La música es el verdadero lenguaje universal

El día 24 de septiembre algunos miembros de los grupos misioneros de Loreto, de la Anunciación y de San Felipe Neri partieron hacia Villa Ventana, Buenos Aires, y compartieron una misión diferente.

La pasión de sentir a Dios en cada nota.
La pasión de sentir a Dios en cada nota.

San Agustín dijo: "El que canta, ora dos veces", y fue la fuerza con la cual los misioneros a través de la música anunciaban la buena noticia, esa fuerza de oración, lo que sostuvo toda la misión.

El viaje consistió en ir a tres lugares diferentes y en todos estos se armaba una gran función musical; ya sea una capilla, el escenario de un colegio o una casita lo primero que había que bajar del micro eran los instrumentos y equipos. Con la excusa de que había un show, más personas iban a las misas y todas quedaban muy contentas con esta alternativa novedosa de escuchar a una banda.

Todo esto no fue un trabajo fácil, cada lugar al que se iba se necesitaban transportar todo el equipamiento para el espectáculo. Pero todo se compensaba cuando la Banda Misionera, integrada por músicos de los tres colegios y la banda de ex alumnos y alumnos del colegio San Felipe Neri, y Dayenu (otra banda) podían deleitar a todos con su música, tanto de alabanza a Dios como música rock o del momento.

En esta nota nos pareció importante darles lugar a algunos de los músicos para hablar de su experiencia de estar tocando, así que los entrevistamos.

Las preguntas que se les hicieron a todos fueron: ¿Qué sintieron que expresaron ustedes a través de la música en la misión y qué experiencia tuvieron? ¿Por qué sienten que no fue una pérdida de tiempo todo lo que hicieron?

-Joan Scabino Vosa; 20 años, ex misionero del colegio de San Felipe Neri, guitarrista de Dayenu:  Hoy en día, existen muchas formas de expresar una idea, el idioma es una de ellas, y a la hora de trasmitir una idea, como banda y como músico, elijo el idioma universal- la música. Si bien mi voz no es la que trasmite el mensaje que Dios nos inspiró, son mis manos las que producen parte de esa melodía.

En la misión encontré particularmente a Dios en dos momentos puntuales.

El primer momento fue en Saldungaray, donde nos subimos al escenario a tocar con Dayenu. Comencé a tocar "No hay lugar más alto”, de Miel San Marcos, a lo que Claudio (el cura), pide que todos cierren los ojos y que escuchen, en ese momento mis manos hablaban en la melodía, en esos dos minutos en donde solo sonaba una guitarra y lo pude ver a Dios, lo vi en los pibes que estaban ahí, orando la canción. En ese mismo escenario, después de que todos recitaban "no hay lugar más alto, más grande, que estar a Tus pies" rompimos el silencio con mucha distorsión en la guitarra diciendo "Jesús my Rock", nuestro primer tema como Dayenu, en el que comunicamos que Jesús es el que nos moviliza a todo, el que nos demuestra que Él es la piedra, sobre la que edificamos los proyectos que Él nos inspira.

El segundo momento fue en la misa del mismo día, donde las bandas de la misión se hacen una. Llegó el momento de la meditación, y antes de tocar la canción que habíamos elegido para ese momento, sentí que podíamos dar algo más para el Señor, y repentinamente les pido a Los Magios y a Dayenu que me sigan con "Vengo a adorarte". De esta canción no teníamos ni letra ni acordes, ni hablamos de un ensayo previo, pero como dije antes, nosotros edificamos sobre Él. Así fue que gracias a que Él permite la obra, sonamos y oramos en comunidad por diez minutos con una canción que pocos en la banda misionera conocían.

Cuando me pidieron de hacer esta nota, la pregunta que me disparó a escribir sobre todo esto, fue: "¿Dónde encontrás el sentido a trasladar tanto equipo para una misión?" La respuesta es simple el sentido de esto no lo pongo yo, el sentido lo da el Señor.

El sentido es Jesús My Rock.

-Franco Lista, 17 años, alumno del San Felipe Neri, guitarrista de la Banda Misionera y Bajista en Dayenu: La experiencia que más me llegó fue tocar en la misa del pueblito de Saldungaray ya que la gente de ahí hace mucho que no podía recibir una misa porque se encontraban sin un sacerdote. Lo que me llevo a pensar que esas personas nunca habían vivido una misa como las que acostumbramos nosotros y probablemente no la vuelvan a tener dentro de mucho tiempo. Por eso yo creo que fue donde más llegamos.

-Santino Bertolotto, 17 años, alumno de Loreto, pianista de la Banda Misionera y de Los Magios: Yo sentí que no fue una pérdida de tiempo y que fue totalmente útil haber llevado la música al viaje en el momento en el que Claudio me introdujo a la banda Dayenu como músico invitado y ahí pude aprender mucho. Con ellos pude ver la pasión con la que tocan todo para poder enviar un mensaje mucho más profundo. También, cada vez que tocábamos ciertas canciones me sentía totalmente alegre, y mi humor mejoraba notablemente; por lo que no solo fue para animar a la gente de la misa y de la misión, sino que también fue una gran ayuda para nosotros mismos tocar esas canciones.

-Lautaro García, 19 años, ex misionero de San Felipe, baterista de Dayenu: Bueno, creo que todo el tema de cargar y descargar equipos, yo lo tomo un poco como el hecho de reflejar nuestro espíritu de servicio. Si lo pensás, la idea de Dayenu es transmitir a Dios y/o su palabra, o sea, somos instrumentos de Él. Un lindo momento fue cuando tocamos para largarnos a misionar un día que llovía y fuimos por las casas. Creo que pudimos lograr esa energía de fuerza que nos motiva a misionar. Esa era la idea, y el clima que veníamos viviendo acompañó mucho.

 

-Iván López, 18 años, alumno de San Felipe, sonidista de las bandas: Yo creo que sirvió porque es algo que a los jóvenes les atrae, porque aporta a deconstruir la idea de la catequesis aburrida y monótona que muchos pibes tienen formada.

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