El Sistema Educativo.

Hoy en día al alumno con buenas notas se lo considera inteligente. En cambio, del que no aprueba numerosas materias piensan que es un ‘vago’, vivo o que no le da la cabeza para aprobar un examen (lo cual desemboca en que lo reconozcan como un incompetente). El que  tiene un promedio óptimo, sea como fuere que lo haya conseguido, es quien porta la bandera de ceremonia. El alumno ejemplar es aquel que tiene todas las tareas al día y un promedio que va entre 8,75 y 10. 

En los tiempos actuales, la competencia en la clase es un problema, ya que al chico que se esfuerza y le va mal no le parece agradable ver al que no se sacrifica y le va bien, en la bandera. No tiene sentido que un par de números determinen la inteligencia o los conocimientos de una persona. Algunos piensan que por obtener buenas notas el  futuro será automáticamente próspero, como si esos números representaran lo que le deparará la vida dentro de unos años. Se supone, además, que si tus calificaciones son buenas, entonces vas a lograr un buen trabajo. Se imagina que para ser alguien en la vida uno tiene que terminar el secundario con un gran promedio, hacer una carrera larga y con mucha salida laboral, recibirse con otro promedio excepcional y entonces -y solo entonces- ya empezás a tener otra valoración social.

Es injusto que aquel que se esfuerza y aún así no tiene el mejor promedio, sea considerado insuficiente. No es justo que aquel que es ‘vago’  pero que por alguna razón entiende mejor las clases, sea visto como una persona brillante y llena de conocimientos. 

No. No solo es arbitrario, sino que es desalentador. Porque al que le cuesta, la presión hace que le cueste el doble. Porque  el que es "vago", esa perspectiva hace que siga queriendo serlo. Por otro lado,los que tienen buenas acreditaciones, lo demuestren o no, viven compitiendo. Pero no fueron ellos los que decidieron competir. No fueron ellos los que determinaron esta forma de evaluar y de pensar. Fue su entorno. Fue lo que les enseñaron. Porque en vez de ayudar a quienes necesitan una mano, se encargan de que los que no la necesitan compitan para ver quién es el  mejor de todos. 

Cada vez hay más casos de chicos que no terminan el secundario por voluntad propia. Cada vez son más los chicos que repiten o que se estresan demasiado para alcanzar el ideal de alumno que el afuera le exige. El sistema educativo de hoy en día, con intención o no, se basa en una carrera constante entre los que tienen buenas notas y en una pesadilla para los que no, pues el panorama nunca es alentador para ellos. 

Si queremos formar ciudadanos con conocimiento, tenemos que saber que reiterar de memoria todo lo que el maestro dice, no sirve. Porque así como hoy aprenden a repetir  sistemáticamente lo que asevera el profesor, también aprenden a repetir de memoria lo que los medios de comunicación quieren. Porque así como hoy repiten de memoria, mañana en su trabajo no van a poder hacerlo. Así como hoy hay chicos que se hicieron a un lado, mañana va a haber menos personas motivadas a mejorar, a emprender, a planear un futuro. 

Es hora de empezar a pensar otras posibilidades, otros modos de aprender y otras formas de enseñar. Modos que no generen competencia ni desaliento. Modos que nos ayuden a proyectar un futuro sin tener que competir con otros ni lidiar con prejuicios absurdos. 

 

 

Malena Lanzetta 

Escribir comentario

Comentarios: 0