Los relatos de Villegas

En “Los relatos de Villegas” Santiago Mártire, miembro del equipo de la sección literaria, nos compartirá relatos terroríficos acerca de un pequeño pueblo argentino ficticio llamado Villegas. En él, cobrarán vida una serie de eventos paranormales como el que vamos a leer a continuación, tal como explica su autor en la siguiente cita: 

“Este cuento es el primero de varios que serán publicados a lo largo del año. Es un relato de terror porque este es uno de mis géneros favoritos, ya que desde chico siempre me vi influenciado por películas, libros y videojuegos de este tipo. Las historias serán basadas en acontecimientos paranormales que tienen lugar en Villegas, un misterioso pueblo argentino que por alguna extraña razón atrae lo paranormal. Creo que el cuento es una forma de rendirle homenaje a esas influencias.”

 

Sin más, les compartimos el relato que inaugurará la sección: el caso de Ignacio Ramírez.

Los relatos de Villegas y el caso de Ignacio Ramírez:

Es una oscura noche lluviosa. La luna llena apenas se puede ver entre las aterradoras nubes de la tormenta, pero cuando se la ve, ella puede despojar de toda preocupación a aquel que la mire.

A las afueras de Villegas, un pequeño pueblo de Córdoba, se logra observar un edificio peculiar con una gran antena, la cual tiene unas letras de neón que dicen KBBL. Dentro de la estación de radio se oye una relajante melodía elaborada por las miles de gotas chocando contra el techo de la misma. Se observan decenas de lucecitas parpadeantes, botones y palancas, junto a un tocadiscos y a un micrófono en el cual una oscura figura -de la cual lo único que sobresale son unos lentes iluminados por el constante relampagueo- habla desde una punta de la mesa. La silueta tiene una agradable voz masculina que pronuncia:

- La policía local informa a la población que todavía no se ha podido dar caza al animal salvaje que está sembrando el terror en la vecindad. Desde la noche del jueves, la criatura ya se ha cobrado tres víctimas. Se les solicita a todos los oyentes que se queden en sus casas hasta que la situación haya sido contenida. Están escuchando “Amanecer Rojo”, 104.3, toda la noche, todas las noches.

Se hace una pausa. El locutor pone una vieja canción de jazz en el tocadiscos, para luego seguir con el programa.

- Fuera del aire hemos recibido llamadas acerca de extraños encuentros con el fantasma del pequeño Francisco Vargas, muerto en circunstancias misteriosas este mes, hace exactamente 11 días. Les recomiendo que no intenten establecer ningún tipo de contacto con este espíritu, no lo miren a los ojos ni hablen con él. Intentará engañarlos, mentirles y culparlos por su muerte. Si se lo llegan a encontrar, corran a sus casas y hablen en seguida con la delegación vecinal.

Después de un breve silencio, el locutor bebe un pequeño sorbo de café y continúa:

- Obviamente los fantasmas y espíritus no existen, pero por las dudas nuestras líneas están abiertas toda la noche para cualquier suceso extraño o aterrador que pueda desarrollarse en los alrededores.

Seguido a esto, los tres teléfonos de línea que están arriba de la mesa comienzan a sonar. Ninguno es atendido, y las llamadas son desviadas automáticamente.

- Lamentablemente, en este momento deben dejar grabado cualquier mensaje. Ésta noche tenemos preparado algo distinto…

Acto seguido, al otro lado de la mesa, en la silla que está frente al locutor, una persona despierta alterada. Era un hombre mayor, con una barba desarreglada a la cual ya se le notaba vello de color gris debido a las canas y unos lentes metálicos redondos que no hacían otra cosa que darle más años de los que ya tenía. El señor estaba atado a la silla, con cada brazo pegado a los apoyabrazos de esta, dejándolo inmóvil y sin oportunidad de escapar.  El hombre, bastante confundido, empieza a hablar.

- ¿Dónde estoy? ¿Quién sos? ¿Cómo llegué acá? -

El locutor lo ignora y sigue con el programa.

- Esta noche tenemos con nosotros a un invitado muy especial, casi una celebridad desde su llegada a Villegas, hace ocho semanas. Estoy hablando de nada más ni nada menos que Ignacio Ramírez, también conocido en el pueblo como “El visitante” o “El extranjero”, enviado directamente desde CABA por los hombres de traje.

- ¡Es usted! ¡¿Cómo me trajo hasta acá?! - dijo Ignacio.

Mientras decía esto, el locutor sacó un revólver del bolsillo y le apuntó a la cabeza.

- Salude a la audiencia, Ignacio - Respondió, para luego pasarle sobre la mesa un papel que decía: “No trate de hacerse el vivo, solo lo estoy ayudando”.

-¿Sabe cómo es el dicho acá, Ignacio? Si pasa en Villegas, pasa por “Amanecer Rojo”, la 104.3. Estos días se ha especulado mucho sobre qué ha venido a hacer aquí, nadie lo sabe bien, aunque hay muchos rumores dando vuelta…

-No hay ningún misterio, no sé de qué clase de rumores está hablando, yo sólo vine acá por trabajo. Todo el mundo me vio midiendo el terreno abandonado de la antigua fábrica de cervezas artesanales.

-¿Y eso le llevó dos meses?- Respondió suspicazmente el locutor.

-Bueno es que surgieron algunos… inconvenientes en las últimas semanas, pero el trabajo ya está hecho y yo planeaba irme esta misma noche hasta que…- Hubo una pausa de unos cinco segundos a la cual Ignacio prosiguió. -Yo tengo a mis hijos y esposa, si no llego esta noche se van a preocupar, por favor dejem…

-Perdone, Ignacio- Interrumpió el locutor -Quizás soy yo el que no habló suficientemente claro, pero le pregunté, ¿qué vino a hacer realmente a Villegas?

