Esteban Cilia, su paso desde la secundaria hasta ser un preceptor de la institución

Dentro de nuestra institución, los preceptores cumplen un rol muy importante. Aquí presentamos a uno de ellos, Esteban Cilia, que nos cuenta acerca de su paso por el secundario, su labor y la relación con sus alumnos.

Esteban Cilia, en la oficina donde realiza su actividad como preceptor junto a su taza de Talleres.
Esteban Cilia, en la oficina donde realiza su actividad como preceptor junto a su taza de Talleres

Tuvimos la grata posibilidad de conversar con uno de nuestros más queridos preceptores, Esteban Cilia, quien ya conoce la institución porque ha transitado su adolescencia dentro de ella –desde cuarto año- y hasta hoy en día.

Al finalizar el secundario, dentro del Loreto, decidió comenzar con la escuelita de fútbol, que se realizaba por aquel entonces –actualmente también se sigue realizando la actividad-. Le hemos preguntado acerca de cómo fue esa experiencia, a lo que nos respondió: “La verdad fue buena, me gustaba mucho, lo hice desde que terminé el secundario hasta hace cuatro años atrás, pero tome la decisión de terminar porque después de un tiempo se volvió agotador y desgastante, y preferí dejarle el lugar a alguien que tenga más ganas y pilas”. Luego, nos ha contado que comenzó a realizar la labor de preceptor dentro de nuestra institución, y fuera de ella también, como por ejemplo en el colegio San Patricio, de Avellaneda.

Habló, además, sobre la relación que tiene con los estudiantes de sexto año y sobre el nuevo objetivo que se le presentó casi a mitad de este año lectivo, ya que al comenzar el semestre los alumnos de sexto año contaban con un preceptor diferente, Juan Carlos, quien optó por jubilarse; sobre esta situación le hemos preguntado cómo se supo adaptar al cambio, a lo que contesto: “El cambio de haber agarrado sexto a mitad de año fue medido raro, no sabía cómo iba a manejarme, ya que anteriormente había un compañero con distinta forma de desempeñar nuestro trabajo. Pero  fue mejor de lo que yo pensaba y la verdad que me gusta. Son tres divisiones muy buenas”.

También nos contó sobre la diferencia que existe entre el rol de preceptor durante su época en el secundario comparado a la nuestra. Dicha relación era muy distinta a la actual, ya que, en ese entonces, nos contaba, “el preceptor solo se manejaba con todo lo que tenía que ver con papeles de los alumnos, registros, boletines, etc. Y hoy en día, el preceptor abarca un espacio más, porque trata de hablar más con el alumno, saber si tiene dificultades en la casa, tratar de contenerlo en varios aspectos y muchas veces es el intermediario entre sus propios compañeros, entre ellos y los profesores, directivos y hasta con los padres”. Aun así, Esteban nos ha dicho que tenía una muy buena relación con la preceptora que él tenía por ese entonces.

Esteban es un preceptor al cual le agrada tener una buena relación con sus alumnos, y afortunadamente, nuestra institución también nos permite reforzarla día a día, por ejemplo, cuando los alumnos de sexto año participan en la copa Frassinetti, un torneo de fútbol y handball en el cual se enfrentan tanto entre ellos como con sus profesores y preceptores.  Aún más, Esteban, nos contó que este año, a causa del mundial, ha estado intercambiando figuritas del álbum con el resto de sus alumnos para lograr completarlo, como lo hizo con los álbumes de mundiales anteriores.

Finalmente, acerca del video que se encuentra subido a YouTube, en donde Esteban aparece llorando por el ascenso del club de toda su vida, Talleres de Escalada, le hemos preguntado si ha recibido muchos comentarios sobre este, a lo cual nos respondió: “No pensé que iba a haber tanta captura de pantalla y todo eso. Fue muy gracioso, en ambos colegios me decían ¿che Esteban te puedo hacer una consulta? Mira, y me mostraban y preguntaban sobre el video”. Sus razones, para amar tanto este club, son más bien familiares, ya que uno de sus abuelos ha sido fundador de Talleres y él, desde muy pequeño, concurre a su cancha.

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