Opinión: Armas para las masas, ¿sería lo correcto?

En la argentina la posesión de armas está permitida. Para ello, se debe obtener el certificado de legítimo usuario (que incluye tener que ser mayor de 21, domicilio de guarda de las armas, etc.) y tomar clases (4 u 8) de tiro, armado y desarmado del arma, y superar un test psicológico establecido por la ANMaC (Agencia Nacional de Materiales Controlados).

Aun así, la posesión de armas de fuego no se encuentra tan masificada como lo es en la gran mayoría de Estados Unidos. Tampoco es tan “fácil” obtener un arma de forma legal, aunque sea de bajo calibre. En cuanto se refiere a comprar armas de caza la situación se vuelve más sencilla, pero no hablaremos de eso en este artículo sino de si una posible masificación sería correcta o no.

A continuación, se presentará la opinión de los miembros de nuestro grupo a raíz del tema presentado:

Agüero, Josefina: Desde mi punto de vista yo creo que el debate social sobre la legalización de armas depende de muchos aspectos y contextos como sociales, psicológicos, etc. que claramente antes tienen que ser estudiados para poder tomar la opción más correcta para uno mismo.

Por un lado, es cierto que con un arma en la mano no nos da ni más ni menos poder que el que la sociedad nos otorga como individuos de esta, y que estas generan más violencia de la que ya existe, pero también es verdad que sin armas NO va a desaparecer la violencia. Es algo muy difícil de combatir la violencia, debido a la gran cantidad de opciones que uno tiene para aplicarla y que cuando hablamos de violencia no hablamos solo de un arma.

Luego de haber hecho una investigación personal sobre el tema pude formar una opinión en contra de la legalización, ya que en lo que en mí respecta es cierto que es posible la disminución de violencia que hay en la argentina, y para mí solo las personas que cumplan todos los requisitos deberían portar una. Además, creo que los requisitos deberían aumentar y que conseguir un arma sea mucho más complejo, así la gente ante tanta complejidad no desee portar un arma. A su vez la posesión de un arma en forma ilegal debería ser altamente penada con muchos años de cárcel para evitar la inseguridad o disminuir esta.

Arriola, Bárbara: En mi opinión al tema, en vez de debatir sobre la legalización o no de poseerlas, primero deberíamos tomar en cuenta la sociedad del país que estamos hablando antes de poder dar una opinión, ya que, no es lo mismo que la sociedad argentina posea armas legales a que Noruega lo haga porque claramente son modos de vida diferentes.

La primera pregunta que se nos pasa por la mente es ¿Para qué? En nuestro país hay muchas respuestas, ya que hay ladrones, entre otros, que las utilizan para delinquir y familias que las utilizan para defenderse, por lo que no estoy de acuerdo con la posesión de ellas. Pero si propongo el control de todo tipo para que exista cada vez menos la necesidad de utilizarlas, a pesar de que exista un control, creo que sería un tema difícil de resolver.
En cambio, en un país como Noruega no hay una respuesta, no hay necesidad de tenerlas por ningún ciudadano, sacando la caza con la cual también me encuentro en desacuerdo.

Bordet, Juan Manuel: Para mí no sería del todo correcto que se masifique la posesión de armas. Si ésta se llegara a emplear mal podría llegar a desencadenar varios problemas sociales similares a los que se pueden ver en Estados Unidos, ejemplo de estas problemáticas son los constantes tiroteos que ocurren en escuelas, boliches, calles etc. Si se realiza un perfil psicológico exhaustivo y detallado sobre el futuro portador del arma basado también en otros patrones (si tiene familia e hijos, si tiene o no un trabajo estable, si tiene o no antecedentes penales, etc.) recién ahí yo entendería esta supuesta “masificación”, de no ser así, tendría que ser prohibida a toda costa y tendría que ser tachada como ilegal. Nuestro país ya tiene bastantes problemas que superar, uno más ya sería demasiado. En vez de masificar o no las armas, el país debería concentrarse en solucionar las problemáticas que se encuentran presentes como pueden ser la inseguridad, la corrupción, estás plantaron esta interrogante en el pueblo argentino “Armas para las masas, ¿sería lo correcto?”

Cottet, Abril: ¿Qué debe ser legal, y qué no? Siempre que se hable del tema que sea, esta pregunta genera gran debate, por el simple hecho de que lo que es correcto para uno, no lo es para otros. Yo creo que como para todo, no hay que generalizar, pero uno debe pensar ¿Para qué querría una persona un arma? ¿No es esta una herramienta de agresión al otro? Este es un tema que va mucho más allá de lo legal, toca lo económico, político y social, y es algo que se ha transgredido tanto que es muy difícil de controlar ahora. En mi opinión las armas deben estar exclusivamente en manos de los encargados de controlar a la sociedad y reprimir actos de delincuencia, sin tener que llegar a usarla necesariamente, solo en casos que sea imperativo hacer uso de la misma. Pero como en nuestro país, el tráfico de armas el algo que se nos fue de las manos, y como aproximadamente el 90% (mi estimación personal) de delincuentes poseen armas, además de los padres de familia que las tienen por miedo o como medida de seguridad, nos encontramos en una situación más crítica, creo que ya no existe lo legal o no, creo que Argentina ya cruzó esos límites.

Seanópolo, Agustín: Estoy en contra de la masificación de armas, desde mi punto de vista las leyes que existen en Argentina con relación a las armas son correctas, ya que me parece bien que deban hacerse ciertos trámites legales para corroborar que una persona sea apta para poseer un arma. Que el arma esté a nombre de la persona, que se tenga un registro de qué arma tiene cada persona, que el arma este registrada en el ANMaC, que se sepa en qué domicilio se guarda, que la persona no tenga antecedentes penales y que se hagan cursos obligatorios para quienes quieran tener un arma para capacitarlos sobre el uso, tiro, armado y desarmado de la misma. Considero que solo se deben tener para defensa personal o familiar dentro de la casa por el alto nivel de inseguridad, porque, aunque una persona sepa utilizarla y sea consciente, si esa persona quiere dispararle a alguien en la calle y erra un tiro es un problemón.