-Esto… el terreno… trabajo en un proyecto nacional que trata de construir hospitales públicos en las provincias del interior, a mí me toco revisar esta zona, pero cuando llegue, me encontré con un gran error en los registros: parece que todos los caminos para llegar acá estaban bloqueados o eran totalmente laberínticos... Básicamente nadie sabe cómo llegar a Villegas, es como si la ciudad misma no quisiese a extranjeros. Además, la forma de entrar no aparece en ninguno de los mapas oficiales, y es muy raro porque todos tenemos un amigo, familiar o conocido que vive en Villegas, pero nadie sabe cómo llegar aquí realmente…

-Y entiendo que usted trazó mapas con los ingresos y las calles de este pueblo.

-Sí, pero sólo para uso personal… Por favor, tengo un viaje largo y es tarde, además está llov…

-Solamente una pregunta más…- Volvió a interrumpir el locutor. -Y le prometo que yo mismo lo voy a llevar hasta la salida de este pueblo… Señor Ignacio, ¿usted cree que pasa algo realmente malo en Villegas? ¿Algo que merezca ser objeto de alarma o atención?

Ignacio muy nervioso, transpirando y tartamudeando respondió:

-N-no... no hay n-nada de malo acá…

-¿No cree que hay algo malo que justifique que usted estuvo enviando estos mapas con instrucciones específicas a escondidas hacia el gobernador diciéndole que se cierren todos los accesos a Villegas y que se envíe directamente a la gendarmería?

Más nervioso aún, Ignacio respondió:

-Se-señor me tengo q-que ir, por favor, si no me comunico con mi esposa en seguida me van a venir a buscar y…

Entonces Ignacio hizo un extraño ruido, uno comparable al de un perro rabioso.

-Bueno, esta ha sido la entrevista con Ignacio, la celebridad del mes en nuestro pequeño pueblo.

Ignacio empezó a retorcerse y a gritar en la silla mientras los brazos chocaban contra las ataduras.

-ME VAN A ENCONTRAR- gritó Ignacio.

En ese momento el brillo de la luna llena entró por la ventana para iluminar directamente a Ignacio, el cual empezó a cambiar bruscamente, sus ojos rojos empezaron a brillar como dos brasas encendidas,  mientras la cantidad de pelo de su cuerpo aumentaba, junto con su tamaño y musculatura. Se empezó a formar un hocico, del cual salían decenas de puntiagudos colmillos cubiertos de sangre seca. Sus manos se transformaron en unas enormes garras con uñas capaces de cortar hierro. Su ropa se rompió al igual que las ataduras, quedando la bestia totalmente libre, parada frente al locutor, que se mantenía con una calma enfermiza a pesar de la situación.

-YA VAS A VER- Gritó nuevamente.

Cuando este ser abrió el hocico, el olor a cadáveres empezó a inundar la sala. Cualquier persona presente hubiera enloquecido del miedo, pero el locutor no, él seguía tranquilo. Levantó el revólver y disparó seis veces, hasta que la pistola quedó vacía. El monstruo retrocedió por el impacto, pero ninguna de las balas lo había lastimado.

-Esta no es la primera vez que pasa algo así, ¿sabes, Ignacio?, por suerte siempre tengo algunas balas de plata guardadas en el bolsillo.

Entonces metió la mano en el bolsillo y cargó el revólver, le apuntó a la cabeza y disparó.

La criatura volvió a su forma original, a Ignacio, quien con ojos llorosos miró al locutor y le preguntó

-¿Hace cuánto lo saben?

-Lo mordieron la noche que llegó, lo supimos estos dos meses.

-Por favor perdóneme, yo solo quiero ver a mi familia. - Dijo Ignacio, antes de romper en lágrimas.

-Esta es su última oportunidad, ¿mandó otro sobre, Ignacio?

-Quiero irme a mi casa, por favor.

-Esta es su casa ahora, y nosotros, los habitantes de Villegas, somos ahora su familia, así que responda, ¿la gente de la capital sabe cómo encontrarnos?

-Todavía no es demasiado tarde, si usted me deja ir le juro que puedo pararlos y nadie va a venir a buscarlos nunca.

-No le creo a políticos. - Dijo el locutor, para posteriormente dispararle en la cabeza a Ignacio.

Luego de eso, la radio permaneció en silencio durante unos minutos.

-La policía local nos informa que tienen a la criatura acorralada finalmente, la siguiente canción está dedicada a ellos y a su enorme valentía.

Luego de poner una canción en el tocadiscos dice:

 

-La criatura que mató a tres personas en la última semana, identificada finalmente como un puma común por los expertos veterinarios, ha sido alcanzada y abatida por las fuerzas del orden local. El cazador fue nuestro estimado oficial Méndez, a quien espero que alguien le cocine un rico almuerzo mañana en recompensa por tan enorme hazaña… De todas formas les recomiendo que ya no salgan a la calle esta noche, hace frío, hay fantasmas y sobre los pumas, bueno, lo dice todo el mundo, donde hay uno, probablemente hay más. Afuera ha dejado de llover y brilla por fin la luna llena. En el próximo bloque, “Luces extrañas sobrevuelan Villegas, ¿Invasión o turismo?”. Continuamos enseguida con “Amanecer Rojo”, 104.3, toda la noche, todas las noches.

Escribir comentario

Comentarios: 0