Escraches en las redes sociales

Cuando publicitan a las redes sociales, vemos cómo se hace enfoque en cómo podemos compartir con nuestros allegados lo bueno que nos sucede. Nos vamos de viaje, nos juntamos con amigos, vamos a un cumpleaños, a cenar, entre otras cosas. Ése es sin duda el propósito inicial de ellas.

Sin embargo, en estos últimos años se ha convertido también en un lugar donde podemos denunciar a otros. A este acto de denuncia pública por las redes sociales se lo conoce como “escrache”. Nuestros allegados, que pueden ser nuestros amigos y familia, conocidos, o personas a que nos cayeron bien mirando su perfil, se preocupan (o no) por nosotros que nos proclamamos víctimas y comparten la publicación. Esta puede cubrir acerca del accionar de una marca o una empresa, de un insulto, un mal trato de un profesional o incluso sobre temas más serios, como casos de abusos sexuales. Este último tipo de acusaciones han crecido en los últimos meses con el boom del feminismo ¿Por qué surge el escrache como una herramienta para obtener justicia? ¿Por qué la víctima no se dirige a una comisaría para denunciar? Esto se debe a que la justicia argentina es acusada de burocrática, de contar con obstáculos estructurales fijados por la clase, la raza y la edad de la persona, y hasta de machista por algunas mujeres. Entonces la víctima decide recurrir al escrache, donde obtiene una respuesta inmediata que el sistema judicial no puede ofrecer. Como la persona jamás puede medir el alcance de la publicación, ésta trasciende más de los que inicialmente se pensaba y como un peso muerto cae la condena social sobre la persona acusada. Hasta ahora suena bien, se ha encontrado una vía por la cual aquellos que cometen malas acciones pagan por ellas, el pueblo los castiga, pero ¿y si el agresor demuestra estar arrepentido? ¿Qué sucede cuando cae sobre una persona inocente una acusación? ¿Acaso eso no puede suceder? En este artículo de opinión profundizaremos acerca de estas cuestiones, así que seguí leyendo.

 

Rositto, Bianca: Es de mi creer que la herramienta del escrache en las redes sociales es una que surge de las nuevas necesidades de la persona en estos últimos años. Desde el auge del Internet necesitamos respuestas rápidas para todo, y es también así con la justicia. No podemos aguantar la espera de pasar por un proceso burocrático y tampoco podemos entrar en él con muchas de esperanzas de que se haga una justicia real. Por eso se populariza este método mediante el cual se obtiene una rápida respuesta y destruye a quien sea el blanco de la acusación.

 Una condena sin juicio previo es dura; si tu nombre se mancha en este tipo de publicaciones debes estar preparado para la reacción. Quien es escrachado se ve marginado por las personas que lo rodean, puede ser despedido de su trabajo y agredido física y verbalmente. Por eso es que es peligrosa. Si creemos indiscriminadamente todos los testimonios que leemos, la herramienta puede convertirse en un arma para quienes buscan obtener venganza sobre alguien.

Si bien la destrucción de una persona puede resultar empoderante para quien hace el escrache, no se debe negar que existe un paso previo a postear un testimonio que es que quien lo escribe primero se debe reconocer como víctima, lo cual es difícil y puede llegar a ser muy doloroso. Hay escraches que se realizan años después del hecho que se denuncia. Detrás de esas publicaciones existe todo un proceso doloroso dentro del cual aparecen preguntas como “¿Se dio cuenta de lo que hacía? Quizás no… tal vez fue solo un manoseo inocente, ¿por qué me hago tanto problema?” Estas llevan a la eventual comprensión de que la persona se vio verdaderamente afectada por la acción.

Por eso es innegable que si bien el escrache tiene fuertes defectos, ha ayudado a dar voz a personas que no la tenían. Ha dado a víctimas la oportunidad de descargar su dolor. Esta herramienta se sostendrá en el tiempo mientras no tengamos una justicia efectiva en el país, y por eso debería ser una de nuestras primordiales preocupaciones arreglarla.

 

Niekrasas, Santiago: Los riesgos de estas publicaciones  puede significar una revictimización, porque puede volverse objeto de múltiples comentarios negativos, violentos. Entonces lo ideal sería publicarlo de manera privada para evitar este tipo de respuestas.

El escrache causa daños y problemas para la aquella persona que publica de sus información.

La víctima del escrache frente esto tiene dos opciones: presentarse a la justicia para defender  su información o esperar a superar este tipo de bullying.

En caso de que el escrache pase a la justicia, se va a pedir una pericia psicológica, psiquiátrica, para ver si la persona ha sido víctima de abuso o para ver si miente. Luego pedirá prueba para corroborarlo.

Nosotros tenemos el derecho de pedir que este tipo de caso se investigue de forma privada para resguardar la información de la víctima. Cabe decir que si el caso se hace de forma pública puede perjudicar la investigación.

Cada víctima tiene sus momentos, hay víctimas que lo podrán hacer y otras que no, que se tomarán un tiempo en pensarlo, pero es importante hacerlo lo antes posible para evitar que siga pasando este tipo de situaciones con las personas. Para finalizar quiero comentar que el escracho digital se volvió la herramienta utilizada por la gente para dirimir cuestiones privadas. Cada vez mostramos más y subimos la apuesta. Lo que antes quedaba en el ámbito privado, hoy se comparte porque la gente descubrió que con los escraches consigue respuesta rápidas y pueden defenderse con esto.

 

Quiroz, Ricardo: Sostengo firmemente que el método de escrache a través de las redes sociales es algo inútil y una manera ridícula para intentar no solo arruinar sino humillar públicamente a la persona o grupo de personas que son denunciadas. Desde el “Boom” del feminismo se han denunciado casos muy diversos los cuales no buscan rebajar la humanidad de la otra persona, sino utilizar las redes como una herramienta para informarle a alguien cercano o pedir un tipo de socorro y después ahí establecer la denuncia por los medios correctos, pero hoy en día hay mujeres que se aprovechan de estas situaciones y se deciden por calumniar a gente que sí es inocente de verdad como una manera de venganza o un simple rencor personal. Utilizan métodos de un falso feminismo solo para sus necesidades personales convirtiendo algo que podrían usar para bien como un llamado de emergencia solo para arrebatar todo lo que quieren de la otra persona, provocando no solo que sea mal visto, sino que sea marginado; a pesar de las falsas denuncias y que no tengan validez, los rumores y los prejuicios hacen el resto para que esta se sienta aislada. Cabe resaltar que lo mencionado se refiere a la mayoría de los casos donde la persona que fue denunciada era inocente, pero con todas las cosas que se presentan en las redes sociales no podemos saber qué es verdad y qué es mentira sin evidencia que lo refute, por ende las redes sociales son el lugar menos indicado para hablar temas de gran seriedad y donde la expansión de esas noticias terminan solo por empeorar las clases y atraer no solo la chusma sino perjudicar al verdadero inocente, el cual después de dichos sucesos no suele ser visto como confiable por un breve tiempo.

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Comentarios: 1
  • #1

    Victoria dominguez (lunes, 08 julio 2019 20:58)

    Coincido con Bianca Rositto