Hospitales públicos: una realidad diferente

Aunque es triste aceptarlo, existe una gran parte de la sociedad que no tiene la posibilidad de acceder a la medicina prepaga, por lo que debe vivir la dura realidad de los hospitales públicos, en los cuales muy pocas veces hay personal disponible. La falta de insumos como camillas para internación o medicamentos es muy notoria, así como la larga espera para ser atendido. Es por eso que nos pareció importante tratar el tema desde cerca, compartiéndoles una entrevista realizada a una doctora miembro de un hospital público.

-¡Buenas tardes María! Primero que nada nos gustaría saber: ¿dónde trabajas y hace cuánto lo haces?

-¡Buenas tardes! Sí, no tengo ningún problema. Trabajo en el Hospital Narciso López, el cual se encuentra ubicado en Lanús. Estoy en este hospital desde hace 5 años y me ocupo de la parte de la guardia en el sector de pediatría, y por la tarde, o cuando me desocupo de mi turno, trabajo en una salita ubicada en Sarandí.

- Nos interesaría que nos respondas: ¿qué pensas acerca de los hospitales públicos?

-Sí. Primero, quiero comentar que noto que la atención a los pacientes, a pesar del esfuerzo de todo el personal hospitalario por dar lo mejor de sí, se encuentra muy por detrás de las necesidades de todas las personas que llegan para atenderse.

Yo decidí apostar al hospital público y es el lugar donde trabajo actualmente. Continué estudiando y formándome después de haber egresado para poder dar a los pacientes la mejor atención posible, pero lamentablemente todos los días estamos expuestos a situaciones de violencia o maltrato verbal, atendiendo en un edificio muy venido a menos, con falta de insumos y recursos tecnológicos, y por un sueldo muy básico, por lo menos en mi caso.

A quienes trabajamos en la salud pública se nos suma la carga de tener que lidiar con una situación en la que no podemos brindar la atención necesaria ni tratar los casos en el tiempo y forma en la que deberían hacerse. Por ejemplo, es algo habitual que las drogas que utilizamos para tratar a pacientes oncológicos demoren en llegar mucho más tiempo del que deberían hacerlo normalmente. Esto provoca problemas para todas las personas con las que nos vemos involucradas: para los pacientes, por un lado, que no saben cuándo podrán empezar con el tratamiento, y por el otro, para nosotros, los médicos, que nos vemos imposibilitados de trabajar porque esos medicamentos no llegan. Ante problemas así, nuestra impotencia es enorme.

-En base a tu respuesta notamos que es necesario realizar modificaciones. ¿Qué es lo que crees que habría que cambiar para que su funcionamiento comience a mejorar?

-Sí, como notarán creo que hay que mejorar un montón de cosas tanto a largo como a corto plazo. Lo primero a corregir, según mi punto de vista, es la desigualdad y la inequidad. El acceso a los servicios es muy amplio, pero la diferencia de calidad entre lo público y lo privado lo es también. Además, los sueldos no logran “atrapar” o atraer a los profesionales médicos en los lugares más alejados, por lo tanto, la falta de doctores es muy notoria a la hora de trabajar. En este caso, habría que acordar salarios más altos para que esto no siga ocurriendo, ya que hoy en día la carrera de Medicina no es tan prestigiada como lo era en otras épocas. Hay que tener en cuenta que no todos pueden acceder a ella debido a los altos costos de las cursadas en las universidades privadas.

También, se deben mejorar los insumos, ya sea desde las instalaciones hasta las camas para que la hospitalidad y la estadía del paciente en el hospital sean más llevaderas y no tan pesadas.

-Otra cuestión que también nos parece importante es el elevado precio de los medicamentos, ya que hay mucha gente que no puede acceder a ellos. ¿Qué pensás acerca de este tema?

-Creo que los altos precios de los medicamentos impiden que aquellas personas que se encuentran muy enfermas logren curarse o mejorar, ya que el costo de los fármacos es cada día mayor y en lo que va del año algunos han aumentado un montón.

Lamentablemente, a aquellas personas que padezcan una patología y no tengan los recursos suficientes para comprar aquello que necesiten para mejorar su dolencia, les espera un destino fatal.

Un remedio para una enfermedad, con los mismos compuestos, pero fabricado por diversos laboratorios, se vende a precios muy diferentes, por lo que esto juega un rol fundamental en la salud de algunas personas que no pueden permitirse gastar tanto dinero.

Por lo que sé y tengo informado, los únicos precios que se mantienen estables son los de los antigripales, contrario a los medicamentos cardiológicos, antidepresivos, dermatológicos, que sí están caros.

-¡Muchas gracias por tu buena predisposición!

 

-¡De nada! Me encanta que se interesen en un tema tan importante en la actualidad como es la de los hospitales públicos y que se muestre la otra cara de la realidad.

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