El acto de Cristina Kirchner en Sarandí, su candidatura y sus resultados

El 20 de junio del corriente año, la ex-presidenta de la Nación lanzó su frente "Unidad Ciudadana" en la cancha de Arsenal ante miles de personas y arremetió sin misericordia contra el modelo económico de “Cambiemos”, frente del actual presidente de la Argentina, Mauricio Macri.

El estadio "Julio Grondona", de Arsenal, ubicado en la localidad de Sarandí, fue el lugar que eligió Cristina Kirchner para lanzar "Unidad Ciudadana", que participó en las PASO 2017. Ahí llamó a todos a llevar banderas de Argentina y evitar que los partidos que forman el frente resalten con sus banderas. También hubo un palco donde políticos “ultra K” se ‘codearon’ para entrar. La estrella de su actofue su hijo, Máximo Kirchner, mientras que el gran ausente fue un defensor acérrimo que la ex-presidenta dejó fuera del armado: el piquetero Luis D'Elía.

Con críticas al gobierno de Cambiemos y una indirecta para Florencio Randazzo, el acto de Cristina dejó varios actos dignos de resaltar. Lo que más llamó la atención fue el tipo de escenario elegido. Lejos de los imponentes palcos, elevados y lejos de la gente que usó durante su mandato, esta vez optó por estar casi al ras del suelo. El mini-escenario parecía una copia de los que usa el presidente Mauricio Macri, con un estilo 360°. Allí, la ex-jefa de Estado hizo subir a un grupo de personas, a las que llamó "ciudadanos reales". Subieron tantos individuos, que casi no podían moverse. Formaron parte de esta convocación masiva docentes, estudiantes, directivos escolares, encargados de bibliotecas, comerciantes, empresarios y otros trabajadores que la apoyan incondicionalmente, a pesar de las graves acusaciones de corrupción en su contra.

Estas personas le sirvieron como una referencia para ejemplificar los problemas económicos por los que criticó al  actual gobierno. Habló con cada una de las personas que hizo subir con ella a su pequeño escenario, y allí llegó el turno de Luis y Antonella: “¿Vieron que linda pareja? Antonella no es teñida, es albina. Me encanta, mirá el pelo que tiene, ¡Soñado! Pero claro, la gente con albinismo muchas veces tiene problemas de vista: ella tiene una pensión por discapacidad”. Con esa carta de presentación, la ex-mandataria se refirió al caso de un matrimonio al que, según dijo, el Estado le sacó una parte de la ayuda social que recibía.

Tras los silbidos del público, la expresidente volvió al tono comprensivo: “No, no, no, no. No venimos ni a silbar, ni a gritar ni a nada. Vinimos a ayudar y a construir, que para destruir ya están ellos”, ordenó.

Después le tocó subir al escenario a Bárbara, una trabajadora del oficio del calzado. Sin embargo, su historia pasó a un segundo plano cuando Cristina, con su mirada al frente y su mano derecha extendida, lanzó: “Sí, sí mi amor. No llores, te pido por favor que no llores”.Nunca sabremos a quién iba dirigida esa súplica repentina. Mientras en Comodoro Py decenas de personas marchaban contra la corrupción, la expresidente insistió: “Te pido que no llores nada más, yo no tengo que llorar hoy”. Bárbara, parada al costado, se acomodó el pelo y miró para abajo.

Lejos de los enojos y retos a sus colaboradores en otros tiempos, cuando al principio del acto le falló el audio, sobrellevó el momento diciendo: “Lo importante es escuchar las voces de todos y de todas”.

Tal vez el frío, tal vez la falta de definiciones sobre si será candidata o no hizo que su discurso fuera breve, ya que duró solo unos 45 minutos. Se diferenció así de sus viejos y eternos comunicados que, por lo general, pasaban las dos horas de duración. Algunos, como en la apertura de sesiones del Congreso, llegaron a durar cerca de 4 horas. Sin embargo, lo que más sorprendió fue que abandonó el atril y el escenario en lo alto para acomodarse en una base casi al ras del suelo, muy común en el partido del “PRO”, de Mauricio Macri, y que, además, no confirmó si sería candidata. Luego, unos días más tarde, finalmente se confirmó que sería candidata a senadora nacional.

Las PASO se llevaron a cabo el 13 de agosto. Luego de unos días y tras muchas discusiones sobre la manipulación de los resultados preliminares, el día 29 se oficializó el triunfo de Cristina Kirchner. Luego de difundirse los datos del recuento definitivo de votos, se confirmó que CFK ganó por 20.324 votos contra el candidato oficialista Esteban Bullrich. La diferencia en la disputa por la banca en la cámara de senadores se cerró con una diferencia del 0,21% a favor de la oposición. Cristina Kirchner definió como “un bochorno” al sistema de conteo de votos y las voces de la oposición acusaron al gobierno de haber manipulado el escrutinio.

 

 

CFK en su escenario junto a su gente presentando Unidad Ciudadana.

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