La música.

Es muy fácil hablar de música diciendo que es un conjunto de sonidos con una cierta rítmica que generan una melodía, pero mirando más en profundidad, no es solo eso: para muchos es vida, para algunos su profesión y para otros su expresión.

 

Partiendo de una base histórica, desde el hombre de las cavernas a la actualidad, ésta fue evolucionando, desarrollándose y dando origen a nuevos géneros, junto al ser humano.Existen teorías que sostienen que el hombre pudo evolucionar en parte gracias a la música y los sonidos que emitían, con ciertos códigos, para comunicarse.Además, el neurocientífico Facundo Manes dice “al estudiar la respuesta del cerebro a la música, las áreas claves que se ven involucradas son las del control y la ejecución de movimientos. Una de las hipótesis postula que esta es la razón por la que se desarrolló la música: para ayudarnos a todos a movernos juntos. Y la razón por la que esto tendría un beneficio evolutivo es que cuando la gente se mueve al unísono, tiende a actuar de forma más altruista y unida.”

Hubo tiempos en que su importancia era tan grande que solo estaba permitida por la iglesia. Es el caso de los famosos cantos gregorianos, considerados producto y señal divina.

Actualmente, la música es indispensable en nuestras vidas: forma parte de ellas desde el momento de nuestra gestación -cuando escuchamos y nos relajamos con el sonido del corazón de nuestra madre- hasta  el momento de nuestra muerte o incluso en la muerte de a quienes se les dedicaba su réquiem.

Es tan importante y natural que, muchas veces, aunque no registremos su reproducción, queda grabada en nuestra mente. ¿O acaso no nunca cantaron la canción del cinturón de seguridad? Muchos comerciales utilizan canciones para fijar el producto que promocionan, en nosotros. Es por esto que también se usa como una forma de estudio. ¿O nuestras señoritas de inglés no nos enseñaban el cuerpo humano con una canción? ¿O nunca hicimos una canción, por más breve que sea, para retener algún nombre de un prócer que no recordábamos antes de una prueba de Historia? Esto, sin considerar que estudios afirman que la música aumenta nuestro intelecto. Quienes escuchan música desde pequeños y de forma constante, tienen mejores habilidades de lenguaje, son más creativos y felices.

¿Podrían imaginarse el film “Psicosis”, sin su soundtrack tan famoso y particular? Claramente, uno no se asustaría, ya que la música es la encargada de producir el conocido suspenso de las películas que tanto nos atrapan. Entonces, podemos pensar y afirmar que es ella la que nos genera sentimientos. Esto último es, a su vez, lo que nos incentiva a escucharla.

La música puede generarnos emoción, incentivar la expresión, desarrollar las habilidades sociales, lingüísticas, matemáticas, visoespaciales y motoras, la teoría de la mente, focalizar la atención, agudizar la memoria, y mejorar las funciones ejecutivas, la toma de decisiones, la autonomía, la creatividad y la flexibilidad emocional y cognitiva.

Estudios científicos comprobaron que no escuchamos canciones al azar, sino que seleccionamos el tema, consciente o inconscientemente, de acuerdo a nuestro estado de ánimo. Las baladas o famosas “canciones tristes” que, ‘casualmente’,  reproducimos en momentos de tristeza, producen la liberación de ciertas hormonas que nos hacen sentirnos aliviados,comprendidos y desesterados. La música es tomada como una de las mayores fuentes de placer, por la liberación de dopamina que genera.Puede ayudarnos a bajar los niveles de ansiedad, disminuir el dolor, hacer más rápida la recuperación de los enfermos y hacernos más optimistas.

Es salud. De allí que la efectividad de la musicoterapia sea continuamente ratificada por distintas personas.Dado que la parte cerebral encargada de registrar y guardar la música es distinta a la encargada de los otros recuerdos, un enfermo de alzhéimer no puede acordarse de quienes son sus hijos pero si la letra de una canción que tuvo cierto significado en su vida. Los recuerdos más duraderos son los  conectados a una situación emocional intensa, y la música está muy unida a las emociones.

Otras enfermedades en las que se pueden realizar musicoterapia son el Parkinson, el síndrome de Tourette y las diferentes formas de autismo.

No solo quien la escucha se siente liberado o comprendido,sino que para quienes la realizan o componen, es un método de expresión. El artista desnuda su mente para escribir todo lo que le está pasando o desea que le pase y lo envuelve en una melodía formando una canción.

La música nos forma, nos define, e incluso a veces determina nuestro círculo social. Es un punto de encuentro y de debate. Alguien que escucha Metallica, no tiene la misma personalidad que alguien que escucha folclore (aunque todos los géneros provengan de una misma rama).

Se la puede reconocer también como un símbolo, porque nos da cierta identidad. De hecho, cada país tiene su himno, que nos permite identificarnos y experimentar un sentimiento de pertenencia, en este caso, a la nación. No son los mismos cantos los de Boca que los de River, pero ambos bandos se unen en un coro argentino contra el propio de Brasil. Podemos decir entonces que, viéndolo desde este punto, nadie está solo.La música nos acompaña todos los días y nos hace saber que formamos parte de quienes comparten desde un mismo grupo musical o equipo, a cierta religión o país.

Luego de considerar todo lo mencionado anteriormente, llegamos a concluir que el campo de la música es posiblemente infinito. Ni siquiera los neurocientíficos pudieron comprender completamente el efecto de la misma en nuestros cerebros.

 

“La música es el arma en la guerra contra la infelicidad” –JasonMraz.

 

-Denise.E.Marson

 

 

En el siguiente gráfico podemos observar los porcentajes de los géneros musicales escuchados en el Centro Educativo Loreto. Los datos fueron recabados mediante una encuesta.

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Comentarios: 1
  • #1

    Rose (sábado, 06 mayo 2017 08:36)

    La música humaniza, rinde homenaje a nuestros ancestros humanos, pone en vigencia a la cultura y acaricia el alma.