Entrevista a Fernanda Núñez, profesora de química y física

Para nuestra conveniencia, tuvimos el honor de entrevistar a una de las profesoras más ingeniosas y estimadas de nuestra institución. Primeramente, le preguntamos acerca de su jornada laboral y lo que nos podría detallar sobre ella, a lo que nos respondió: "Afortunadamente, mi itinerario es bastante extenso, sin ningún tipo de interrupción entre medio, debido a que trabajo en dos colegios y no tengo demasiado tiempo libre durante el transcurso de mi día laboral. Pero también suelo llevar trabajo a mi hogar (exámenes y demás para corregir) y, luego, me dedico exclusivamente a mi vida cotidiana de entre casa, realizando deporte y ocupándome de mi familia.".

También, indagamos acerca de su interés sobre la química, la física y cómo surgió, a lo que nos contestó: "Mi pasión es la química, no te digo que la física no es mi niña bonita, pero química fue la primera que me llamó la atencióny lo supe de pequeña, cuando jugaba al laboratorio, fingiendo que hacía experimentos con los elementos que me traía mi abuelo postizo de la firma de cosméticos llamada Coty, donde trabajaba. Y tal vez, mi curiosidad apareció gracias a lo que él me contaba de niña sobre su trabajo. Además, cuando tuve en tercer año de la secundaria la materia llamada “Fisicoquímica”, encontré finalmente mi afinidad hacia estas dos ciencias. Así fue como luego busqué dónde se estudiaba la licenciatura de química, entré en Exactas y decidí abandonarla en tercer año cuando revele mi pasión hacia la docencia, porque no me estaba preparando para la mano de obra que yo quería hacer.".

 

Posteriormente, nos comentó sobre cómo se le habían dificultado algunos temas relacionados con la química, y conforme a eso, se había predispuesto como un desafío el continuar avanzando con la química. Es por ello que no estudiaba porque le parecía fácil, sino que se trataba de una completa fascinación hacia la materia. 

 

Más adelante la interrogamos en cuestión a sus calificaciones y rendimiento durante la secundariasu respuesta fue: "A mí me gustó siempre estudiar. Nunca llegue a la bandera, pero me hubiera encantado estar en algún momento y más con mi perfil. Jamás desaprobé una materia, cursé la secundaria en una escuela pública, el Normal N°5 de Barracas, con un excelente nivel académico, y yo me encontraba en el cuadro de honor ya que tenía notas por encima del promedio.”.

 

Seguidamente, nos interesó preguntarle sobre su inclinación por la danza española y cómo fueron sus primeros pasos en ella para prolongar este pasatiempo hasta los diecisiete años. Por lo tanto, ella nos confesó: "Yo estudié diez años baile español. Mis papás son españoles, particularmente gallegos, y yo tenía un vínculo muy unido con mi papá, quien participaba en un club llamado anteriormente “Centro License”, que nucleaba todas las colectividades gallegas en Buenos Aires.

Un día, decidió llevarme con él y me hizo elegir entre todas las actividades que ofrecía el clubme llamó la atención la placa que decía baile. Por consiguiente, con mis siete años decidí observar una clase de baile y me atrajo tanto que me anoté enseguida. Logré construir mi grupo de pertenencia en la adolescencia gracias al baile. También conocí escenarios soñados, pero yo realmente lo tomaba como un hobby, aunque con mucha responsabilidad, por el simple hecho de que nunca me fue pesado y tampoco interfirió con mis estudios. Lo dejé por mi comienzo en la facultad debido a que encaraba algo importante y porque ya había cumplido un ciclo.”.

 

Luego, nos centramos en el porqué de su decisión por la docencia y no la licenciatura en química, a lo que nos manifestó: "Hay una anécdota que muchas veces me gusta contarles a los chicos de sexto cuando entablamos una conversación relacionada con la vocación. Mi perfil alto en algunos momentos me jugó en contra, y por lo tanto debo admitir, tontamente, que antes no miraba a la profesión de la docencia como un posible oficio, de hecho, me parecía un empleo menor. Mirá cómo son las vueltas de la vida que ahora la abrazo con tanto fervor. Yo me crié junto a una hermana del alma, que familiarmente es mi prima segunda. Ella estudiaba el profesorado de matemática, el cual a mí nunca me gustó. Un día la encuentro sumergida en un desastre de derivadas, integrales y casi en un mar de llanto. La intenté ayudar y le empecé a explicar. A mí, en esa época, me estaba empezando a surgir este debate interno sobre lo mucho que me encantaba la química y que no me veía de licenciada. Pero a su vez, por mi perfil alto, tapaba y me escondía la verdad a mí misma. Mientras le explicaba, de repente me surgió este gusto por las enseñanzas, pero decidí callarme la boca. Al día siguiente, cuando aprueba y me agradece por haberla asistido, se desata en mí ese sentimiento de fascinación por lo fantástica que había sido la experiencia, la cual me resultó mágica porque es cautivador que el otro descubra algo que vos ya descifraste. Fue así como mi vida cambió como un giro de ciento ochenta grados.".

 

Inmediatamente, le pedimos que nos contara qué es lo que se llevaba de las clases y los alumnos, a lo que nos argumentó: "Muchas veces me pasa que yo vengo con el trabajo planificado y me encanta cuando no sale así o cuando algún chico me hace alguna pregunta y deriva en hablar de algún tema de ciencias o no. Yo sé que llego a un curso y mi tarea es explicar química o física, pero a veces mi labor pasa por otro lado gracias a esta profesión como docente, que te lleva por otro camino. Me gusta la frescura de los chicossé que estoy haciendo lo que amo y que tengo frente a mi lo mejor o lo más importante, que es el estudiante. Siempre que doy clases, estoy explicando y tengo una sonrisa en el rostro porque estoy ejerciendo lo que es mi labor o hablando acerca de ella, - no me gusta decir trabajo u oficio, lo siento más así-". 

 

Para finalizar, quisimos averiguar sobre algún alumno/a que se interesó por la química o física gracias a las enseñanzas de la profesora Núñez, y cómo a ella le había servido de ejemplo esto. Su contestación fue: "Si. Da un poquito de miedo (entre risas). Insisto, yo tengo una cantidad de años en la docencia, en el 2019 cumplo treinta y cuatro años desde que la ejerzo, por ello seguramente muchos de mis alumnos son profesionales del área de las ciencias exactas. Sé de muchos porque me los encuentro en reuniones de exalumnos, donde se acercan y me lo dicen. Sin embargo, yo creo que cada docente es como es, y despierta gustos en sus estudiantes o no, lo que no significa que no haya una buena relación, aunque muchas veces un alumno lo que hace es generar una empatía con el profesor porque le explica lo que para el chico es un agrado.". 

 

 

La profesora Núñez posando junto a una de las integrantes de la sección sobre profesores y personal del colegio.

Escribir comentario

Comentarios: 0