“Cuentos con cuentas a través de los años”

Los invitamos a leer algunos de los relatos escritos por alumnos de la institución.

En el Instituto Nuestra Señora de Loreto, a lo largo de los años, y de la mano del profesor Gabriel Estrany, alumnos de todos los niveles participaron y participan en olimpiadas matemáticas, aunque aquellos interesados por la literatura también tuvieron su lugar en estas, gracias a la competencia “cuentos con cuentas”. Esta consiste en la elaboración de un cuento o poesía en base a la resolución de un problema matemático, los más originales son premiados.

A continuación, presentamos algunos de estos relatos de diversas instancias del certamen: 

"El rubí"

¿Qué le ha pasado a mi rubí?
¿Acaso junto a mi fe lo perdí?
Su bello color intenso
Ponía a mi corazón en movimiento.

Sus cortes prolijos yo contaba
Y así mis tristes horas pasaba.
Mi vida cambió
Junto con su precioso tono bordó
De una vida alegre y llena de color
Un horrible y pesado gris apareció.

Detrás de estos barrotes de prisión
Esto escribo con amor
Como de mi libertad he sido privada,
Mis angustias serán liberadas

Mis ideas con él compartía
Y así me sentía contenida
Con sus veinte lados espejados
Yo descargaba angustias que he pasado.
Ahora sin mi amigo fiel.
Me he quedado con el papel
Que escucha a su pesar
Rogando que ponga a bailar
A su amigo de verdad
Quizás el lápiz me servirá
Y en su danza junto al papel me aliviará

Esto me está sirviendo para dar comienzo a una amistad
Con el lápiz, el papel, y el rubí que ya no está.

Foche, Giuliana 6°A (2014)

“Señor Gómez”

Frente al fuego estoy sentado, en un sillón bordo y a mí lado está acostado el señor Gómez… mí cerdo doméstico.

Realmente estoy muy enojado. Al muy vivo se le dio por querer leer, hasta diría que se come los libros… literalmente.

El Aleph, de Jorge Luis Borges, mi libro favorito fue con el que tuvo la brillante idea de introducirse en la literatura, pero claro, parece que no lo pudo comprender y, de la bronca, arrancó algunas de sus páginas.

¡Veinticuatro páginas masticó! Imagínate llegar a tu casa y encontrar dispersas por todos lados las hojas de uno de tus libros… ¡Que encima es tu favorito!

Obviamente, culposo por lo que había hecho, el señor Gómez estaba escondido debajo de la cama. Ni el hocico asomaba.

Las primeras ocho carillas al parecer le gustaron, pero partir de la novena hasta la número cincuenta, absolutamente todas arrancó.

Pero esto sigue, guarda. Mientras continuaba juntando el desastre, descubrí que había terminado de leer el libro, pero la hoja 79-80, 109-110 y 190-191 no fueron de su agrado, solo por eso las encontré mordidas sobre la alfombra del dormitorio.

Aquí estoy, sentado frente al fuego con las veinticuatro hojas sobre mis piernas mientras que el señor Gómez me mira con cautela, sabe perfectamente que lo que hizo está muy mal.

Ahora que veo bien…

Antes que nada, durante un tiempo estuve en pareja, pero en 1998 nos separamos, lo que pasaba es que a ella no le gustan los cerdos y al señor Gómez esa mujer no le caía bien; conclusión, me dijo “soy yo o ese cerdo” … y bueno, se podrán imaginar cómo terminó.

Les cuento esto porque, ya sé que quizás es muy tonto, pero, luego de sumar el número de las carillas obtuve como resultado 1998.

Otra cosa… el libro me lo había regalado ella…

Creo que al señor Gómez le sigue cayendo mal aquella mujer.

Martínez, Miranda 5°A