislarme un poco de la gente en algunos momentos. A veces está bueno, pero otras puede ser malo, ya que quizás dejaba de lado personas importantes para mí por la música.

Por otra parte, a nivel escolar nunca me vi perjudicado porque ordeno bien mis tiempos para dedicarme al colegio y para poder estudiar piano.

-          ¿Tenés algún referente dentro de la música o en el piano?

-          Sí, tengo referentes del mundo del piano prácticamente. He dividido a las personas en dos partes: el primer grupo, “la valentía”, como lo llamo yo, que son los autores musicales. Mi preferido es Frédéric Chopin desde que empecé con la música clásica, y la verdad que me encanta porque sus piezas me vuelan la cabeza. Del otro lado ubico a “los intérpretes”, que también tienen que tener cierta valentía para interpretar tales obras maestras. Mi ejemplo a seguir es mi profesora de piano, Juana Gonzales. La conocí hace 2 años, cuando empecé a tomar clases en el conservatorio en el que estudio ahora. La primera vez que la tuve me quería morir, salí del lugar con ganas de llorar, porque es muy severa. Igualmente, después me fui acostumbrando, y te vas dando cuenta de que a uno lo apunta a la perfección. Siempre pensé que si se tiene a alguien al lado que te exige al máximo, al principio cuesta bastante, pero finalmente te das cuenta de que es lo mejor porque se logra el objetivo.

-          ¿Planeas dedicarte profesionalmente al piano en algún futuro, o a la música en general?

-          Sí, la verdad que me gustaría mucho. Igualmente es complicado hoy en día dedicarse a la música, ya que hay que tener mucha suerte y hasta tener un representante. Yo planeo estudiar algo relacionado y espero con ansias poder lograr mi sueño.

-          ¿Qué le dirías a alguien que desea aprender algún apartado de la música?

-         Apenas conozco a alguien que le gusta esto pero no se anima o le da vergüenza, yo le digo que se largue. Es obvio que se necesita mucha perseverancia como mencioné antes, ya que el inicio tanto en el piano como en cualquier instrumento es complicado. Me pasó a mí y a cualquiera que haya aprendido a tocar. Sin embargo, con mucha práctica, uno mismo va mejorando con el correr del tiempo, y es muy importante que no se frustren si las cosas no les salen.

Joaquín Francioni tocando “Married Life” en el piano.