Entrevista a Danniela Villagarcia, egresada del Centro Educativo Loreto.

Aldana Magnaghi: ¿Qué edad tenías cuando ingresaste al Loreto? 

 

Danniela Villagarcia: Yo ingresé al Loreto en la secundaria, en primer año. Tenía aproximadamente 12 años y fue muy gracioso cómo entré a la institución. Desde muy pequeña supe que quería seguir ciencias naturales, de hecho hoy en día estoy en la carrera de medicina en la UBA.

Aldana Magnaghi: ¿Te gustaba ir al colegio?

Danniela Villagarcia: Había algunos días que me gustaba y otros que no tanto, por ejemplo me gustaba ir cuando iba a realizarse algo divertido, como la jornada de Frassinetti, especialmente en mi último año. ¡Fue lo mejor!, y eso es lo que hacía que vaya con más ganas.

Aldana Magnaghi: ¿Qué era lo que más te gustaba de la escuela?

Danniela Villagarcia: Había muchas cosas lindas en el colegio, como por ejemplo las convivencias que realizábamos, que me dejaron muchos recuerdos. También me acuerdo de cuando íbamos a la quinta cada año. Lo que me gustaba era ir y recostarme en el pasto con mis amigas para tomar sol. Era un momento hermoso que siempre recuerdo, nos solíamos contar todo lo que nos pasaba, charlábamos y disfrutábamos mucho.

Aldana Magnaghi: ¿Cuál era tu profesor favorito? ¿Por qué?

Danniela Villagarcia: Yo tenía tres profesores favoritos y de hecho fueron los que elegí para que me entregaran el diploma cuando me egresé en la secundaria. Ellos eran la profesora Blanco, porque me encantaba cómo explicaba y hacía que me guste mucho más la biología, la profesora Bisonni, ya que ella lograba que pueda entender matemática,  y por último la profesora Patricia Piñeiro (o como todos la llaman usualmente, “la pichu”), quién era muy buena conmigo y siempre nos saludábamos. Tenía diferentes formas de enseñar y generalmente nos ayudaba para tratar de “salvar” la materia si estábamos medios apretados con la nota.

Aldana Magnaghi: ¿Recordás algún momento importante que hayas vivido en Loreto?

Danniela Villagarcia: Sí, me acuerdo de varios. Algunos momentos feos y otros muy lindos. El momento más feo y triste que recuerdo fue cuando me enteré que había fallecido una profesora, Noelia Delic, quién si mal no recuerdo estaba en la materia de Técnicas de Estudio o tutoría, y alguna vez la tuve como suplente, aunque en un tiempo muy corto. Me acuerdo que nos enteramos de su fallecimiento justo cuando estábamos por rendir con la profesora Nevado. Vi que el colegio en su totalidad estaba muy triste, todos los que formábamos la institución no lo podíamos creer. No era Loreto…

Y, por otro lado, los momentos más lindos que guardo son los de la Misión a Añatuya y los 50 años de la escuela, en donde hicimos una coreografía y fue muy divertido para todos.

Aldana Magnaghi: ¿Qué consejo les darías a los chicos que actualmente están estudiando en la institución?

Danniela Villagarcia: Yo les diría que aprovechen esta etapa, porque se pasa volando. Tienen muy buena base, es un colegio muy lindo y todos los profesores son muy buenos. Cuando uno sale de la secundaria las cosas cambian muy rápido de un momento para el otro, así que disfruten mucho.

Aldana Magnaghi: ¿Creés que tu paso por el Loreto dejó algo importante en tu vida?

Danniela Villagarcia: Sí, obvio, me dejó cosas muy importantes. Me enseñaron valores, el comprender al  otro y más que nada apreciar lo que uno tiene, que especialmente al misionar uno se da cuenta de esto. Son cosas simples, pero que tal vez muchas personas no las poseen, como el valorar o el respetar al otro.

Aldana Magnaghi: ¿Te acordás de alguna anécdota divertida que hayas pasado dentro del ámbito educativo?  

Danniela Villagarcia: ¡Sí, un montón! En el viaje a Mendoza, por ejemplo, en el momento del vivac, pasé hambre y frío, pero a pesar de esto fue muy divertido. Nos contábamos muchas anécdotas y no nos parábamos de reír. Recuerdo que fue un viaje súper divertido y también hice muchas cosas que jamás pensé que iba hacer, como el rapel o escalar en las montañas. Fueron actividades muy divertidas, la pasé muy bien.

Y, por último, también me gustaría decirles a todos los chicos que están en su último año que disfruten mucho Bariloche, ya que es un momento único e inolvidable. Es uno de los viajes más lindos que pueden hacerse. Después se viene otra etapa en sus vidas, que en un principio les va a costar adaptarse,  pero sé que les dan una buena base y las herramientas justas para poder afrontar lo que se viene, es decir, la facultad.

 

Danniela, con su diploma de egresada.

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