Pudimos conversar con Sabrina Porteros, profesora de la rama de economía, más conocida como “Porteros”.
Le preguntamos sobre sus estudios, la respuesta obtenida fue: “El primerio y secundario los realice acá, en el Loreto, con un rendimiento académico bastante bueno. Solo me lleve inglés en quinto año. Luego empecé a estudiar contaduría pública en la UADE, estudios que, por el fallecimiento de mi padre y la situación económica del momento, no pude terminar. Luego hice el profesorado, con la suerte de que me tomaron las materias hasta ese momento porque había hecho cuatro años, y me recibí de profesora de economía y gestión. Después hice el post título, que fueron dos años más y ahora retomé la universidad, estoy haciendo una licenciatura.”
Sabrina Porteros en su rol como profesora de Proyectos Organizacionales en el curso 6to C
Nos interesó preguntarle sobre el interés por la docencia, si siempre quiso ser profesora, su respuesta fue: “En realidad, mi primera expectativa era recibirme en la universidad. Pero siempre me gustó dar clases, de hecho, daba clases particulares de contabilidad desde mi casa. La situación económica del país y de mi casa hicieron que me dirija hacia otro lado y comencé la docencia. Esta profesión tiene muchas cosas lindas. Siempre estoy rodeada de gente joven, entonces vivo aprendiendo cosas y se genera un ámbito lindo, participativo. Es una profesión que me encanta y a la cual le pongo mucho esfuerzo.”. También describió cómo se siente cuando un alumno se copia en las pruebas: “Antes que todo obviamente que trato de ser medio vigilante y evitar situaciones como esas. Pero cuando pasa me enojo mucho, aunque después se me pasa porque lo tomo de quien viene, no dejan de ser adolescentes, pero lo siento como una falta de lealtad hacia el docente. Por suerte no tuve grandes casos, pero he llegado a sacar hasta las tapas de las calculadoras, trato de sacar todo lo que pueda provocar confusiones y así evitar malentendidos” Al momento de reprobar a un alumno, la profesora nos comentó lo que hace: “Cuando un alumno desaprueba siempre trato de hacer una autoevaluación al final del año, tomo las carpetas y ahí me acuerdo si un ejercicio resulto o si hay que cambiar algo, siempre hago una reevaluación para ver puedo dictar las cosas de otra forma o hacerme entender mejor en algunos aspectos, saco un balance con mi forma de dar la materia y el rendimiento del alumno en las clases.”. Además, nos comentó con que criterio se dedica a enseñar: “Trato de ser exigente, porque también soy muy exigente conmigo misma, entonces quiero reflejarlo en el aula.”.
La siguiente pregunta fue respecto a su interés por la contabilidad, cuya respuesta fue: “Los números era algo que me apasionaba y lo sigue haciendo. Todas las carreras relacionadas con los números me apasionan, puedo estar horas haciendo ejercicios de matemática, de estadística, de economía, lo que sea. Fue algo que descubrí cuando empecé la secundaria. Estudiar a la empresa para mí es fascinante, siempre tuvo mi atención.”
Quisimos obtener un consejo de ella para cualquiera que quiera seguir una carrera de la rama económica: “Le aconsejo analizar el mercado laborar, la demanda y oferta que hay, y que se desestructure de esas carreras básicas y que busque nuevas alternativas de trabajo que en las universidades hay muchísimas que te permiten descubrir otros ámbitos. El secreto es informarse, buscar y ver lo que realmente le gusta.”
Le preguntamos como ve la educación hoy en día, a lo que nos respondió: “Es muy complicado ser docente hoy en día. El entorno hace siempre que el docente quede en la mira de la familia, del Estado, de la sociedad. Algunas veces se torna difícil, porque estamos en una sociedad difícil, donde los valores no están bien entendidos, bien vistos. Encima la palabra ‘exigencia’ parece que sea mala palabra, y no es así. Los estudiantes terminan la secundaria y comienzan una vida totalmente diferente donde hay que cumplir reglas y normas. La educación, hoy, pasa un poco por la no-exigencia.”
Por último, decidimos preguntarle sobre la economía: “A mi entender, estamos en un periodo de recesión económica, con una inflación no tratada que va a traer como consecuencia el aumento del desempleo y a su vez, más inflación. La inflación es un tema complicado, es un efecto dominó. Sumado a la carga impositiva, que es muy alta y eso tampoco ayuda. Veremos que nos depara el futuro. Pero la situación económica está complicada.”. También nos habló sobre los impedimentos que se les presentan a las mujeres a la hora de emprender: “Hay una problemática que se llama ‘techo de cristal’, un techo invisible, pero que está. Hoy por hoy el avance de la mujer es muy grande. Siempre la mujer tuvo complicaciones, el tema de ser mamá algunas veces complica las capacitaciones, las horas que puede desempeñar. Pero ha crecido un montón, hay muchísimas mujeres en altos cargos jerárquicos. Pero hay desigualdad, sobre todo en tema salario.”.
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