En esta ocasión entrevistamos a Andrea Espósito, una de las profesoras de Inglés más reconocidas dentro de la institución.
Para comenzar le preguntamos sobre su paso por el colegio como estudiante, a lo que nos respondió: “En cuanto a rendimiento era realmente buena, tenía muy buen promedio y siempre fui muy aplicada. Además, asistía al instituto de inglés que funcionaba a la tarde en la escuela. Después, dejó de funcionar, por lo que fui a otro instituto en Capital, ya decidida a hacer el profesorado de inglés.”
Andrea Esposito realizando su labor como profesora de la institución.
También nos comentó qué es lo que la motivó a estudiar esta carrera: “Siempre me gustó el inglés. Nunca me interesó otra carrera, lo supe desde siempre. Me resultaba muy fácil estudiarlo, y antes no existía la posibilidad de estar en contacto constante con otro idioma como con las plataformas actuales de películas, por ejemplo.” Además, nos reveló que una persona muy influyente en su decisión de estudiar el idioma fue Silvana Brovida, quien había sido su profesora en la secundaria y actualmente sigue dando clases en el Instituto Loreto.
Más tarde, nos brindó un consejo para aquellos que se quieran dedicar a lo mismo: “Tienen que sentir pasión y tener vocación. El profesor debe estar dispuesto a ayudar y guiar a los alumnos. Le tiene que gustar trabajar con chicos, porque si bien uno tiene que enseñar la materia, muchas veces nos encontramos hablando de otras cosas desde la cercanía que tenemos con los alumnos. También les diría que la profesión es muy gratificante. A mí me encanta estar en el aula, compartir con los alumnos, ver cómo van progresando. Hay que tener paciencia con aquellos que no logran entender el idioma, hay que buscar estrategias y ver qué necesitan.” Le preguntamos acerca de sus inicios en la docencia: “Pienso que me agarraron fresca y con mucha energía, pero imagino que también con los defectos de la inexperiencia, aunque creo que hice lo que mejor que pude o que estuvo a mí alcance”.
Nos interesó preguntarle qué se siente ser la hermana de la directora: “Soy una más. No tengo ningún privilegio y ni lo pretendo, me incomodaría mucho. Siento que a veces es una cuota extra de responsabilidad. No me permitiría jamás equivocarme. Aunque esto tiene que ver un poco con mi personalidad también.”
Quisimos ver su opinión respecto de la institución, a lo que nos respondió: “Es el mejor lugar donde un adolescente puede estar. Es un lugar donde, más allá de lo académico, van a estar cuidados y donde hay muchos ojos que los miran. Es la institución que mejor prepara a sus alumnos para salir al mundo. Yo lo elijo para mis hijos porque yo lo viví desde el alumnado también. Hay una contención enorme y los chicos son formados para ser grandes personas.” Y nos comentó cómo es el alumno promedio: “Yo considero que es muy bueno académicamente, y personalmente también. Es muy solidario y cooperador, tiene un corazón muy bondadoso.”
Para finalizar, le preguntamos sobre su afición por el canto: “Yo empecé a estudiar canto porque tenia nódulos en las cuerdas vocales y necesitaba cuidar mi voz porque es mi herramienta de trabajo. Me dijeron que hiciera Fonoaudiología, pero me parecía sumamente aburrido y sabía que lo iba a dejar. Entonces una ex profesora de acá, Laura Medina, me recomendó a su profesora de canto. Empecé a recuperarme y en cuatro meses terminé cantando en escenarios. El arte hace bien, es muy lindo cantar, es liberador. Ahora que no estoy yendo por una cuestión de tiempo, lo extraño.”
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