El municipio de Avellaneda entrega casas sin terminar.

En el marco del Plan Federal de Viviendas, comenzó a construir 60 casas en un sector del barrio La Saladita. La obra no la pudo completar, por lo que decidió trasladarle  la responsabilidad de  su finalización a los adjudicatarios.

 

 Hace seis años, la Municipalidad de Avellaneda comenzó a construir 60 casas dentro del predio del  barrio La Saladita, en el marco del Plan Federal de Viviendas implementado por el Ministerio de Infraestructura de la Nación, durante la presidencia de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner. Apenas la mitad se entregaron en condiciones. El resto, a medio construir, son ofrecidas por la comuna a los beneficiarios para que las ocupen y se hagan cargo de su puesta en funcionamiento.

Las precarias construcciones que se ubican en Edison y Escalada son entregadas “sin ventanas, puertas, techo, revoque, instalación de luz, gas y agua, cerámicas ni baños”, según denunciaron vecinos y referentes de la UCR local, quienes responsabilizan al intendente de las “graves condiciones” en que deben vivir esas familias.

El municipio manifiesta que debido a un supuesto conflicto con la UOCRA -gremio de la construcción- no pudo finalizar estas tan ansiadas viviendas. Aunque luego, con mucho esfuerzo y con la ayuda de cooperativistas, logró terminar otras pocas. Actualmente, sabiendo de la imposibilidad para su continuidad, decidió realizar las entregas de las “llaves” en las condiciones en que se encuentran.

El proceso de adjudicación también fue cuestionado, ya que sostienen que los beneficiarios pertenecen a instituciones y gremios afines a la gestión comunal.

La situación provocó, además, el reclamo de cientos de vecinos que viven en los 586 departamentos del lindero barrio de monoblocks, donde la necesidad de vivienda es altísima. En algunos casos, hay miembros de tres generaciones de una familia que viven en una misma unidad funcional.

Luis Esteban Sobré Revertia, vecino del lugar, comentó que “siempre se le reclamó al intendente Jorge Ferraresi que destine algunas casas a los hijos de este barrio, y a pesar de que alguna vez lo prometió, pasó al olvido. Tampoco cumplió con su promesa electoral de limpiar tanques, reparar ascensores y pintar los edificios. Y lo más grave es que tiene frenada la escrituración de este complejo, a pesar de que la Provincia tiene todo listo”.

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