Inspiración hecha tinta

"Pequeño homenaje"

Todos conocemos a Borges, Galeano, Verne, Dumas, Doyle o Pablo Neruda; lo que voy a compartir es un acto de admiración, pero no a ellos, no es para los famosos sino que es una ofrenda para los desconocidos.

Esta sencilla distinción es para el escritor oculto, ese que no se sabe de su existencia pero que está disfrazado de un tipo común, camuflado en la sociedad.

Parece ser un hombre cualquiera: esposa e hija, rodeado de amigos de toda la vida y un trabajo estable. Es alto – al menos así lo recuerdo- , de tez clara y pelo oscuro, ojos verdes- diría- y una hermosa sonrisa. Tiene una marca distintiva: una mancha peculiar color café con leche en la mano izquierda. Todas las noches me leía, lástima que su voz no logro retener.

Había un lugar donde se quitaba el antifaz y solo se veía su verdadera profesión; como dijo su maestro, “era un escritor de raza, nervio y garra creadora”.

Quizás para la mayor parte del mundo este hombre pasó inadvertido, tal vez pocos tuvieron la posibilidad de conocerlo; y sin embargo, en esa pequeña multitud, su vestigio es indeleble.

Dos frases, que este misterioso escritor deja entre ver en un mensaje a su mentor, son las que caracterizan a todo literato: “… el proceso en sí es un placer, al margen del resultado” y “ desde ya que quiero encontrar mi voz, pero una voz que le dé placer a alguien más”.

La pluma es el arma más peligrosa y son pocos los héroes que la portan, algunos de ellos son reconocidos pero para mí, solo hay uno…

Con el mayor de los respetos, nuevamente tomo una frase del maestro Di Marco: “Y que nuestro principal homenaje sea leerlo y disfrutar con sus historias, pues así es como mejor se le rinde tributo a un escritor”.

Martínez, Miranda  5°A.

"La Encrucijada"

En la mañana del domingo, un frío penetrante había invadido la ciudad. Las gélidas ventiscas se colaban hasta por la más estrecha de las hendiduras mientras una estampida de nubes grises se mecía amenazante sobre un cielo que ya desconocía la luz del sol. Para algunos, presagiaban algo más que la simple lluvia que tendría lugar al caer el anochecer, aquel anochecer en que ella se adentraría en la penumbra de una noche tempestuosa junto a su paraguas amarillo y una cantidad inmensurable de recuerdos desempolvados, caminando sin rumbo con la luna siguiéndola de cerca con su sonrisa pícara torcida entre las estrellas, como burlándose de ella y la manera en que tiritaba ante lo que podría ser el frío, el arrepentimiento o una mezcla de ambos. Aquella noche en que a su paraguas se lo llevaría el viento y ella lo perseguiría hasta perderlo de vista en una encrucijada por la que escogería caminar sobre sus antiguas pisadas, con sus ropas húmedas y su cabello enmarañado oyendo el familiar repiquetear de las gotas de lluvia bajo sus pies, sin mirar atrás pero manteniéndose allí de igual manera, arrastrada por su propio mal genio que no la dejaba olvidar. Aquella noche en que la luna seguiría riéndose de ella en silencio porque la había visto reflejarse en un charco de agua sucia, con sus párpados cansados y su mirada casi tan perdida como el camino que seguían sus pies, pero una mirada que acabaría levantando del asfalto pringoso para encontrarse sola en una calle transitada. Aquella noche en la que miraría a ambos costados y se preguntaría cómo pudo dejar que eso pasara.

Grahek, Briana  5°A.

También pudimos conversar un poco con Briana y hacerle algunas preguntas:

E: ¿Por qué te gusta escribir? ¿ Y con qué propósito lo haces?

B: -No creo que haya un motivo específico que pueda explicar por qué me gusta escribir. Digamos que la escritura es ese algo que genera algo tan intenso que se escapa de mi entendimiento. Quizá sea por todas las emociones que experimento mientras escribo o aquellas que siento al leerlo. Quizá sea la calma que consigo poniendo mis ideas en palabras, o incluso las palabras que en realidad expreso. Trasciende sobre lo que imagino y lo que me gustaría transmitir a partir de ello. Ese es un propósito a partir del cual escribo: transmitir, no sólo cosas a terceros, sino a mí misma, encontrando a la escritura como una forma de canalizar aquello que a veces no puedo comprender.

E: -¿Qué es lo que más te motiva y te gusta de hacerlo?

B: -Lo que más me gusta cuando escribo es el sentimiento que en mi genera. Me gusta sentirme conectada con las palabras, con las emociones y con textos que retrato. Con frecuencia me encuentro motivada por el futuro, que a mis ojos simboliza la materialización de los anhelos.

E:- ¿Qué te llevo a crear “La Encrucijada" y por qué elegiste ese tema?

B: Siempre escribo tomando como base una reflexión inicial, y "La encrucijada" no es la excepción. Me gusta manejarme con los dobles sentidos, las metáforas y alegorías, apropiándome de situaciones verosímiles para darles un giro que se adapte al mensaje. El tema principal en este pequeño cuento es retroceder sobre nuestras propias pisadas, pensar más de la cuenta sobre el pasado, los errores y las cosas que podríamos haber hecho de diferente manera pero que nunca cambiaremos. La elección del mismo fue espontánea, supongo que como una forma de criticar algo en mí que todavía no puedo corregir.