Roberto Noel: “Loreto es algo que te atrapa y no te deja ir”

En esta oportunidad hemos entrevistado al único profesor hombre de Economía y Proyecto Organizacional dentro de nuestra institución.

 El profesor de Economía, Roberto Noel, junto con sus fieles apuntes
El profesor de Economía, Roberto Noel, junto con sus fieles apuntes

Roberto Noel, más conocido entre los alumnos como “Noel”, es uno de los profesores que además de estar aquí hace mucho tiempo, es un ex alumno de nuestro colegio. Se recibió en el año 1986, y al finalizar sus estudios secundarios, comenzó la carrera de Contador Público- en la UBA-, la cual actualmente sigue ejerciendo fuera de la institución.

Le preguntamos si está conforme con la carrera que eligió, a lo que nos respondió: “Siempre me gusto la contabilidad, tuve suerte cuando elegí la carrera porque nunca tuve dudas y la verdad que me gustó. Tengo que dar gracias a la vida ya que me permitió vivir de algo que realmente me gusta”. Además, nos comentó que siente al colegio como su casa, como otros ex alumnos nos han dicho: “Estar acá es mi casa, lo siento así, me siento parte de esto, estoy muy agradecido y me parece que es una forma de devolver algo que me transmitieron a mí y transmitírselo a mis alumnos actuales y a los que vengan después”.

Noel, como hemos mencionado antes, es uno de los profesores con mayor antigüedad en relación a la cantidad de años que ejerció su profesión en esta institución. Por esta razón él nos dijo que siente una responsabilidad, no solo como profesor sino también como persona: “A veces siento la obligación de mostrar el ejemplo en muchas cosas. Así sea por ser ex alumno, por ser papá, o por ser uno de los más grandes y también veo que muchos profesores me miran, me observan y copian algunas cosas, sobre todo los más chicos”. En relación con sus alumnos nos ha contado que se suele llevarse bien con la mayoría, y que, actualmente, sigue jugando partidos de fútbol fuera del espacio escolar con sus alumnos y hasta con algunos de sus ex alumnos, nos dice que: “Cada vez me cuesta más alcanzarlos, pero sigo jugando, se ríe.

Le preguntamos sobre los mejores recuerdos que tiene dentro de nuestro colegio, en relación con los alumnos, a lo que nos respondió: “Los mejores recuerdos del colegio son mis charlas con los alumnos, muchas veces me ha ocurrido que ustedes me cuentan cosas muy grosas, y se siente bien que confíen en uno para poder entrar en su intimidad. Más allá de que como adulto siempre quiero darles una contención, las cosas que te cuentan te rompen la cabeza.”

Luego comenzamos a charlar sobre el Grupo Misionero, y nos comentó que estaba muy orgulloso con la idea de que se transmita ese compañerismo por el otro que no conocemos, con los demás, y que a él le gustaría ir alguna vez a misionar. Es algo que tiene pendiente, pero que todavía no, no hasta que su hijo Urko (alumno de sexto año) egrese, pero debe ser antes de que su hija Lourdes (alumna de primer año) comience a misionar.

Para cerrar la entrevista, le hemos preguntado acerca de alguna anécdota divertida que hay tenido durante su etapa en el secundario, a lo que nos contó: “Una vuelta, habían echado injustamente a un chico de segundo, no había delegados, no había nada; entonces decidimos hacer una huelga de alumnos. Yo estaba en tercero o cuarto año, no me acuerdo bien y era el encargado de cerrar el portón de Brandsen para que nadie pueda entrar y cada vez que venía el rector, Pesce, a abrirlo para que entren, yo iba y lo cerraba. El venía nuevamente para lo abrir y yo lo cerraba, hasta que finalmente se resolvió todo charlando. Llamó a los seis o siete cabecitas que estábamos haciendo la movida, nos dijo que se iba a rever la sanción, pero que teníamos que entrar todos a clase.”.

 

Finalmente, nos contó que lograron que reincorporaran al chico a la institución, y nos dijo “Es el día de hoy que me cruzo con Pablo Pesce o con Jorge y se acuerdan de esta anécdota.”. 

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